Un estribillo pegadizo, baile y movimiento… Hacemos un repaso a las canciones del verano que han marcado nuestra historia.

Todos los veranos ocurre lo mismo. Las sandalias te rozan el primer día que te las pones, no aciertas con el aire acondicionado y cuando se te mete ese estribillo en la cabeza no hay quien lo saque.

Sí, la canción del verano es un punto fundamental y obligatorio en cada temporada estival. Y en Marketing de Cine tenemos una relación amor-odio con estos temas y por eso, hemos querido escribir este post.

¿Qué es la canción del verano?

Sí, vamos a ponernos un poco teóricos… La canción del verano es ese tema que impacta y triunfa durante los meses de verano. Una canción pegadiza, con estribillo, bailables y que tanto los medios de comunicación como los lugares de ocio, reproducen hasta la saciedad.

No todas las canciones del verano son iguales, pero sí que es cierto que en su mayoría tienen algunos puntos en común: playas, alegría, amor, diversión… Son canciones que hablan de pasárselo bien, aunque quitárselas de la cabeza en alguna ocasión nos hace pasar un mal trago.

Sólo hay una opción para que no conozcas la canción del verano de este 2017. Si has estado viviendo en un bunker, cerrado a cal y canto, puede que sea la primera vez que escuches o que oigas hablar de “Despacito” de Luis Fonsi y Daddy Yankee. Una canción que con esas cuatro sílabas han vuelto loco al mundo entero… DES-PA-CI-TO, un hit que sigue la estela de las últimas canciones del verano, duetos de artistas que suman millones de reproducciones.

Pero este post es un post homenaje a todas esas canciones que nos acompañaron en verano y que ahora son himnos de bodas, en las que nadie puede resistirse a bailar… ¡allá vamos!

Si hay un nombre vinculado a la canción del verano, ese es Georgie Dann. Lo mismo nos da “La Barbacoa”, “El Chiringuito” o “El negro no puede”… Todos cumplen los requisitos de estos temas veraniegos.  Una leyenda de este tipo de canciones.

Otra leyenda que traspasó barreras y que puso a todo el mundo a bailar como loco fue “La Macarena”. Los del Río se sacaron de la manga una canción sobre una mujer digna de conocer que hizo saltar a la pista de baile a grandes y pequeños. Y también hacer gritar ese “ehhhhh, Macarena, ¡ah!”. ¡Inolvidable!

Y hablando de bailecitos que se nos han quedado guardados en la retina: “Aserejé” de Las Ketchup. Echando la vista atrás te dan ganas de preguntar, ¿cómo es posible que nos aprendiéramos ese trabalenguas convertido estribillo? Horas y horas en la radio tuvieron la culpa… “no es cosa de brujería, que lo encuentre to los días…”.

Lo que sí que parecía brujería fue lo que nos dieron para aprender a bailar en línea como si estuviéramos en Texas con “No rompas más mi pobre corazón”.  No, estábamos en La Rioja o en Benidorm, daba lo mismo, pero en cualquier momento podía aparecer Coyote Dax con sus botas de chúpame-la-punta y hacer que nos pusiéramos en fila con nuestras manos en los bolsillos. Madonna puso de moda el sombrero de cowboy un año antes… ¿por qué lo hiciste?

Y para terminar este repaso, un himno al amor, al baile, al verano. Sonia y Selena crearon poesía pura con “Yo quiero bailar”: “cuando llega el calor, los chicos se enamoran, es la brisa y el sol”. Una canción que habla de todo lo que podemos desear, es el Sueño de una noche de verano. Shakespeare, Sonia y Selena no eran tan distintos. ¡Gracias!

Y hasta aquí este post de recuerdo que nos ayudará a enfrentarnos a este verano de 2017, musicalmente hablando.

¡Buen verano y buen baile!