El último año ha supuesto el resurgir del tema de ETA en el audiovisual con las series de ficción Patria y La línea invisible, la serie documental El desafío: ETA y el largometraje documental Traidores, de Jon Viar, que llega a las salas tras una buena recepción en la Semana Internacional de Cine de Valladolid.

Viar es director, guionista y coprotagonista Traidores, trabajo honesto y desnudo en el que recuerda que cuando solo era un niño descubrió el pasado de su padre: Iñaki había sido miembro de ETA, detenido en el 69, juzgado en el Proceso de Burgos y organizador de la famosa fuga de Segovia (dos sucesos que Imanol Uribe llevó al cine). Este trabajo, incómodo para muchos por lo que recuerda (entre otros horrores de ETA aquel tiro en la nuca a un camarero en frente de mi casa en Algorta o aquel bebé de dos años descuartizado por una bomba lapa en Erandio), mezcla entrevistas, vídeos caseros de un Jon niño o adolescente e imágenes descarnadas de las masacres perpetradas por ETA.

Hablar con Jon es un placer y hay que tomar aire y estar muy atento porque es una ametralladora. De ideas, cultura y experiencia, afortunadamente.

Tu cortometraje Derbi también iba sobre un secuestro de la banda. El tema ETA te interesa desde siempre, ETA y sus cómplices.

Se ha financiado y promovido un relato, una especie de tragedia griega con víctimas que son la consecuencia de ese conflicto. Yo creo que no, que las víctimas son consecuencia de una banda de terroristas, fascista y nazi. La película no es una crítica a ETA, es una crítica a la ideología de ETA, que es la de Sabino Arana, personaje muy relacionado con mi familia. La ikurriña se hizo en la fábrica de mi familia, burguesía se Bilbao de mucha pasta. Los intelectuales del nacionalismo vasco, entre ellos Sabino Arana y mi tatarabuelo Nicolás Viar Egusquiza, difunden el nacionalismo mediante el teatro, la música y la prensa, como en el Diario Euskadi, en el que era redactor mi tatarabuelo. ¡Son niños pijos, joder! Cuando me hablan de una Euskadi y una Cataluña colonizadas por un Estado opresor y se comparan con un palestino o con un curdo… ¿pero qué broma es esta?

El GAL, Lasa y Zabala, Intxaurrondo… ¿El terrorismo de Estado legitima a ETA por mucho más tiempo?

El GAL legitimó a ETA y a HB durante años. Y si ETA ha durado casi medio siglo es porque había una clase política empelada en negociar con ellos. Clase política del PSOE, del PP… Aznar también. Cuando se monta el Foro de Ermua, que lo monta mi padre con José Luis López de la Calle y otros, pedir la ilegalización de Herri Batasuna suponía que te llamaran fascista.

¿El fin de ETA y de su justificación comienza con la espantosa ejecución de Miguel Ángel Blanco?

Sí. Y había una parte de la izquierda que era equidistante, la Guardia Civil estaba asociada a una policía política.

Lo estaba. Y torturaba.

Sí, pero no se veía tan mal matar a un guardia civil. Y eran chavales de veinte años, peones que iban al norte a trabajar para no morirse de hambre, unos puto pringados.

Resulta repulsivo llamar guerra a matar a un bebé con un coche bomba o llamar gudaris a los del tiro en la nuca. En Traidores rechazas la base del nacionalismo: su idea de raza.

Hay una alianza contra natura de la izquierda y los nacionalismos. Y yo soy de izquierdas, estoy más a la izquierda que el PSOE, pero cuando veo que parte de la izquierda defiende una reivindicación racista…

Choca que alguien que se proclame de izquierdas defienda una ideología basada en la raza. Si Marx o Lenin levantaran la cabeza…

Mira lo que escribía Rosa de Luxemburgo sobre los nacionalismos… Mi padre en la cárcel pudo evolucionar, igual que Mario Onaindia o Teo Uriarte. Pero fue doloroso porque salir del nacionalismo es salir de la tribu, de la familia, del paraguas, de lo más íntimo. La gran parte de mi familia es del PNV, pero no son independentistas, casi ninguno.

¿El nacionalismo más que de raza, no es una cuestión de clase?

Exacto, Iván, ahí es donde quería llegar. En el año 59 se acaba la autarquía y lo ministros tecnócratas del Opus, muy preparados, piensan que también hay que industrializar el resto de España. Y el carlismo, que era afín a Franco, se pasa al nacionalismo radical. Lo de la raza se lo creen los más locos, pero esto tiene una explicación marxista y economicista. Y esto no está en la peli porque quiero llegar a más gente, es más materia para un libro. Mikel Azurmendi (antropólogo, primer portavoz del Foro de Ermua y fundador de ¡Basta Ya!) explica muy bien en un libro que los vascos no estamos colonizados, ¡sino todo lo contrario! Somos una oligarquía de España. Sabino Arana era un carlista español que con la abolición de los fueros, y al perder los privilegios económicos, dice que ya no es español, sino vasco.

Hay un gran desconocimiento de todas estas páginas de la historia. Si tienes las competencias para contar solo una parte de lo sucedido y lo aderezas con alguna oportuna omisión, tienes ganado el relato.

¿Tú crees que mi película se va a ver en las ikastolas? Yo soy partidario de una república centralista y un estado laico, pero eso no fue posible.

Volvamos al tema de la clase.

Yo iba al colegio francés y toda la clase dirigente, la del PNV, iba al colegio francés. Y al colegio alemán, a estudiar a Londres… conozco muy bien a la clase dirigente del PNV. Pero el problema no son los nacionalistas, es la izquierda que los justifica. Y la defensa de la unidad de España se la han regalado a la derecha, es alucinante. Cuando distribuir la riqueza es lo más progresista que hay.

¿Qué te ha parecido Patria?

Me parece un culebrón, pero se asemeja bastante a lo que pasó. Lo que no me gusta de Patria es que no se explican las causas y de lo que es el nacionalismo. No se muestra el apoyo social, la legitimación del discurso nacionalista.

En la serie La línea invisible, de Mariano Barroso y sobre los inicios de ETA, tienes un papelito como el escritor, y fundador de ETA, Txillardegi.

Sí, creo que Txabi Etxebarrieta, el protagonista de la serie, de vivir hubiera acabado en ¡Basta Ya! o en el Foro de Ermua. Como Pertur, como Yoyes… como la gente con dos dedos de frente.

Define lo que es autoficción, que es como calificas tu trabajo en Traidores.

Mi referencia fundamental es el director de cine experimental Alan Berliner. He intentado explicar el nacionalismo a través del psicoanálisis. El nacionalismo es un delirio familiar y se transmite a través de la familia. El que se cree el nacionalismo es porque se lo han contado sus padres. Es lo que le pasó a mi padre, que de niño le dijeron que era diferente a los españoles. Alan Berliner apuesta por ficcionar hechos reales a través de una narrativa diferente. Parece una ficción, pero cuentas hechos absolutamente reales. Mi padre fue torturado, estuvo en el Proceso de Burgos y organizó la Fuga de Segovia, pero quise eliminar ese romanticismo que usa cierta izquierda con ETA. Eso era muy cutre, eran intelectuales con pistolas, eran Woody Allen en Toma y dinero y corre. Burguesitos que vivían en la Gran Vía de Bilbao.

Tú no diferencia entre la primera ETA y la que vino después, rechazas a ETA desde sus inicios, con Franco.

Sí, todo es una basura.

Has dicho que en Traidores “pones lo que te gusta y lo que no te gusta de tu padre”. ¿Qué es lo que te gusta y lo que no?

Mi padre es un personaje con una hechura trágica que hizo lo que tenía que hacer. ¿Con Franco qué ibas a hacer, Iván, estar en casa sin hacer nada? No es lo mismo matar a Melitón Manzanas que matar a Miguel Ángel Blanco o a Ernest Lluch. Y condeno el asesinato de Manzanas. El relato nacionalista quiere apropiarse de esa gente que fue juzgada en el Proceso de Burgos diciendo que era “el juicio a un pueblo”, es una falsificación permanente. Mi padre nunca se dedicó a la política de forma profesional. Es psiquiatra, solo tuvo una militancia cívica en el Foro de Ermua por luchar contra ETA. Mi padre en política no duraría ni dos días.

¿TVE ha coproducido Traidores aportando archivo?

La mayor parte de las imágenes de archivo son de una productora de Gipuzkoa y hay muchas imágenes de TVE en la que sale mi madre (periodista de la casa) e históricas del Proceso de Burgos en el que fue juzgado mi padre.

¿Cómo ha sido de catártico Traidores para ti? Pierdes el pudor y hasta metes vídeos tuyos de pequeño o de adolescente, cortos amateurs sobre ETA precisamente.

Yo soy un actor y soy un exhibicionista. Si no haces esto desde la verdad y para desnudarte, haces una película más. No me interesa el reportaje periodístico. Traidores es la historia de un niño que vive la historia de su padre y trata de cómo huir de una locura racista y nacionalista que nos ha condicionado la vida durante muchos años.