Está claro que ese «feminismo con calzador» que asedia a las producciones cinematográficas mainstream tendría que llegar en algún momento a la Serie B. Personajes como la inquietante Mimi de Psycho Goreman, un éxito cutre del año pasado, pertenecen a esa nueva generación de películas que buscan personajes femeninos más allá del físico. Por esta razón, para sacarle los trapos sucios a la industria, hemos decidido rebuscar en los bajos fondos de la de la serie B española para encontrar referentes de superheroínas. Básicamente, porque en la sección comercial ni siquiera existen. Sobra decir que cualquier recomendación será bienvenida.

Entre todas esta películas que os vamos a mencionar no se suma ni un aprobado en Filmaffinity, pero de eso trata el cine cutre, ¿no? Jess Franco, el director indiscutible de este género, además de sacar infinidad de
mujeres trofeo en sus películas, también estrenó Snakewoman. Un subproducto con escenas lésbicas y terror sexual que no aporta nada al guion, con diálogos absurdos y bueno, lo que viene siendo un sinsentido absoluto. Una especie de fábula hedonista más que una ficción de superheroínas.

Más acción tiene Mucha sangre. La película protagonizada por Choro y Cortaojos cuenta con la participación de la actriz Isabel de Toro, una mujer empoderada con pantalones de cuero, chupa y botas altas que caza muertos vivientes. Aunque le falta mucho para convertirse en una película feminista, puede atisbarse algún tipo de intento.

Pero si tenemos que hablar de obra maestra sobre superheroínas en la Serie B española, esa es la comedia negra La lengua asesina. Un película, si se puede llamar así, de Alberto Sciamma con música de Fangoria y protagonizada por Melinda Clarke. Rodada en Almería, con esos toques de cine yanqui antiguo, tiene todos los ingredientes para ser considerada una película de culto pero sin tomársela en serio, porque es un completo disparate. La sinopsis no te deja indiferente: Candy es una atracadora de bancos que sufre una mutación al ingerir un trozo de meteorito. De repente le crece una especie de lengua caníbal que razona y actúa por su cuenta, ese es su poder. Nada sexual (irónicamente hablando), aunque da bastante asquito. En la trama, además, se juntan personajes de lo más esperpéntico, como cuatro caniches transformados en Drag Queens.

Parece irreal pero La lengua asesina estuvo nominada a Mejores efectos especiales en los Goya del 96 y Melinda Clarke se llevó el galardón a Mejor actriz en Sitges. Qué bonito cuando se premiaba a trabajos originales sin pretensiones, ¿verdad?

Desde Más de cultura reivindicamos que las superheroínas de la ficción española por fin salten de la Serie B al cine comercial. Sabemos que para los señoros de la industria de este país parece complicado, pero además estaría bien hipersexualizarlas algo menos. Que yo entiendo que los trajes de lycra son sexys, pero das dos zancadas y te suda hasta lo que yo me se.