Vida es una serie que llegó hace dos años para darle color y voz a una población que habitualmente se representaba en la ficción con un sesgo claro. Como ya contamos en Más de Cultura, la llegada de Vida a la televisión fue un soplo de aire fresco en la parrilla televisiva, y una renovación en tramas, personajes, elenco y profesionales. Una lástima que la primera temporada no se pudo ver en España en aquel momento.

Una serie de televisión en busca de la identidad

El pasado 26 de abril se estrenó la tercera temporada de Vida, y con ello dos noticias, una buena y una mala. Empezaremos por la mala, y es que esta temporada será la última de la serie. La buena noticia es que, en esta ocasión, el estreno sí que se puede disfrutar en España, a través de STARZPLAY. Una más que genial noticia para aquellas personas deseosas de ver contenidos diferentes.

Como Tanya Saracho (creadora y showrunner) comenta “Cuando comencé este viaje hace tres años y medio, no podía ni imaginar que el final de este proceso me cambiaría tanto en cuerpo, mente y espíritu y que al final estaría tan firmemente convencida de mis habilidades para llevar adelante una serie de televisión de este tipo, de la manera que fue creada: por nosotrxs. Cuando comencé, el paisaje no era muy alentador para el mundo Latinx. En el panorama televisivo las historias sobre nosotrxs eran pocas, lejanas y atestadas de estereotipos. Únicamente había oído hablar de una Latina a quien le hubiesen permitido dirigir una serie en solitario. Y realmente, tampoco el mundo LGTBI latino estaba muy representado.” Y Vida acabó siendo una de las joyas de la representación latina y LGTBI de la televisión.

Esta tercera temporada de Vida está escrita por un grupo de guionistas latinxs y dirigida por Jenée LaMarque y Tanya Saracho. Está protagonizada por Melissa Barrera, Mishel Prada, Ser Anzoategui, Chelsea Rendon, Carlos Miranda y Roberta Colindrez. Y en Más de Cultura ya la hemos visto.

¿Y qué encontramos en esta tercera temporada de Vida?

Parece que ha pasado siglos del acontecimiento que dio lugar al comienzo de esta serie, el fallecimiento de Vidalia y el reencuentro de dos hermanas distantes que deben aliarse para hacer frente a un futuro incierto. La segunda temporada terminaba con las dos hermanas, Emma y Lyn, disfrutando de un momento dulce de sus vidas, tanto profesionales como personales. Y de ahí parte esta tercera temporada, en la que el descubrimiento de un secreto familiar hará que se tambaleen de nuevo los cimientos de estas dos hermanas.

Y al margen de ello, en Vida seguimos encontrando lecciones de feminismo, lucha contra la LGTBIfobia, defensa de los derechos, tramas que nos muestran el racismo de la sociedad, como la gentrificación está ahogando poblaciones, el yugo de algunas familias, y un necesario debate sobre la identidad.

Digno de levantarse del sofá y aplaudir es el discurso de Lyn en el primer capítulo de esta temporada en el que explica la evolución del lenguaje y esa “lengua rota” de los hijos de inmigrantes que no acaban de identificarse ni con unos ni con otros. Una escena que nos puede recordar aquel momento en el que el personaje de Roberta Colindrez hablaba en la temporada anterior de las etiquetas dentro del colectivo LGTBI y de no identificarse “lo suficiente” con ninguna de ellas, hasta acabar por no ser aceptada dentro del propio colectivo.

Porque Vida nos enseña que con ser nosotrxs mismxs ya tenemos suficiente, no hace falta encajar al 100% con lo que esperan de nosotrxs. Y ya por eso, os animo a acompañar a las hermanas Hernández en estos capítulos, los que pondrán punto final a Vida.