¿Cuál es la diferencia entre un dildo y un vibrador? ¿Qué tipo de lubricantes existen? ¿Cuál es la mejor manera de usar un arnés? Estas son algunas preguntas que quizás te ronda por la mente, pero que nunca te has atrevido a verbalizar.
Para quitarnos los prejuicios y las vergüenzas de encima, hemos hablado con Isabel Díaz, asesora en reuniones tuppersex sobre sexo, conocimiento y educación.
¿Qué es esto del tuppersex?
Se trata de reuniones que consisten en juntar sobre todo con chicas, pero también grupos mixtos que quieren pasar un buen rato y aprender sobre sexualidad en el ámbito de los juguetes sexuales.
Lo único que se necesita para llevar a cabo esta reunión son ganas de aprender, de pasarlo bien, de divertirse y salir de la rutina.
Nos dices que son más las chicas que los chicos las que vamos a este tipo de reuniones, ¿nos da menos vergüenza hablar de sexo?
Yo creo que es por un tema cultural. Estas reuniones comenzaron vinculadas con el público femenino, y es ahora cuando se está empezando a romper ese tabú masculino y se están animando los chicos. Por suerte, las mentes se van abriendo poco a poco.
¿Qué juguetes destacarías entre todos los que llevas en tu maleta?
El más popular de tema cosmético que es un tipo de gel que se llama “Crema del dragón”, que es una crema efecto calor, un vasodilatador. Es decir que en la zona en la que se extiende, va más sangre, por lo que esa zona se vuelve más sensible, tanto masculina como femenina. En este caso, las chicas salen ganando. (Risas)
¿Qué tipo de gente va a los tuppersex?
Va de todos los colores. Normalmente los grupos suelen ser de un tipo, es decir o muy divertidas o muy calladitas, no suele haber de todo un poco. Normalmente coincide que el público más joven son más calladas, con más respeto, y que no piensan en sí mismas. Nada que ver con las mujeres experimentadas, que tienen clarísimo lo que quieren y que compran para ellas.
Es posible que cuando las mujeres vamos creciendo, llegas a una especie de segunda adolescencia. Ya has experimentado, y ya no te da vergüenza contar determinadas cosas, sabes lo que te gusta y es como si te hubieses quitado los complejos.
¿Se podría usar el tuppersex como parte de la educación sexual?
Sí. Cada asesora enfoca su reunión cómo quiere. Yo lo enfoco a la educación, explicando temas que algunas de las chicas desconocen. A que aprendan desde higiene, sexo en soledad, o cualquier otro tema.
¿Se sigue viendo el mundo de los juguetes sexuales como una perversión?
Sí, por desgracia me encuentro que cuando una de las personas se anima a comprar un producto, el resto del grupo a veces suele comentar sobre ella con exclamaciones y gritos, y otra vez con una cierta vergüenza. Y yo pienso, ¡por favor! Que lo use todos los días y muchas veces.
¿Puedes contarnos alguna anécdota divertida?
Ha habido un montón… ¡claro! Quizá una anécdota divertida fue con la crema del dragón que antes comentaba. Era un grupo de chicas que ya habían hecho una reunión conmigo, por una despedida de soltera, y ahora quería adquirir algún juguete más. El caso es que una chica que se llevó la crema del dragón en la reunión anterior, cuando nos volvimos a ver nos comentó que habían concebido un niño “gracias” a esa crema… niño que estaba a punto de nacer. (Risas.)
Otra anécdota era una señora que era la madre de una de las chicas, que tendría 60 años. Nos contó que tenía un vibrador chiquitito en su casa y lo tenía de adorno porque era muy bonito, porque no sabía para qué servía. Fue al verlo entre los juguetes que yo llevaba, que se dio cuenta para qué servía y de repente lo entendió todo. (Risas.)
Entonces, ¿hay madres e hijas que se van a los tuppersex?
Sí, es habitual hacer reuniones de tuppersex que sean con un grupo familiar. Mi tía, mi madre, mi prima… Es una manera de quitarnos esa vergüenza.
¿Por qué atreverse a hacer una reunión de este estilo?
Primero para divertirse y aprender, y también para poder entender y “probar” los productos. Hay veces que al comprar por Internet no tenemos toda la información sobre el producto. En estas reuniones se explica perfectamente para qué sirve, cómo se usa, e incluso si se puede probar (como es el caso de los productos de cosmética), se puede hacer.
Desde Más de Cultura os animamos a que disfrutéis del sexo, pero también que os atreváis a conocer vuestro cuerpo sin tabús ni vergüenzas. Y el verano es un buen momento para quererse mucho y bien. ¿No creéis?
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