Los personajes de MIAU han decidido robarle a la vida. Con José Luis Gil, Luisa Gavasa, Manuel Manquiña y Álvaro de Luna entre el reparto, la película, que se estrena el próximo 19 de octubre, busca enternecernos a la par de sacarnos una sonrisa contando la historia de cuatro jubilados que tienen un plan para escapar del aburrimiento.

Cuando Ignacio Estaregui leyó la novela «Hilo musical para una piscifactoría«, de Juan Luis Saldaña, supo que quería convertirla en una película.

Dice Telmo, el personaje que interpreta José Luis Gil, que ·el humor es como todo en la vida, cuestión de gustos». El gusto de Ignacio Estaregui tiene algo que ver con las películas de robos, de las que se declara fan absoluto. El que fue un día acomodador de los cines Palafox de Zaragoza, a partir del 19 de octubre verá su propia película proyectada en la pantalla de su cine de toda la vida.

¿De dónde surge la idea?

Un día descubro la novela de un buen amigo, Juan Luis Saldaña, que se titula “Hilo musical para una piscifactoría” y la verdad es que me encanta en el sentido de que no solo es la historia lo que me gusta sino sobre todo el tono y los personajes, el cómo está contada.

«Creo que es una película universal que todo el mundo va a entender»

Entonces, decido ponerme manos a la obra porque lo primero que hago es decirle que quiero convertir en película y él, que es muy generoso, me dijo: «haz lo que quieras con ella». Y aquí estamos, hecha una realidad, hecha película.

Cuando uno rueda en su tierra, en este caso en Zaragoza, ¿tiene más presión por retratar un escenario tan personal para los suyos?

Sí y no. Sí porque Zaragoza era un protagonista más en la novela y no deja de ser la ciudad donde uno vive y en la que uno aspira a quedarse y a seguir trabajando, con lo cual espero que a los zaragozanos les guste de una manera especial.

Creo que es una película universal que todo el mundo va a entender pero es verdad que para los que vivimos aquí tiene ese plus. Entonces sí, es una responsabilidad porque a fin de cuentas quieres que a los que viven aquí les guste un poquito más.

Y por otra parte pues no ha supuesto un peso añadido porque aquí han sido todo facilidades. Cuando uno está rodando y tanto a nivel institucional como el propio público, que acabará siendo espectador en el futuro, se lo pone a uno fácil, la verdad que así da gusto.

¿Es importante apostar por la gente de avanzada edad y darles cabida en el cine?

Yo creo que sí, que como director puedo aportar el enfoque que yo tengo en mi vida y en mi día a día. Las personas más mayores que yo, no solo de mi familia como pueden ser mis padres o mis tíos, sino en el mundo laboral, cuando yo empecé en la productora, la gente que había de más edad era gente a la que a mí me gustaba mucho escuchar y de la que he aprendido muchísimo.

«es gente sabia a la que a mí me gusta escuchar»

Entonces es verdad que uno siente como que últimamente con lo rápido que va todo y lo presente que está Internet y las nuevas tecnologías pues quizás se están quedando un poco al margen y no tenemos más que ver cuando recientemente han salido a la calle a manifestarse, cómo nos hemos dado cuenta de que son una voz muy potente.

Yo personalmente incluso empatizo con ellos en cuanto a que generacionalmente, a pesar de no ser yo muy mayor, hay cosas que ya me superan y creo que me siento más identificado a lo mejor con esta generación que con la que viene. En ciertas partes, en otros aspectos no.

En definitiva sí, es gente sabia a la que a mí me gusta escuchar y que bueno siendo pobre uno compra su libertad y esta película iba a estar protagonizada sí o sí por personas mayores. Ya lo eran en el libro. Y mayores significa con más experiencia y que no por ello van a tener que dejar de tener menos ganas de vivir.

Un grupo que seguro que ha dado muchas anécdotas en el rodaje…

Bueno lo primero que es un lujo trabajar con actorazos de semejante calibre y efectivamente si son tan buenos, además de porque lo puedan tener de una manera innata, también es fruto de la experiencia de todo lo que han vivido, de todos esos rodajes importantes.

«historias que están contadas en un tono de comedia pero que esconden también una realidad dramática»

Han vivido tal cantidad de experiencias que enseguida te calan. Enseguida saben donde están, enseguida saben si tú lo tienes claro y creo que en cuanto ellos se dieron cuenta de que estaban en buenas manos, por el hecho de que yo tenía muy claro lo que quería hacer, pues todo fue muy fácil.

En mi breve trayectoria si de algo me he dado cuenta es de que cuanto mejor es un actor, más fácil es trabajar con él. Y estos cuatro protagonistas, arropados por un elenco muy grande, son unos fenómenos. Ha sido una experiencia muy bonita.

Tanto ésta como tu primera película Justi&Cia son dos comedias, ¿Te sientes cómodo en éste género? ¿Cuáles son tus referentes? 

Es curioso porque en ambas creo que la comedia, a pesar de estar presente y que lógicamente tenemos que catalogar las cosas de alguna manera, siempre digo «¿en qué estantería de unos grandes almacenes estaría este DVD?» Probablemente sería en comedia pero es verdad que no se por qué, transita entre diferentes géneros. Hay mucho de drama y eso a veces es peligroso porque el público a lo mejor espera algo más mascado, más definido, pero bueno yo soy así y lo que hago también.

¿Referentes? En España creo que Daniel Sánchez Arévalo sería el gran exponente de este tipo de historias que están contadas en un tono de comedia pero que esconden también una realidad dramática importante detrás. Alexander Payne en Estados Unidos sería otro referente. Creo que es una comedia más de autor a lo mejor, aunque tiene pinceladas  de ese humor que creo que va a conectar con todo el mundo.

Los personajes de la historia harán una locura para salir del aburrimiento ¿Alguna experiencia parecida? ¿o ya es bastante lío meterse en el mundo del cine?

Yo me acuerdo con Justi&Cia que nos acababan de echar a todos los compañeros de la productora en la que estábamos y en aquel momento que no tenía hipoteca ni hijos dije «pues adelante, vamos a convertir nuestro sueño en realidad».

A pesar de todo el sacrificio que supuso y de un sinfín de precariedad, de aprender, en definitiva. Y sí que creo que la vida está para vivirla y para hacer cosas y todo aquello que uno tenga en su mano. Hay cosas para las que a lo mejor la naturaleza no te ha dotado y no puedes llegar a desarrollar, pero otras como es este caso el de contar historias, ya sea haciendo cortos, largos o lo que sea.

Claro que sí, tenemos las herramientas, incluso vivimos en una época donde se ha democratizado la tecnología de tal manera que con poco presupuesto se pueden contar historias muy bien.

Entonces digamos que no tanto fruto del aburrimiento como de la inquietud, aquí estoy. Fruto de esas ganas de hacer cosas.

Además de MIAU, ¿Otra película de robos imprescindible?

Bueno yo creo que «Rififi» (1955) es un poco el referente para mí en cuanto a películas de robos. Es un género que siempre me ha gustado mucho, he visto muchísimas y «Rififi» es la que siempre me ha gustado más. Pero creo que MIAU es más «Rufufu» (1958).

Sin entrar en spoilers creo que aquí el robo es más el Macguffin (elemento de suspense que hace que los personajes avancen en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en la trama en sí) que el hecho en sí. Por eso mismo me atrajo la novela. Entonces no se lo que va a esperar el espectador pero si a mi algo me gustó de la novela es cómo estaba contado el robo. Que así es como está contado en la película y que es de una manera poco veces vista.

Una película para robarle a la vida que estará disponible en salas a partir del 19 de octubre.