En las fotografías de Alina Nadolu (@alina.nadolu) encontramos retratos que no son sólo de rostros. Manos, escenarios, luces y expresiones. Llegamos a sus instantáneas bajo la recomendación de Luna Pantoja (Luna Pan), que como bien avisaba, tienen «una inclinación casi melancólica por las manos y los retratos».
Esta mallorquina de 25 años reside ahora en Valencia y desde allí se dedica a la fotografía. Sin embargo, el interés por este arte le viene de los 14 años, cuando creaba composiciones con objetos que tenía por casa y retrataba a amigos y familiares con una cámara compacta de la marca Olympus.
Tu trabajo se centra en retratos ¿Qué tiene de especial fotografiar a personas?
Para mí, fotografiar a personas ofrece muchas posibilidades que suelen surgir de la espontaneidad.
Me gusta planear las sesiones fotográficas lo menos posible. Eso hace que la captura de imágenes se convierta en un juego, un desafío.
Disfruto improvisando con los elementos que he juntado para la escena: modelo, localización, atrezzo… etc. Una forma de trabajar, por ejemplo, es que la persona a la que retrato sugiere una pose y, entonces, busco la mejor composición de la acción jugando con el entorno.
En el mundo de la fotografía, ¿es imprescindible vivir de ser freelance para poder pasarse después a la parte artística?
En mi opinión, no dejas de ser freelance para dedicarte a la fotografía artística. Ambas cosas van de la mano.
«Me gusta la imprecisión y la sensación de obtener físicamente las fotos»
Siempre surgen encargos, los cuales son necesarios para poder subsistir económicamente. Ahora mismo trabajo como profesora y paralelamente desarrollo mi labor como fotógrafa.
¿Hace falta una buena cámara o se pueden hacer maravillas si se sabe usarla?
Por un lado, si uno quiere dedicarse a la fotografía, sí que es recomendable estudiar la imagen fija y su funcionamiento.
Por otro lado, la cámara hace mucho. Y ojo, tener una buena cámara no significa comprar la más cara del mercado.
«cuando realizas fotos con un fin diferente al que se les da en las redes sociales, la gente lo percibe como algo diferente y gusta»
Las buenas cámaras son las que te ofrecen las mejores posibilidades acordes a tus objetivos artísticos o profesionales.
En mi caso, utilizo una cámara digital Nikon D750 para elaborar la mayor parte de mi trabajo. Al mismo tiempo, llevo 10 años utilizando una instantánea Instax Wide de Fujifilm para los recuerdos fotográficos más personales. Me gusta su imprecisión y la sensación de obtener físicamente las fotos.
¿A un fotógrafo le gusta que le hagan fotos?
Creo que eso depende mucho del fotógrafo. Yo he posado algunas veces para otros artistas, pero me resulta difícil disfrutar cuando no estoy controlando la cámara.
¿Te pasa a menudo lo de: “esto son cuatro fotos…”?
Siento decirte que me ocurre lo contrario. Me sorprende la cantidad de gente que aprecia la fotografía.
Creo que cuando realizas fotos con un fin artístico, a diferencia del fin que se le da en las redes sociales, la gente lo percibe como algo diferente y gusta.
¿Qué proyectos fotográficos son los que más te apasionan?
En mi caso no suelo trabajar por proyectos, sino por temáticas.
Como ya se habrá podido observar, me gusta fotografiar las manos de la gente. Me he dado cuenta de que un retrato no tiene porqué ceñirse al rostro de una persona.
Una mano también puede representar a alguien o mostrar una acción concreta. Por otro lado, tengo una gran colección de sesiones fotográficas en la escena urbana, especialmente de noche.
Utilizo fuentes de luz que son propias del mobiliario urbano, como farolas o neones, que me sirven para iluminar al modelo. Si surge, suelo juntar ambos conceptos y fotografío manos con iluminación de la calle.
Para el futuro, ¿algún reto que te gustaría conseguir?
En un futuro me gustaría experimentar más con las cámaras instantáneas y realizar sesiones fotográficas exclusivamente con ellas.
¿Seguimos la cadena de talento?
Recomiendo todo el trabajo de Marta Ruiz Anguera, que aúna una enorme destreza pictórica con el arte conceptual.
¿Más de cultura y menos de qué?
Más de cultura y menos abandono escolar.
Deja tu comentario