La televisión española ha cambiado. La ficción de nuestro país ha evolucionado y poco se parece a lo que se emitía hace unos años. Afortunadamente. Atrás han quedado esas series para todos los públicos en las que los desayunos parecían un buffet de hotel patrocinado por una marca de leche y todos los miembros de la familia sonreían.

Series como La Otra Mirada nos dan una trama diferente, pero también hace que público de todas las edades disfrute de la ficción. Con una mensaje necesario desde el prime time de TVE. Y no puede molar más.

¿De qué trata La Otra Mirada?

Esta serie nos cuenta la historia de Teresa, una mujer que llega a una academia de señoritas en la Sevilla de los años 20. En esta academia conocerá a Manuela, que acaba de convertirse en directora de la escuela, a Ángela, una mujer que vive por y para contentar, y Luisa, una profesora de toda la vida con fuertes convicciones.

Estos personajes están interpretados por Patricia López Arnaiz, Macarena García, Cecilia Freire y Ana Wagener. Cada uno de ellos maravillosamente construidos y llevados a la pantalla. Y también esos jóvenes talentos que interpretan a las alumnas de la escuela, y que desbordan frescura.  Pero si tuviera que elegir a una de ellas, me quedo con Patricia López Arnaiz, que conocimos en 80 Egunean  con esa aparente fragilidad y confianza, y que acabó por enamorarnos con su interpretación de Teresa Pinelo en La Peste, un personaje que algo tiene en común con el que realiza en La Otra Mirada.

Pero, ¿es La Otra Mirada una serie más de época de TVE? No. Y es una respuesta rotunda. Esta serie producida por Boomerang TV para La 1 de TVE se aleja de una serie protagonizada por mujeres a las que solemos estar acostumbrados. Y es que La Otra Mirada busca en su fondo y su forma romper con esta tradición y aportar una voz propia, la misma que sus protagonistas están buscando. Desde el primer capítulo, titulado “Tabaco, pantalones y jazz” dejaba muy claro cuáles eran sus intenciones.

Porque en La Otra Mirada se habla de amor, de libertad, de feminismo, de democracia, de igualdad, de respeto, de sexo, de educación y de muchos más temas que hacen que sea una serie diferente, que nos habla desde los años 20 del pasado siglo, pero con tramas que bien podrían estar ocurriendo en la actualidad.

Pero es que además, esta serie no se disfruta solamente en la televisión, también podemos seguir lo que hace en redes sociales, donde está buscando el público que normalmente TVE no tiene. Un público más joven con el que interactuar a través de las herramientas online que las redes sociales nos dan.

Aquí pongo un ejemplo de esos mensajes que seguidores de la serie disfrutan, pero que puede convencer a personas que todavía no han disfrutado de La Otra Mirada a hacerlo.

En resumen, esperamos que La Otra Mirada siga manteniendo el listón como hasta ahora, y que haya mucha más historia para estas mujeres protagonistas.