Fotografía: Autoretrato de Farah López.

«Hasta el culo de vivir en el infierno», es la declaración de intenciones de Farah López en su nueva cuenta en instagram (@diabolicosaturno) con la que da un giro a otras disciplinas artísticas en las que había centrado su primer perfil: @saturnocturno.

Tiene 22 años y es natural de Zaragoza, llegó a Valencia para estudiar Bellas Artes y la ciudad le conquistó. En su trabajo pictórico vemos oscuridad, ella misma nos confiesa que no es aleatorio, que representa una etapa vital. También vemos movimiento, porque como ella misma ha recalcado en alguna otra ocasión, a veces las imágenes fijas tienen mucho más movimiento.

En cuanto a consejo, nos quedamos con el de su abuelo: “Gracias a situaciones difíciles se hace concha”. Para romperla, esta entrevista.

Vídeo de Farah L en Vimeo.

Estamos aquí porque te ha recomendado Marta Ruiz Anguera. Dice que eres la persona que más le has inspirado…

¡Madre mía! para mí es un alago tremendo viniendo de ella. Y eso que los caminos que estamos llevando cada una son muy distintos. Pero al final, todo lo que te rodea, toda creación exuda arte, te acaba impregnando de lo que sea.

Y yo también, cada vez que publica, pinta, la forma que tiene de crear es una pasada.

También destaca tu mundo interior. ¿Es importante tenerlo para ser artista o eso viene de serie?

Es super importante tener un mundo interior pero ya no sólo para el arte, en general para ser persona (risas).

«A la hora de crear necesito distanciarme un poco para saber qué estoy haciendo y por qué»

No creo que todo esté en el mundo exterior. El mundo interior también es un refugio y un espacio de pensamiento y auto-conocimiento. Es básico.

A mi mundo interior le tengo mucho cariño. Me interpreto a mi misma a la hora de crear en un mundo oscuro que no se muy bien de dónde surge pero ahí está.

Digamos que en mi caso tengo un diálogo con ese mundo interior distanciándolo un poco de lo que soy yo conscientemente y lo que llevo por dentro.

A la hora de crear necesito distanciarme un poco para saber qué estoy haciendo y por qué.

En tu obra vemos ilustración, fotografía, vídeo… Me resulta curioso porque dices que has descubierto que a veces hay más movimiento en las fotos que en el vídeo…

Sí. Yo trabajo con vídeos muy cortos en los que tampoco hay un excesivo movimiento. No hay una narrativa, son pequeñas acciones.

Pero me da mucho que pensar eso de que en el parón o en la foto fija tú mismo puedes crear ese movimiento. Tienes el tiempo de fijación para darte cuenta de esos detalles que probablemente en el movimiento no te da tiempo.

«Estos últimos años han sido para enfrentarme a mí misma, conocerme. Por eso he trabajado mucho con el autoretrato y con el físico»

Por eso recreas en tu propio tiempo, el tiempo de esa imagen.

Como referentes, hablando de esto tengo a La Jetée de Chris Marker, que es totalmente esto. Aunque sea foto fija tras foto fija, está dentro de una narrativa y cada fotografía tiene un tiempo limitado.

El tiempo que en el arte es relativo. ¿Cambian las obras en función del tiempo en el que uno las consume? 

Sí, además a mi me impacta muchísimo el hecho de que puedas estar observando una obra de arte en un momento preciso y que en otro momento de tu historia puedas mirarlo con otra mirada totalmente distinta y signifique algo distinto.

Claro, lo que cambia ahí no es la obra de arte, eres tú.

Tus ilustraciones son de trazo duro, ¿por qué esta estética oscura?

Precisamente me has pillado en un momento en el que estoy en transición. Todo lo que llevo haciendo en estos últimos años son cosas bastante tétricas u oscuras. Creo que esa etapa la estoy dejando ahora mismo un poco atrás.

«veo que está todo el mundo muy enfadado y a mí lo único que me sale ahora es reírme»

El hecho de que sean cosas brutas o bastas tiene que ver con un reflejo personal. Estos últimos años han sido para enfrentarme a mí misma, conocerme y también por eso he trabajado mucho con el autoretrato y con el físico.

Todo para trabajar la manera de representarme hacia el mundo para entenderme mejor.

Portada y página 6 de YERMA

Este ejemplo lo vemos en las ilustraciones de YERMA bastante explícitas…

Ahora justo he creado otra cuenta que es todo lo contrario. Minimalismo y simpleza. En los inicios de Saturnocturno aparecen figuras y personajes muy simples. Y he vuelto a retomar esa rama pero quiero darle un toque más ligado a la comedia o a la crítica social.

Para reír de lo que es la vida porque veo que está todo el mundo muy enfadado y a mí lo único que me sale ahora es reírme.

Tienes una colección llamada «Fragmentos de un ego» ¿Crees que hay demasiado ego en el mundo artístico?

Completamente. A ver, también…sin ego no se sobrevive. En mi caso, no se si por suerte o por desgracia no creo que rompa con lo que es entrar en el mundo artístico. Solo se que a mi me gusta crear y que me gusta experimentar.

Pero no te puedo hablar del mercado de arte porque no lo he experimentado. Pero viéndolo desde fuera, por lo menos en este momento parece que se ven más a los artistas como personajes que a su propia obra. Vale más una historia que una obra en sí.

¿Dónde te gustaría verte de aquí a 5 años?

Uf, llevo un poco mal eso de proyectarme al futuro. Mi cabeza me dice que no me haga ilusiones porque pueden no cumplirse.

Creo que he pillado mi último proyecto con muchas ganas y me gustaría hacerlo más grande. Tengo viñetistas que me encantan como referentes y que están triunfando.

Me haría muchísima ilusión que esos mensajes cortos que fabrico y que están en periodo de prueba se hagan algo más grande y que la gente pueda compartirlos.

La cita de tu abuelo: “Gracias a situaciones difíciles se hace concha”. ¿Vivir del arte es una situación difícil?

Completamente. Ya te lo digo. Ahora mismo llevo un bar con mi madre, tenemos negocio propio y claro, el rollo del arte ahora mismo no me lo planteo para nada como una forma independiente de vivir.

Pero todo es una experiencia, de las situaciones malas y del dolor se saca mucho.

¿Continuamos con la cadena de talento?

Marina Yvette… que es una amiga también de nuestro círculo. No puedo pensar en otra persona porque su trabajo, cada vez que lo veo, es como esa belleza que está apunto de descolgarse, es casi efímera pero pillas el momento de verla y de disfrutarla. Siempre me remite a esa sensación. Es muy delicada, muy bonita.

Os recomendáis entre mujeres, qué maravilla de sororidad…

Qué bien, qué guay…

¿Más de Cultura y menos de qué?

Más de Cultura y menos miedo.