La guitarra es uno de los instrumentos más populares que existen. El punteo, rasgueo y sonido de sus cuerdas sirve como método de teletransporte para cualquier melómano.

Principales tipos de guitarra

Aunque lo más común es que la guitarra tenga seis cuerdas, las hay que van desde 4 hasta 18 cuerdas. Los tipos de guitarra que hay son prácticamente infinitos pero a grandes rasgos se pueden agrupar en los siguientes tipos:

  • Guitarra clásica: también conocida como guitarra española, es el origen de las guitarras que conocemos hoy en día. Sus cuerdas son de nylon junto con cuerdas entorchadas metálicas, por lo que el sonido es más dulce. El diapasón (mástil) de la guitarra clásica es más ancho y plano que el de una acústica. La guitarra flamenca es una de las variantes de la clásica pero su tamaño es menor. Asimismo, la madera de la que está hecha suele ser de un tipo menos resonante y más percusiva.
  • Guitarra eléctrica: es aquella que tiene uno o más transductores electromagnéticos (también conocido como pastillas) que convierten las vibraciones de las cuerdas en señales eléctricas que podemos amplificar y procesar. La caja tiene dos micros, uno grave y uno agudo, situados cerca del clavijero. La guitarra eléctrica también tienen sus variantes, algunos tan peculiares como la bouzoukitara, un cuerpo de guitarra eléctrica pero con un segundo mástil de bouzouki.
  • Guitarra acústica: se caracteriza por ser un instrumento de caja hueca encordada con unas cuerdas metálicas. Es rica en armónicos y muy populares sobre todo en la música americana. Las hay más convencionales con 6 cuerdas, pero también las hay de 12, y según su manera de difundir sonido las clasificamos en acústicas o electroacústicas. La diferencia principal es que las electroacústicas cuentan con un previo instalado en el propio cuerpo que se encarga de microfonear y amplificar el sonido. Cuanta más caja tenga, mayor resonancia tendrá.

La guitarra flamenca

Pueden ser los silencios acentuados o la fuerza con la que se pulsan las cuerdas lo que dota de enorme atractivo a la guitarra flamenca. O quizás el misticismo, la pasión o la delicadeza de la mano que recorre las cuerdas del instrumento y que hace parecer sencillo el baile del guitarrista sobre su herramienta. No sabemos cual es el secreto, pero la guitarra flamenca es aplaudida a lo largo y ancho del planeta y los maestros que consiguen dominar el instrumento son los que transmiten la intensidad emocional de la guitarra.

Hoy en Más de Cultura os recomendamos a uno de sus maestros: Rafael Cañizares. Licenciado en guitarra flamenca y profesor de la Escuela Superior de Música de Catalunya, Rafael Cañizares es Premio Nacional de Guitarra Flamenca “Bordón Minero”. El músico empezó su formación con tan solo 13 años de la mano del guitarrista cordobés Antonio Osuna. Poco tiempo después comenzó su andadura como concertista y acompañante en la mayoría de las Peñas Flamencas de Barcelona. Con 15 años debutó de la mano de Manolo del Río en el tablao flamenco «Bodega del Toro». Poco después, con 17, entró a formar parte del elenco artístico en el tablao «El Cordobés», donde, a la sazón, actuaban figuras de la talla de Camarón de la Isla, Lole y Manuel, Farruco, etc.

Tres años después fue auspiciado por el flamencólogo Carlos Almendros para participar en el prestigioso Concurso Internacional de Guitarra Flamenca de Jerez de la Frontera, donde obtuvo, con dieciocho años, su primer galardón. A partir de entonces se convirtió en uno de los guitarristas más solicitados para acompañar al cante en los festivales flamencos que por entonces se prodigaban en Barcelona.

Despacito y a compás

Rafael Cañizares también creó la primera escuela de guitarra flamenca de Cataluña hace más de 20 años. Desde nivel básico a superior, todos los amantes y curiosos del instrumento pueden aprender de la mano del maestro el lenguaje universal de la música.

La escuela ofrece clases privadas a estudiantes de todas las edades y niveles que quieren mejorar sus conocimientos. Para ello, la escuela  ofrece una metodología propia desarrollada por Rafael Cañizares, “Despacito y a compás”, para simplificar la comprensión y mejorar las habilidades de los alumnos.

Si te pica la curiosidad o eres un apasionado por el sonido de las cuerdas flamencas, échale un vistazo al trabajo de Rafael Cañizares. Quien sabe si dentro de unos años eres tú el siguiente maestro de la guitarra flamenca.