Entre la ficción y la realidad, a modo de falso documental o, realmente documentando las sombras que se esconden tras el mundo de la fama, así nace El Cerro de los Dioses, una película de Daniel M. Caneiro en la que Itziar Castro se interpreta a sí misma…pero no. Un proyecto que nace de una conversación entre amigos y que se traslada a formato largometraje para jugar con los límites del misterio y el humor.

Aprovechamos el estreno de la película para hablar con la actriz Itziar Castro de su poliédrica carrera y de los retos que todavía tiene que superar el audiovisual para convertirse en el arte libre que merece ser.

¿Quién es la Itziar Castro de El Cerro de los Dioses?

La confusión o el juego de metacine, es jugar con el propio personaje de Itziar.  Como pasa con los otros famosos, todos han jugado a favor de que parezca verdad el algún momento. Jugar con el «esto puede ser verdad o no». Que el público piense si es verdad o no. Jugamos todo el rato al despiste.

Y en mi caso, aún jugamos más porque el personaje se llama Itziar Castro pero no soy yo. En realidad, es una Itziar que está obsesionada con la fama y con conseguirla a cualquier precio y de cualquier forma. Es capaz de inventarse que tiene un reality, que la persigue todo el día alguien con una cámara. Pero es una invención total. Todo por la fama. Y hay que planteárselo así: «¿Vale todo por la fama?»

Cuando te llega un guion tan peculiar como este ¿Cómo lo preparas?

Este proyecto nace de que hace tres años nos premiaron a Dani (M. Caneiro), a Jaume Ulled y a mi, junto con otros compañeros y compañeras, en Sitges ,como futuras promesas del año a nivel cine. Entonces, en uno de esos eventos, salió la idea de hacer algo juntos para presentarlo al Festival de Sitges.

Dani coge las riendas de la idea y empieza a escribir. Nos preguntó de qué queríamos hablar. Hubo charlas entre todos vía Zoom intentando explicar cosas y de ahí nace un poco el proyecto. Ya sabíamos desde un primer momento de lo que queríamos hablar.

A mi no me sorprendió porque ya formaba parte del proceso desde el principio. Lo que sí que me ha sorprendido es, viendo el montaje que tiene, este punto de falso documental que puede encajar mucho. Tipo La Bruja de Blair, esas pelis de género que son un poco más alternativas y que juegan con esa pseudoverdad que el público acaba creyendo que es verdad.

Creo que eso es lo más interesante de todo. Junto con todo el tema del humor. Sobre todo con el juego de toda la gente famosa que se ha prestado a jugar. Conmigo cuando estoy en un photocall de una película con diferentes compañeros que se prestaron a jugar e incluso los que tienen estas entrevistas a cámara.

Me parece que es un cameo diferente. Se prestan, juegan a favor. No era guion, había muchas cosas improvisadas. Tenemos el honor de que se hayan prestado, porque son todos amigos, a participar de esta locura. Una peli que está toda hecha desde el cariño absoluto; porque aquí no hay presupuesto.

¿Un papel que no hayas tocado y te gustaría?

Me quedan muchísimos personajes por hacer. Ojalá pueda hacerlos todos y más. Es cierto que he tenido la suerte de participar en géneros como la comedia, drama, musicales, terror…

Hay que valorar mucho el género fantástico porque es donde más se arriesgan con los actores y actrices. Yo le debo muchísimo al género en sí porque han apostado en proyectos en los que un major o superproducción seguramente no hubiesen apostado. Y yo eso lo agradezco. Siempre apuestan por gente diversa. Como que está más permitido todo. Estoy muy a favor de eso y me encanta.

Pero es cierto que me faltan muchas cosas, aunque una especialmente, que creo que me haría ilusión y creo que querría decir que hay un cambio en el mundo audiovisual. Protagonizar una comedia romántica al uso de estas típicas tópicas pastelosas en las que chico conoce a chica y se enamoran pero no pueden, o sí. Y que ella sea como yo, siendo gorda, y que el protagonista no tenga ningún problema. Que se obviara totalmente su físico. Eso querría decir que hay un antes y un después en el mundo audiovisual en ese país y espero que algún día llegue, la verdad.

Por ejemplo en la serie Vida perfecta tienes un papel «normal» en el que no se destaca nada físico de ti. ¿Se agradece no?

No es el único. En Campeones, que no tiene ningún tema físico, Matar a Dios que es un protagonista en el que al principio se obviaba totalmente. De hecho, cuando me llegó el guion por primera vez pensé que se habían equivocado porque ponía: Ana, 40 y en ningún lado ponía gorda. Luego sí que hay un par de gags porque mi marido es muy machista y habla sobre el peso; pero eso fue a posteriori en un ensayo, no estaba escrito en guion.

A veces nos gusta mucho mirar fuera, está bien que miremos a series como Anatomía de Grey, American Horror Story Por ejemplo Coven, donde son todo mujeres diferentes, de todos los tipos, tamaños, sexo, tendencia… y para nada tienen un handicap con ello.

Sin ir más lejos, Anatomía de Grey, donde hay cirujanas de diferentes etnias, tamaños, alturas… y en ningún momento se habla de ello. Se habla de sus conflictos en el día a día y ya está. Creo que tenemos que aprender de eso.

Supongo que también, por hacer un paralelismo, el primer día que vimos Morgan Freeman de Dios, todos dijimos, «¿Cómo?» Y ahora si no vemos a Morgan Freeman de Dios, no es Dios. Pues creo que hay que hacer eso. En el momento en el que haya varios personajes de diferentes etnias, tipologías, tendencias sexuales…,sin ninguna problemática, en series y en cine, pues no le daremos más importancia.

¿Primer recuerdo relacionado con la interpretación?

Tengo muchos momentos muy presentes. Con tres años  empecé a bailar y mi vecina, que era la profesora de danza, le dijo a mis padres que yo ya iba a para artista. Por cómo me ponía delante del espejo. Pero luego recuerdo que con 5-6 años yo veía a Concha Velasco en la televisión y mi madre me decía: «venga, a la cama» y yo decía: «No, hasta que no acabe ella no me voy». Y ahora lo hablo muchas veces con Concha, el otro día fui a ver su obra de teatro con mi madre y lo volvimos a comentar.

Una de las cosas que me siguen alucinando es que cuando tenía esa edad, era una niña pequeña viendo la tele y queriendo ser como ella. Que ahora ella me diga que me admira a mí. Es como superar un sueño.

Y luego ya un poco más adelante, ya fue cuando decidí que quería ser actriz, con 10 años vi un musical en Barcelona y dije: «Quiero hacer esto». Y a partir de ahí ya supe que era lo que quería hacer.

Mucha gente te conocerá por Pieles ¿En qué ha cambiado esa Itziar Castro con la de ahora?

Está claro que hay un antes y un después en mi carrera gracias a Pieles. Yo ya llevaba 20 años de carrera, me llegó esta nominación con 40 y la verdad es que es un antes y un después, sobre todo a nivel de la industria.

Llega un momento en el que te das cuenta que llevas media vida trabajando de actriz haciendo de todo y un día haces una película maravillosa y la industria dice: «Ah, tú eres la que salías en Blancanieves, REC 3...» Como que te ponen nombre y apellido. Y luego para el público, el gran personaje o lo que ha hecho que todo el mundo me conozca, es el personaje de Goya en Vis a Vis.

Básicamente he cambiado en que el mundo y la gente sepa quién soy pero yo sigo siendo una trabajadora del espectáculo que lleva 26 años trabajando y no cambiaría nada de lo que he hecho. Porque todo me ha llevado hasta donde estoy. He tenido la suerte de hacer tantos géneros diferentes que espero hacerlo más y simplemente ahora la gente sabe quién soy y ya no queda solo el personaje, sino que también queda la actriz.

¿Qué hace Itziar Castro cuando no está trabajando?

Uf, la verdad es que toda mi vida es un poco trabajo, porque cuando no estoy trabajando estoy colgando cosas en las redes sociales, o estoy preparando un casting o estudiando porque tengo algún ensayo o teatro…

Pero bueno, sobre todo me gusta mucho socializar. Quedo con gente, con amigos, ahora mismo estoy de jurado en varios festivales. Veo mucho cine, muchos cortos, muchas pelis y muchas series de compañeros porque quiero estar al tanto.

Sobre todo hablar con la gente que quiero. Leer mucho, lo que puedo (risas).

¿Dónde te podemos ver ahora o en breve?

Si alguien aún no ha visto Vis a Vis. El Oasis, que sigue en Fox, también Por H o por B que está en HBO y estoy ahora mismo estudiando porque empiezo a ensayar en noviembre una obra de teatro que estrenaremos en El Matadero del Teatro Español, dirigida por Luis Luque.

Y estas últimas semanas he sido jurado de cinco festivales. Estoy viendo cortos y largos. Lo que no está tan bien es «pelearte» o discutir e intercambiar opiniones con el resto del jurado y decidir. Porque a veces no es tan fácil (risas). Te da pena porque tú quieres premiar a más personas y no se puede.

Luego es muy difícil, yo intento ser siempre muy justa y ecuánime, pero tengo muchos compañeros y amigos en casi todos los cortos y es muy difícil intentar separar. Ver el corto sin pensar más allá. Pero intento dejarme guiar solo por lo que estoy viendo.

¿Algo que no te hayan preguntado todavía y te apetezca responder?

No se, es que creo que ya me han preguntado de todo (risas). Quizá cuál es mi pregunta favorita de Almodóvar.

¿Y cuál es?

Entre tinieblas. Todo el cine que tenga mujeres me enloquece. Los personajes femeninos, ya sean de Almodóvar, Miguel Albaladejo, que es un director maravilloso que hace mucho tiempo que ya no hace cine y está haciendo televisión, de Isabel Coixet, de Icíar Bollaín, Ramón Salazar, Arantxa Etchevarría… todos los directores que trabajan el mundo de la mujer me alucinan y son con los que me encantaría trabajar. Porque creo que le sacan el mejor partido a las mujeres y que no son personajes siempre típicos o tópicos. Eso también es importante.

¿Más de Cultura y menos de qué?

Y menos de intolerancia.