En ArteGB tenemos una duda existencial. Miramos a nuestro alrededor y no entendemos nada. Tampoco sabemos cuándo ha cambiado el panorama y cómo ha sido… Hay líneas y fronteras muy subjetivas que desde un tiempo a esta parte la gente cruza sin despeinarse.

Y nosotros nos preguntamos ¿qué es ser moderno? Decía Rimbaud eso de “Hay que ser absolutamente moderno”. Y nuestra duda es, ¿y eso cómo se hace? Decir “absolutamente” y “moderno” en la misma sentencia, asusta un poco.

Tenemos la oficina muy cerca de Malasaña, epicentro de “lo moderno” en Madrid… y hay días que nos dan ganas de salir a la calle y preguntar a cualquier viandante (o bicicletero en muchos casos) sobre cuál es la nueva tendencia moderna de la semana.

Hace unos años, la modernidad estaba relacionada con los aparatos electrónicos. Tener un Mac donde diseñar, tener un iPod donde escuchar miles de grupos noruegos que no conoce nadie, poseer USB extraños importados de Japón, escribir un blog y probar la gastronomía de medio continente.

Ahora, parece que no hay novedades y tenemos que volver atrás. ¡Viva lo vintage! Bicicletas, barbas, Raphael al Sonorama, escuchar música en vinilo, llevar las gafas que encontramos en el trastero, blusas de cuellos y manoletinas, hacer repostería casera… vamos, ¡vivir como nuestros abuelos!

Que sí, que este es un post con un poco de mala leche, pero no podéis negar que hay veces que la moda se vuelve un poco loca. Podríamos hacer un listado de lo in&out a día de hoy o buscar al culpable de esta moda retro-vintage (Wes Anderson, tu nombre suena con fuerza), pero no, no lo vamos a hacer.

En cambio, vamos a aprovechar este momento para revisar en el altillo si tenemos algo que podamos reutilizar (por eso del reciclaje y DIY), ver todas las películas de nuestra idolatrada Lauren Bacall, comprar algún gadget de textura de madera y quizá… hacernos un par de selfies… Eso sí, seguro que cuando veamos estas fotos pensaremos “vaya pintas que tenía”.

Y como no vamos a llegar a una conclusión clara respecto qué es y qué no es moderno, terminamos con un temazo. Vosotros decidís si es lo más novedoso o un clásico inolvidable. Como diría la Bruja Avería: ¡Viva lo moderno, viva lo vintage!