Hoy lunes 28 de enero se emite el penúltimo capítulo de Vis a vis, lo que marca el inicio del desenlace para esta serie. Y como parte de la Marea Amarilla, no puedo dejar de estar algo nerviosa.

Pero, ¿por qué es tan importante dar un buen final a Vis a vis? Empecemos por el principio. Vis a vis se estrenó en abril de 2015 en Antena 3 con más detractores que seguidores, y muchos de ellos, sin ni siquiera haberla visto. ¿Por qué? Porque Vis a vis podría parecerse demasiado a Orange is the New Black, por un reparto encabezado por una actriz no demasiado conocida por aquel entonces, y por una trama no apta para la cadena generalista.

Macarena (Maggie Civantos), la protagonista de esa primera temporada, entraba a la cárcel por delitos de manipulación y malversación de cuentas. Un delito fiscal inducido por su jefe con quien mantenía una relación sentimental. Ante este hecho, es recluida de manera preventiva en un centro penitenciario. Allí Macarena tendrá que enfrentarse a otras reclusas y adaptarse a ese mundo para el que no está preparada.

Y hoy, años después (y sin hacer ningún spoiler) ni Macarena ni la propia serie es la misma. La protagonista tuvo que evolucionar para convertirse en una persona que no era al entrar en la cárcel. Por su parte, la serie ha conseguido convertirse en un referente de la nueva ficción española.

Porque si entre reclusas hay alianzas para una correcta convivencia, la serie consiguió enamorar a una legión de fans, esa Marea Amarilla que desde las redes sociales mostraron su entusiasmo y también su enfado. Porque cuando terminó la segunda temporada, Antena 3 canceló de forma repentina la serie. Cancelada y sin un final. ¿Cómo podían salvar un producto de ficción de ese nivel si la cadena no lo quería? La solución la tenía FOX, que no solo resucitó (literal y metafóricamente) el proyecto, sino que dio más libertad creativa a sus creadores. Obviamente este hecho no fue conseguido por ese ejército de fans, pero la Marea Amarilla es un movimiento que merece la pena estudiar cuando nos enfrentamos a gestionar la comunicación de un proyecto audiovisual.

Y ahora, nos enfrentamos a un final que tiene que estar a la altura. Y como fan que me considero de Vis a vis quiero que no me defraude, que no sea un cuento con final feliz, pero que esas reclusas a las que hemos acompañado en este tiempo no sufran (demasiado). Porque esas actrices (y sí, digo actrices porque el reparto es femenino en un porcentaje abrumador) se han hecho con un trocito de nuestro corazón. Porque no creo que sea la única que esté feliz de que Najwa Nimri esté otra vez en el centro de la industria audiovisual, de haber podido descubrir a Marta Aledo y redescubrir a Abril Zamora. Un reparto heterogéneo que nos ha dado grandes alegrías y nos ha demostrado que hay muchas más opciones a la hora de elegir un casting.

Hasta ahora, al finalizar cada capítulo, mi sobrina E. y yo hablamos de lo que nos ha parecido. “Yo creo que Rizos está enamorada” o “Zulema es mala, pero tiene principios” han sido algunas de las frases que hemos pronunciado en estos años. Así que, gente de Vis a vis, por favor os lo pido, que este final sea inolvidable y nos dé que hablar. Para bien. Como hasta ahora.