Vera es una de esas artistas que te alegran el día en cuanto abres Instagram por la mañana, y no lo digo porque sus mensajes sean de positivismo absoluto, que tampoco. Es porque sus ilustraciones son un reflejo del sentimiento colectivo, y nada mejor que sentir que alguien te entiende entre todo el barullo de las redes sociales. Sincera, auténtica y sin pelos en la lengua, así es Vera Yin Yang.

En primer lugar, nos ha llamado mucho la atención tu nombre artístico. ¿Por qué Vera Yin Yang?

Todo vino cuando quise conocerme realmente. Me dí cuenta de que no sabía quien era, sino que había interiorizado todos los mensajes negativos que habían dicho sobre mi. Estaba acostumbrada a escuchar que yo era oscura y negativa, y cuando de pronto una persona, fuera de mi circulo habitual, me dijo que yo era alegría y luz, comencé a replantearme quien soy. Me di cuenta que dentro de mi, habitaban muchas versiones, que quería conocer y aceptar a cada una de ellas.

También soy una persona que siente la necesidad de estar en continua búsqueda, en continua transformación, y además siempre me gusta observar las ideas, las cosas, desde varios puntos de vista distintos… También se puede ver en mi trabajo que fluyo de una emoción o de una idea a otra. Dependiendo de cómo me levante ese día. De todas formas, no soy una persona para nada entendida en esta teoría. Pero decidí ponerme ese nombre porque un día pensé que reflejaba todo esto.

 

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¿Cuánto hay de Vera Yin Yang en cada ilustración? ¿Te sueles basar en experiencias propias para crear tus ilustraciones?

Toda yo. Siempre he hecho esto. Desde que tengo uso de razón. Es mi forma de expresarme. De entender la realidad que vivo, de poner un orden a todo lo que pasa en mi cabeza. Es una necesidad. MI salvavidas.

A nivel profesional, como ilustradora, soy capaz de ilustrar otras historias y lo hago,me documento y lo hago mío hasta que lo puedo interpretar desde mi propia perspectiva. Pero he de reconocer que lo que más me gusta, lo que más disfruto y lo que mejor hago es vomitar lo que me está quemando por dentro. Lo que vivo y lo que siento. Al principio me preocupaba ser tan sincera, pero me he dado cuenta de que haciéndolo así puedo ayudar a otras personas. Al hablar de cosas que he vivido, es más fácil que surja esa conexión. Hay personas que empatizan con lo que estoy contando,  dejan de sentirse solas, de sentirse como un bicho raro y  hacen esa reivindicación suya también.

Vera Yin Yang retrato

¿Crees que el arte puede ser una herramienta política?

El arte, para mi es sensibilidad, belleza… Pero también es provocación, reflexión… Creo que al fin y al cabo, el artista muchas veces se inspira en lo actual y cotidiano. Además el artista que es consciente de que como individuo forma parte de una sociedad, y de que como tal, no puede escapar de las decisiones de los politicos, verá en su arte una herramienta política y la utilizará.

Creo que el arte es una herramienta eficaz para llevar mas allá un mensaje, una visibilización, una lucha.

El arte es necesario.

«Estamos hasta los ovarios de tantos cojones», tus ilustraciones llevan impregnada la palabra feminismo. ¿Consideras que tu arte va más allá de lo estético?

Como he dicho, mis ilustraciones hablan de lo que yo estoy experimentando, me gusta ver reflejada mi postura en cada una de ellas. Si hablan de feminismo es porque para mi ha sido y es necesario plasmar ese tema en mi trabajo. En realidad, creo que el tema que engloba a mi trabajo es la búsqueda de mi propia libertad.  Me gusta ver mi trabajo no como algo que va mas allá de lo estético, más bien como algo que nace desde mi propia visión, de mi forma de expresarlo, de mi necesidad de gritar… No rechazo lo estético en si, sino la obligación de tener que seguir una estética determinada.

Tus obras respiran una personalidad muy propia. ¿Cómo llegaste a crear estas mujeres tan expresivas y llamativas? ¿Te inspiraste en algún referente?

Me fascina la cara. Las expresiones faciales. Cómo nos comunicamos a través de esta. Cómo es el reflejo de cómo nos sentimos y también cómo otras veces la utilizamos como una máscara para esconder nuestras emociones. Las sonrisas tristes, las diferencias entre la tristeza y la depresión… Siempre dibujo rostros. Me encanta. Siempre la cara. Es una fijación que tengo.

Siento placer al dibujar mujeres. Más que hombres o niños. Por eso casi siempre lo hago. Sobretodo mujeres con rasgos fuertes, marcados… Y me esfuerzo mucho para que demuestren lo que están pensando en ese momento. Cuando dibujo es como si el personaje y yo llegáramos a empatizar. Por un lado intento que esa mirada exprese lo que quiero decir, y por otro, mientras la dibujo, experimento la emoción que esa mirada me transmite. También me doy cuenta de que muchos rasgos se repiten, y muchos son rasgos míos. Mi nariz redonda, mi mandíbula marcada, mis ojeras….

Aunque sea el retrato de una persona, no intento copiar la fotografía en si, sino que trato de dilucidar lo que esa persona está sintiendo.

 

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Has trabajado para Netflix y Amnistía Internacional, ¿a qué proyecto le tienes un cariño especial?

Ambos hablaban de feminismo. Dibujar a Paulina me hizo mucha gracia, pero ver mi ilustración en las calles el 8 de Marzo en los tarjetones que repartía Amnistía me hizo emocionarme muchísimo.

¿Cómo llevas esta etapa de confinamiento? ¿Te está sirviendo para reflexionar, para crear, para ambas cosas o para ninguna?

Parecerá una tontería, pero lo que llevamos de año está siendo para mi una nueva etapa de crecimiento y cambio. Tengo épocas en las siento que evoluciono menos o de una forma mas lenta, pero estos meses estoy notando un cambio muy grande.  Habitualmente soy una persona que disfruta mucho estando sola, a lo suyo, creando…  Poco sociable… Por lo que el confinamiento no difiere mucho de mi vida habitual.. Aunque si que me ha permitido olvidarme del trabajo por encargos y del producto y enfocarme mas en la experimentación y la reflexión. Leer mucho y escuchar música. He dejado un poco de lado la ilustración digital y me he dedicado más a pintar, a experimentar con la materia, a «el arte por el arte».

Quería haber dedicado el tiempo del confinamiento a proyectos futuros que tengo pendientes , pero al final, creo que la opción de dejarme fluir ha sido la más acertada, porque ahora lo estoy empezando a ver reflejado en mi trabajo y porque lo he disfrutado mucho.

En nuestra revista nos gusta descubrir a artistas desconocidos para el gran público, ¿podrías recomendarnos a algún artista actual que te llame especialmente la atención?

No.

Jajajaja

A ver… Generalmente, en cuanto a pintura e ilustración, si de pronto me topo con un/a artista que me flipa o que me gusta mucho su obra, intento no seguir su trabajo, dejo de observarl@ para no contaminarme, para no terminar copiando a nadie. Lo que si que podría es nombrar a much@s que sigo porque hay algo que me gusta o me entretiene… Por ejemplo, me gusta ver los retratos que pinta  Darren Butcher, las pinturas de Hope,  las fotografías de Laurence Philomene o de Sasha Asensio. Las locuras de Chinaocho, Polly Nor o Tara Booth, las viñetas de Flavita, las movidas que hace Enrico Robusti….

Haciendo referencia al nombre de nuestra revista, ¿Más de cultura y menos de qué?

Menos de ocio masivo. Menos de dejarnos llevar por lo que nos venden. Menos de paseos por el centro comercial. Menos dormitar delante de una pantalla tragándonos lo que nos ponen. Hace falta más pedagogía del ocio. Hace falta mas curiosidad por la vida.