A Manolo Millares le rodeó, desde su nacimiento, una continua inspiración artística. Hijo de poeta y dibujante y de madre pianista, criado en las playas canarias, algunos años en Lanzarote, y rodeado en su casa de arte, su dedicación estaba cantada: el mundo del arte estaba a sus pies.

El pequeño Millares se dejó impresionar por varios impactos que marcó su talento para siempre: «Los caprichos de Goya», que sus padres tenían en láminas expuestas en las paredes. Ésto influiría rotundamente en su trabajo: el grabado, los aguafuertes y la punta seca caracterizarían el arte definitivo de un artista que a finales de los años 50 ya estaba exponiendo en el MOMA de Nueva York.

Pero hubo una segunda impresión que le marcó desde niño: las pintaderas -pinturas rupestres canarias. Esto definió su gusto por la abstracción y por los conceptos más primitivos.

Y debemos hablar de otro elemento más que también captó su atención, fina y sensible: las telas con las que cubrían a las momias y que descubrió en el Museo Canario. Este elemento unido a su fuerte connotación provocó que la tela de arpillera marcara su obra más emblemática.

Si a estas impresiones, unimos su sensibilidad ante lo oscuro del ser humano y su sentido de la justicia y la tolerancia, nos encontramos con un arte expresivo donde abundan los trazos secos, manchas, tachaduras…y su querencia por la tela de arpillera que agujeará e «inundará» de pintura negra.

Obra de Manolo Millares

Sus colores el negro, el blanco y el rojo marcan su estilo, su visión y su expresión. Manolo Millares es un artista de una enorme profundidad que vale la pena descubrir poco a poco. En su arte se concentra una parte muy oscura de la historia, la misma que Goya encontró un siglo antes que Millares.

Manolo Millares es una de las máximas figuras del arte contemporáneo de nuestro país y alguien le ha calificado como «el hijo entrañable de Goya»…Por cierto no sé si saben que en estos momentos se está proyectando en Madrid una película sobre la cabeza perdida del autor de «Saturno devorando a su hijo». Se titula «Oscuro y Lucientes».

Coincidiendo en el tiempo, comienza una exposición de Manolo Millares. Les propongo que hagan un plan cultural completo, quizá la realidad que estamos viviendo a día de hoy la entendamos algo mejor a través de los artistas que la explicaron en siglos anteriores y consecutivos.

“Descubrimientos Millares, 1959-1972”

MUSEO DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
c/ Alcalá, 13. Madrid
Hasta el 5 de enero de 2019