Que la Cultura es el ámbito por excelencia, a través del cual nos desarrollamos cultural y creativamente, es algo que nadie duda. Pero, ¿a partir de qué momento estamos listos para despertar a la cultura? No hay límites afortunadamente. Desde que nacemos ya somos pasto de estímulo, y cuanto más rico sea éste, más felices seremos.

Quizá una dramaturga como Irene Soler, que además fue profesora de Educación Infantil, es uno de los perfiles idóneos para iniciar a los más pequeños de la casa -de 0 a 3 años- en la magia del teatro. Y lo hace con Una rana en la luna.

La obra escrita por ella «narra» las vicisitudes de una rana que está cansada del lago donde vive y sueña con llegar a la luna. Alta ambición para un anfibio, pero no menos que su coraje. Toda una historia de superación contada de un modo diferente para un público objetivo caracterizado por una alta exigencia.

El teatro para bebés trasciende su tónica habitual. Lejos de un texto representado, la puesta en escena tiene que ver con juegos de luces, colores, sonidos y música que consiga mantener la atención de unas cabecitas que se vuelven a la más mínima señal. Un reto en toda regla.

La duración de Una rana en la luna también es especial, no pasa los 35 minutos y la interactividad con los bebés se hace imprescindible, sobre todo el contacto visual. La narrativa en este contexto se convierte en emocional, rítmica, con sonidos y acciones que a estos pequeños espectadores les pueda resultar familiares. Además es imprescindible que los actores que se enfrentan a este reto tengan una sensibilidad fina, irremediablemente especial. Si el teatro a veces exige la improvisación, en este caso se hace imprescindible cuando se encuentran ante un público con unas fluctuaciones en su ánimo absolutamente intensas.

Si tienen un bebé les recomendamos que no dejen pasar esta experiencia. Tienen la excusa perfecta para vivir otra manera de hacer teatro. Mucho más primitiva, auténtica, que conecta con las emociones básicas. Pura magia sobre las tablas.

Una rana en la luna

Hasta el 29 de septiembre

Teatros Luchana

Calle de Luchana, 38-40. Madrid