El último debate electoral duró 15.300 segundos. Los candidatos dedicaron a la cultura, a TODA la cultura española, 80 segundos. Entre los cuatro. Fue la palmaria demostración de que a los españoles la cultura se la pela. A gobernantes nacionales y de provincias, a políticos de cualquier ideología, a partidos de todo color, a millones de votantes y a los medios de comunicación.
La inmensa mayoría de los políticos en España desprecian la cultura y se mueven únicamente en la oficialidad cultural. Raro es verlos sin fotógrafos, invitación y ágape en un teatro, en una exposición, un estreno de cine que no sea el oficial o la presentación de un libro que no sea de uno de los suyos. De los pocos que respetan, conocen y viven la cultura en España quizás destaquen Pablo Iglesias y Ángel Gabilondo. Hasta los reyes van más a salas en versión original que miles de cargos públicos. Y está muy bien que los políticos lloren por Notre Dame, pero como ha recordado Gloria Bretones (Begin Again Films), jamas se les ve hacerlo en sus redes sociales por el cierre de una sala de cine, una conocida librería, un viejo teatro o una galería de arte.
Lo que ningunearon los señores candidatos en ese barriobajero debate es el 3,5% del PIB y casi un 4% del empleo total, un gasto anual en bienes y servicios culturales de 14.000 millones de euros, el 2,5% del gasto total en bienes y servicios.
David Torres (Público) ha sido de los más certeros: “Que el debate electoral venga a caer justo el Día del Libro suena un poco a cachondeo. Ni uno solo de los cuatro aspirantes mencionó la cultura en sus proclamas, la literatura, el cine, el arte o los tebeos, ni de refilón. El único, Pablo Iglesias, que tuvo el mal tino de llevar la Constitución, cuya prosa no es que tenga muchos vuelos y además pertenece al género fantástico”.
¿Y la llamada “gente de la cultura”? Sin mojarse y a la espera, que no se sabe quién va a gestionar los dineros culturales tras las elecciones. Solo la vieja cultura oficial, los de siempre, ha dado misa en su santuario habitual: el Círculo de Bellas Artes. ¿Adivinan? Pedro Almodóvar, Pilar Bardem, Joaquín Sabina, Ana Belén, Joan Manuel Serrat, Fernando Trueba, El Gran Wyoming, Iñaki Gabilondo, Maruja Torres… Todos pidieron movilizarse a la “España real contra las mentiras reaccionarias”. O sea: votar al PSOE.
Los candidatos solo son cuatro españoles más que tratan con igual desprecio que el resto a la cultura, que no sirve en el ring, no da audiencia y no importa a nadie. Dedicarse a la cultura en España es que te miren por encima del hombro, tener una vida de mierda, pasar hambre y ser completamente ninguneado.
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