Magnolia Núñez interpreta a Yarisa, una de las protagonistas de la película Carajita, dirigida por Ulises Porra y Silvana Schnicer que se estrena en España el próximo 22 de septiembre. La actriz dominicana, nominada a los Platino por su interpretación en el filme, asume y defiende el peso de la película junto a su compañera Cecile Van Welie. Juntas llevan a la pantalla la relación entre Yarisa, la niñera, y Sara, una adolescente. Carajita hace un retrato de la diferencia de clases y las relaciones de poder.

Hablamos con la protagonista Magnolia Núñez por el estreno de la cinta en España y conocemos más de cerca los detalles de Carajita, una reflexión sobre la lealtad y los privilegios.

En Carajita interpretas a Yarisa, ¿cómo construyes el personaje?

Utilicé las características generales que me proporcionaron los escritores y construí el mundo de Yarisa de arriba a abajo. A pesar de no ser madre, busqué inspiración en las historias que me rodeaban para proyectar un vínculo natural con Sara. Imaginé su pasado, sus gustos, sus creencias, su lenguaje corporal, su vida interior, etc.

La película explora las diferencias de clase y como viviendo prácticamente una misma rutina, los privilegios de Sara y de Yarisa son totalmente opuestos. ¿Cómo trabajasteis esta parte a nivel interpretativo?

Yarisa y Sara no tienen la misma rutina. Yarisa entiende que es la empleada de la familia y aunque vivan bajo el mismo techo se puede ver que Yarisa no hace parte del gozo de los privilegios que la rodean. El trabajo de interpretación para demostrar esta diferencia va mas allá de mi investigación del personaje, se hizo en equipo. Por ejemplo, el departamento de arte y vestuario fue fundamental para mostrar la diferencia de clase entre las dos.

La película reflexiona mucho sobre el concepto de lealtad, ¿crees que Yarisa es leal a la familia de Sara por amor o por servicio?

Yarisa no es leal a la familia, ella es leal a Sara. Inicialmente fue un trabajo que ella aceptó para poder mantener a su hija Mallory económicamente. El vacío de no tener a su hija cerca la llevó a que volcara ese amor a Sara.

Para ti, ¿en qué se diferencia la relación de Yarisa con su hija y con Sara?

Creo que Yarisa ama a Sara y a Mallory por igual. El amor se demuestra diferente debido a la cercanía que ha tenido con Sara y la distancia que tuvo con Mallory impidió esta dinámica.

Estamos en un momento de la historia en el que se presta más atención al contexto y, en el caso concreto del cine, se miran las películas desde una perspectiva más política. Como actriz, ¿sientes responsabilidad a la hora de escoger los personajes y defenderlos después?

En el mayor de los casos busco personajes que tengan un impacto social porque es a través de mi arte que puedo poner ciertos temas en la mesa y así plantar una semilla que pueda elevar la consciencia colectiva.

¿Recuerdas alguna anécdota graciosa del rodaje?

La última escena se filmó en un pequeño pueblo al norte de Santo Domingo. Estuvimos allí toda la noche hasta la madrugada. Tan pronto terminamos la escena, ¡que comience la fiesta! Todos estábamos emocionados de finalizar la película, especialmente porque la pandemia nos había detenido durante siete meses.

A esa hora de la mañana, los locales se dirigían a sus trabajos. Fue divertido ver cómo pasaban y nos miraban con curiosidad. La música del colmadón llenaba el aire, todos bailábamos hasta sudar, y las cervezas nos refrescaban del calor. Seguro se preguntarían: «¿Quiénes son estos celebrando a las 7 de la mañana en un día laborable?» Fue un día hermoso.

La película ha tenido una amplia carrera de festivales y tu trabajo ha sido muy bien valorado por parte de la crítica. ¿Cómo has vivido todo este camino?

El recorrido de la película ha sido una agradable sorpresa para mí y un regalo que no esperaba. En el último año, he viajado a países que no hablan español, como India y Corea del Sur, y me encantó ver que, aunque no hablaban el idioma, comprendieron el mensaje que la película intentaba transmitir. Esto ha sido increíblemente enriquecedor para mí como actriz y como ser humano. Confirma que el arte nos une. Hago este trabajo con todo mi corazón, y me alegra que los críticos lo valoren. He vivido todas estas experiencias sin expectativas adicionales. Mantenerme muy presente en todo lo que sucede ha sido mi enfoque y me ha brindado mucho aprendizaje en mi vida.

¿Quién te gustaría que viese la película?

¡Cualquier persona que aprecie el buen cine latinoamericano, e incluso aquellos que no lo hacen! ¡O sea, todo el mundo! Jaja.

¿Tienes algún proyecto en marcha?

Actualmente resido en los Estados Unidos, donde el sindicato de actores (SAG-AFTRA) ha estado en huelga durante varios meses, lo que ha limitado mis oportunidades de trabajo aquí. Afortunadamente, en mi país, la República Dominicana, tengo un proyecto programado para finales de este año o principios del próximo. Aunque me gustaría compartir más detalles, actualmente están trabajando en asegurar el apoyo necesario para este emocionante proyecto en desarrollo.

La revista se llama Más de cultura y nos gusta acabar las entrevistas preguntando, ¿más de cultura y menos de qué?

Mas cultura y menos aguaje.