El orgasmo femenino ha sido un tema tabú en el cine y no muchos cineastas se han atrevido a mostrarlo sin tapujos en pantalla, ya sea en serio o en comedia.
En Thelma & Lousie (1991) Thelma (Geena Davis) tiene su primer orgasmo con Brad Pitt. En American pie (1999) Tara Reid hizo famoso su “Ya me voy”. En Monsters Ball (2001) Halle Berry tiene un gran orgasmo tras un cunilingus. Tampoco olvidamos, claro, cómo se lo montan las chicas de La vida de Adele (2013). Son unos cuantos los clímax femeninos en el cine no erótico o pornográfico, y estos los favoritos de MDC:

1. Éxtasis (1933)

Hedy Lamarr fue una mujer brillante e inventora (nada menos que la precursora del WiFi) pero también la protagonista del primer orgasmo femenino de la historia del cine. Fue en esta película de Gustav Machatý y generó tal escándalo que hasta el papa Pio XII la denunció públicamente. Para colmo, fue el orgasmo fingido por una actriz menor de edad porque Lamarr mintió en su prueba de casting: en realidad tenía solo 17 años.

2. Barbarella (1968)

De éxtasis también puede matar el Orgasmatron, máquina en la que es introducida una bella Jane fonda en Barbarella, una película mala de narices aunque para muchos es un clásico de la ciencia ficción. Fonda, más que satisfecha, termina cargándose la máquina. Por cierto: el personaje del científico desaparecido, Duran Durand, fue la inspiración para dar nombre a uno de los grupos más famosos de los años ochenta: Duran Duran.

3. El Dormilón

Woody Allen también se carga el Orgasmatron cuando es perseguido y acaba escondiéndose en la máquina, que antes ha usado Diane Keaton. El dormilón, que fue pensada como película muda (en un mundo en el que el ser humano se ha olvidado de hablar), pertenece a su etapa más marxista (de Groucho), antes de su magnífica Annie Hall, también con su musa Keaton. Allen invitó a comer a Isaac Asimov para asegurarse de la factibilidad de las ideas de su guión y contrató al recientemente fallecido Douglas Rain (voz de HAL 9000 en 2001) para poner la voz de la computadora maligna.

4. Bienvenido Mr. Chance

En esta película también hay un guiño al 2001 de Kubrick: se escucha la versión disco del Así habló Zarathustra por Eumir Deodato. En esta magnífica farsa de Hal Ashby el personaje de Shirley Mac Laine se masturba ante un impertérrito Peter Sellers, un hombre con retraso mental, carente de deseo sexual y que solo quiere ver la televisión. Cuenta la leyenda que la toma del orgasmo de Mac Laine, sobre una alfombra, se repitió 17 veces.

5. El jovencito Frankenstein (1974)

Todavía más gracioso que el orgasmo de Mac Laine es el de la inmensa cómica Madeline Kahn en esta inolvidable parodia de clásico de terror de James Whale. Dentro de ese humor vulgar pero tronchante que tanto le gustaba a Mel Brooks, Elizabeth descubre el inmenso miembro viril del monstruo y canta: “Oh, misterio de la vida, al fin te he encontrado”.

Porky’s (1981)

Y para vulgar este clásico que alquilábamos en el videoclub en los años ochenta y en el que una joven Kim Cattrall (Sexo en Nueva York) más que cantar aúlla. Los pajilleros que protagonizan esta estúpida y muy taquillera película quieren saber por qué a su cachonda profesora de gimnasia le llaman Lassie. Todo muy fino y elegante.

7. Un pez llamado Wanda (1988)

El personaje de Jamie Lee Curtis se pone muy cachonda cuando le hablan en italiano (en el guión era en francés). En la mítica escena del orgasmo de Kevin Kline, con esos caretos antológicos, Jamie Lee Curtis tuvo que hundir su cara en una almohada para no soltar una sonora carcajada que arruinase la toma.

8. Átame (1989)

Cuando Almodóvar todavía tenía algo que contar y lo hacia de forma virtuosa. Victoria Abril, desnuda, se relaja en la bañera con un submarinista de juguetes que explora sus partes más íntimas.

9. Cuando Harry encontró a Sally (1989

El de Meg Ryan en esta película es el orgasmo fingido más famoso de la historia del cine. La escena se rodó en un restaurante de Nueva York llamado Katz´s Deli (en el 205 de la calle East Houston de Manhattan) y en la mesa en la que Ryan gritó de falso placer hoy hay una placa en la que se lee “Donde Harry encontró a Sally”. La famosísima escena no estaba en el primer borrador del guión y fue censurada en la versión que emitían los televisores de algunas aerolíneas norteamericanas. Emma Stone emuló a Ryan en Rumores y mentiras (2010) sobre una cama. No tuvo tanta gracia.

10. Delicatessen (1991)

Uno de los arranques visualmente más brillantes de los años noventa y una película que marcó una época y fue muy imitada. Todo cinéfilo recuerda esa orquesta sexual con un violonchelo, muelles, un inflador, un sacudidor de alfombras, un metrónomo, una brocha… brillante. Hay quien dijo que la película era una interpretación surrealista de Delicado delincuente (1957), con Jerry Lewis.