Unas cartas vuelan mecidas por el viento.  Palabras e historias que no saben muy bien dónde llegarán… o si volverán.

Alejo Levis dirige No quiero perderte nunca, una película en la que mezcla sus miedos con los nuestros, llevándonos de la mano en busca de la esperanza.

Porque seamos sinceros. Todos tenemos miedo a la muerte, y la vejez (nuestra o de nuestros mayores) es un escenario que nos aterra. Gracias a una reformulación del género de fantasmas, Alejo Levis nos ayuda a enfrentarnos a los monstruos que viven en nuestras cabezas, y nos invita a escribir una carta a nuestro pasado, para terminarnos de sanar.

No quiero perderte nunca es valiente y bella. Da miedo, porque las relaciones personales dan miedo. Pero aporta luz.  Y eso hace que sea una película necesaria para nuestro día a día.

“No quiero sacarme nada de la cabeza”  

El cine es una herramienta sanadora. Como nos comentó Alejo Levis en esta entrevista, No quiero perderte nunca le sirvió para sanar heridas, pero antes hubo mucha reflexión. Esta película nos muestra una historia durante su metraje, pero se convertirá en una herramienta a la que podamos volver cuando lo necesitemos.

Porque igual que el cine nos puede ayudar a visibilizar una realidad que creíamos oculta, también puede echarnos una mano para aceptar un hecho. Y cada espectador decidirá si esta película servirá para eso, ahora o en un futuro.

María Ribera es la protagonista absoluta de esta cinta. Con quien sufrimos, lloramos, reímos y amamos. Porque esta película es una película de amor, a su manera.

Además de María Ribera, en No quiero perderte nunca disfrutamos de las interpretaciones de Carla Torres, Aida Oset, Montse Ribadellas. Esta producción de Life & Pictures es una apuesta segura para aquellas personas que quieren disfrutar de un viaje emocional y cinematográfico.

No quiero perderte nunca se estrena este viernes 13 de julio, y llega a las salas de cine de la mano de Begin Again Films, tras su paso por distintos festivales como el Festival de Cine de Málaga, D´A Film Festival de Barcelona y el Som Cinema Festival.

Si quieres disfrutar de este drama sensorial sobre nuestros propios fantasmas, puedes hacerlo a partir del 13 de julio.