«Somos jóvenes, pero no somos idiotas» Todo lo demás, no. Gata Cattana

No le dio tiempo a disfrutar de los buenos tiempos para la música urbana. Ana García era poeta y rapera, o rapera y poeta, también era Gata Cattana.

Con 23 años sentó las bases de una discografía comprometida y hoy, a pesar de los dos años que hace de su muerte, consigue que sus múltiples seguidores recuerden sus letras en las pancartas del 8M, se reedita su poemario «La escala de Mohs» y Juan Manuel Sayalonga lanza un crowdfunding para financiar el documental «ETERNA». Aunque decía que 10.000 oyentes eran un buen ejército, ahora tiene algunos más.

La cordobesa nació en 1991 y sus letras estaban cargadas de denuncia social, historia, peticiones de igualdad… por eso son difíciles de olvidar y constituyen un hito en la música urbana. Ella misma reconocía en entrevistas que siempre había estado a medio camino entre los que decían que era rapera, y los que decían que era poeta. Dos adjetivos que iban de la mano y que no le impidieron formar su «ejército». Con las ideas muy claras,llegó a decir que si Góngora y Quevedo hubiesen vivido ahora, habrían sido raperos.

Su primer trabajo musical fue «Los siete contra Tebas«, en 2013, posteriormente llegarían «Anclas» y «La escala de Mohs» de 2016. No llegó a ver en las tiendas su álbum «Banzai» adelantado al tiempo en el que se escribió y que se ha convertido en un himno para las mujeres.

Una artista que a pesar de su juventud hablaba con soltura de filosofía, historia, política, cultura clásica o arte y a la que seguro le quedaron muchas cosas por contar y aprender. Ella misma decía que sus temas eran para gente activa, para gente puesta en la actualidad con curiosidad.

Perteneciente a esa generación tan comúnmente llamada «perdida», en «Todo lo demás, no», aboga precisamente por la importancia de reivindicar que se puede ser joven pero no idiota. No lo podrá recitar más, pero tiene un ejército que lo hará con esa nueva re-edición.