Madrid cuenta con una oferta cultural tan variada, que a veces pasamos por alto ciertas actividades no menos importantes, incluso viviendo en la capital. Es el caso del Museo Lázaro-Galdiano, una especie de oasis rodeado por un precioso jardín que encierra el legado de José Lázaro Galdiano.
Conocido como un “humanista del siglo XX, interesado por todas las artes y saberes”, Galdiano dedicó su vida a la búsqueda de nuevos tesoros para su colección. El edificio que contiene todos estos objetos es el palacio Parque Florido. De estilo neorrenacentista, fue residencia familiar y marco de múltiples fiestas y tertulias de principios del siglo XX.

La decoración interior, esos techos pictóricos de motivos mitológicos en gran parte, son un reclamo más de la visita. Si bajamos un poco los ojos, encontraremos obras de grandes maestros de la pintura muy admirados por Lázaro Galdiano: El Bosco, Cranach, Madrazo, Velázquez, Ribera, Zurbarán, Murillo o El Greco. Si bien es cierto que todos estos artistas tienen su espacio de honor en el museo, hay uno por el que este mecenas sentía verdadera predilección, Francisco de Goya. Llegó a reunir ocho pinturas y otros dibujos, estampas e incluso cartas personales. En esta colección encontramos cuadros tan simbólicos como El Aquelarre o Las Brujas.

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De hecho, el museo presta especial atención en Goya en la revista del mismo nombre fundada en 1954 por el historiador José Camón Aznar. Si hablamos de literatura, hablamos de otro estandarte de la colección Lázaro Galdiano. Una selecta colección de manuscritos que incluye incunables e impresos desde el siglo XVI al XVIII. También encontramos documentos de primer orden como El ceremonial de la Consagración y Coronación de los reyes y reinas de Aragón del S. XIV.

Más allá de la pintura y la biblioteca, quizá el aspecto más original de este museo son sus objetos de coleccionismo en miniatura, que comparten espacio con joyas, esculturas, tejidos, platería, mobiliario o cerámica. Desde la propia fundación lo definen como “una colección de colecciones”.

*Fotografía de portada: Museo Lázaro Galdiano. Todos los derechos reservados.