Hoy cada vez destacan más mujeres cineastas en el difícil y muy elitista negocio del cine. Y con cineastas me refiero a cualquiera de los oficios que abarca el cine. Hasta hace solo unas décadas los oficios de cine encargados a las mujeres eran el de scrip, maquillaje, peluquería y vestuario, gremios por otra parte muy importantes y en los que podemos encontrar a verdaderas maestras como la legendarias diseñadoras de vestuario Edith Head (ocho Oscar y 11 películas con Alfred Hitchcock, además de inspirar el personaje de Edna Mode de Los increíbles), Milena Canonero (La naranja mecánica), Colleen Atwood (inseparable de Tim Burton) o nuestra Sonia Grande (habitual de Woody Allen y Almodóvar).

Pero las cineastas son más que las diseñadores de vestuario o maquilladoras, también son guionistas (como Sarah Silverman o Diablo Cody), productoras (como Kathleen Kennedy o Amy Pascal), directoras de fotografía (pocas, desgraciadamente), montadoras y por supuesto directoras.

En este reportaje para una fecha como el ocho de marzo (elegida para recordar la espantosa muerte de 120 mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York en 1875) vamos a recordar a ocho cineastas que han marcado la historia del cine, muchas desconocidas y algunas españolas:

Alice Guy

De ella ya hablamos ampliamente en MDC. El caso Guy dice muy poco de cómo el hombre ha escrito la historia, en este caso del cine. No encontrarán a Guy en los manuales oficiales y es realmente vergonzoso. Mientras todo estudiante debe conocer a los hermanos Lumière o a Georges Méliès, nadie sabe de Alice Guy, que rodó su primera película en 1896 y que se conoce como el primer film de ficción de la historia. Guy llegó a rodar más de 1.000 películas, de las que solo han sobrevivido una centena. A diferencia de Melies, que se arruinó tras ser estafado en los Estados Unidos (acabó regentando un puesto de chuches), Guy llegó a fundar su propia productora norteamericana ¡y hasta rodó la Pasión de Cristo casi un siglo antes que Mel Gibson! Para los interesados: Alejandra Val Cubero ha escrito un interesante libro sobre ella titulado Vida de Alice Guy Blaché.

Helena Cortesina

¿A que esta mujer no les suena de nada? Normal, porque el régimen franquista la borro de la historia. Pero fue nada menos que la primera directora del cine español. A Cortesina la apodaban la Venus de Valencia por su belleza y sus posados para Joaquín Sorolla. Se llamaba realmente Elena Cortés Altabas, pero se cambió a Cortesina, apellido se empezó a conocer en los carteles de los espectáculos de variedades tanto de España como de Europa y América. Y frente a los cánones de la época, Cortesina, como Alice Guy, se hizo empresaria y fundó su productora: Cortesina Films. Una mujer a reivindicar.

Mary Pickford

La llamaron “La novia de América” y fue la primera gran estrella femenina de Hollywood y también una guerrera: exigió y consiguió históricas mejoras en sus hasta entonces férreos e injustos contratos. Como Chaplin, Pickford venía de la extrema pobreza hasta que su destino cambió de manera fulminante cuando fue descubierta por el cineasta David W. Griffith. Con estos dos cineastas y con Douglas Fairbank (con el que llegó a casarse creando la pareja más famosa de Norteamérica) fundó el famoso estudio United Artists, la simiente del cine independiente.

Ana Mariscal

También empezó en el teatro y acabó bajo la dirección de Luis Escobar (tipo cultísimo que fue mucho más que el marqués de Leguineche de La escopeta nacional). Mariscal fue protagonista de la repugnante Raza, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia y escrita nada menos que por Francisco Franco. También trabajó a las órdenes de buenos realizadores de la época franquista como Ignacio F. Iquino, Manuel Mur Oti o José María Forqué. Rodando le entró el gusanillo de producir y dirigir y en 1952 fundó Bosco Films, debutando como realizadora con Segundo López, filme neorrealista y con muy poco dinero detrás. Fue un fracaso sonoro, por lo que tardó cinco años en levantar su siguiente película, el folletín Con la vida hicieron fuego. Fue otro batacazo, igual que una de las grandes películas malditas de cine español y que lleva su firma: El camino, basada en la novela de Miguel Delibes.

Leni Riefenstahl

Sí, era una asquerosa nazi, pero fue una cineasta excepcional. Su sueño era la danza y su profesora fue la famosa bailarina rusa Eugenie Eduardova, pero varias lesiones graves la alejaron de ese mundo, que sustituyó por el cine y, desgraciadamente el fascismo. Cuando vio a Hitler y todo su terrorífico circo en el Palacio de Deportes de Berlín, quedó tan embriagada que decidió escribirle una carta. La misiva tuvo respuesta y fue el embrión de su Trilogía de Nuremberg, documentales sobre el nacionalsocialismo titulados Victoria de fe, El triunfo de la voluntad y Día de libertad. Cerró su obra de este periodo rodando los XI Juegos Olímpicos de Verano con la excepcional Olimpia, estrenada el día del cumpleaños del Führer. Por supuesto, tras la guerra fue detenida, desahuciada y señalada de por vida.

Ida lupino

Mujer de carácter y muy independiente, no le gustaba que los grandes estudios le mangoneasen y le dijesen las películas que tenía que hacer. La “Jean Harlow inglesa” aprendió a dirigir trabajando con Raoul Walsh, Archie Mayo o Jean Negulesco y también fundó su propia productora. Fue en 1948 y la llamó The Filmakers, compañía independiente con la que filmó seis películas. La empresa tuvo que cerrar en 1955 y Lupino acabó trabajando como actriz en televisión, en famosas series como El Fugitivo o Los Intocables.

Agnès Varda

La llaman la “abuela de la Nouvelle vague” y es una de las pioneras del cine feminista. Su cine no es en absoluto comercial y está enmarcado en el cine experimental. Sus películas más conocidas (dentro de lo poco conocida que es Varda para el gran público) son Cleo de 5 a 7, La felicidad, Una canta, otra no y Sin techo ni ley. Varda es una mujer de una libertad y coherencia únicas y admirables.

Kathryn Bigelow

En las antípodas de Varda, Bigelow es una excelente directora de cine comercial y de acción y poca broma con ella porque ¡trabajo durante un tiempo como agente de policía! Apadrinada por Oliver Stone y James Cameron, con quien vivió un breve y demencial matrimonio de dos años, es la más laureada de la lista al ser la primera y única mujer que ha ganado el Oscar a Mejor Dirección, con The Hurt Locker. La brutal Detroit, su última película, no tuvo el éxito que merecía.

Este ha sido nuestro repaso, por supuesto subjetivo y sin pretender ser riguroso o académico. Pero creemos que las que están en la lista se han ganado estarlo.