Willa Cather inauguró su mayoría de edad cortándose el pelo, poniéndose un sombrero y unos pantalones. Su objetivo, que conseguiría por supuesto, ingresar en la Universidad de Nebraska: allí se presentó como William Cather para poder ser admitida. Era el principio de una vida soñada y elegida en un siglo XIX que esperaba otras cosas de una mujer decente.
En la Universidad conoció al primer amor de su vida, la atleta Louise Pound. Y acabados sus estudios, se instaló en Pittsburg para dar rienda suelta a su talento para la escritura. Fue periodista y profesora de latín y griego.
Tras un viaje por Europa encontró finalmente su lugar en el mundo. Comenzó a publicar, se instaló en Nueva York y compartió viaje con la mujer de su vida Edith Lewis.
Desconocida por completo en España y menos considerada en EEUU que sus contemporáneos –Sherwood Anderson, Jack London o Sinclair Lewis, lo cierto es que Willa Carther consiguió una voz propia y sumamente interesante. Voz que llega ahora a nuestro país, dos siglos después.
Gracias a la editorial Ménades, El duende del jardín y otros cuentos (1905) ha sido traducido y editado a nuestro idioma. El objetivo final de la editorial ha sido recuperar, en este caso a Willa Cather, como símbolo de otras muchas escritoras olvidadas, y otorgarle el lugar que merece en la historia de la literatura.
Los cuentos de Willa Cather son un reflejo magnífico, aunque a veces terrible, de su rotunda tarea por alcanzar la vida deseada. Valiente por encima de toda consideración ajena, ejerció su libertad de elección aunque emocionalmente no saliera del todo indemne.
Sus personajes buscan permanentemente la felicidad pero también tienen dudas, miedo y se cruzan con situaciones y otros personajes que les dificultan el trayecto, sacando en ocasiones lo mejor o lo peor de los sentimientos humanos.
Willa Carther, heredera literaria de Edith Wharton o Henry James, rompe su lanza a favor del arte, la cultura, la autenticidad de los sentimientos nobles y elevados. Sus narraciones, de un estilo muy personal, muy original y estimulante presentan situaciones, en ocasiones extremas, y otras que denotan su furibundo rechazo hacia las convenciones sociales y la hipocresía que acaba provocando daño a personas vulnerables con verdadero talento.
Si es cierto que en sus cuentos, el protagonismo se lo llevan principalmente las mujeres, como forma velada de reivindicación femenina, hay que decir que Willa Carther lleva a cabo también una demostración de comprensión y análisis de la personalidad masculina. Sus personajes, ya sean hombres o mujeres, presentan defectos y virtudes compartidos.
En este sentido la escritora demuestra su talento, una vez más, para presentar verdaderas relaciones humanas, desde la justicia y la ecuanimidad. Lo que probablemente buscó, una vez que tuvo tan clara cuál era su opción vital, cuando tuvo que esbozar la mejor sonrisa para conseguir su propósito, aun dejándose la piel. Toda una lección literaria y personal.
El duende del jardín y otros cuentos
Willa Cather
Editorial Ménades
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