La prohibición de Trump a Huawei de la compra de componentes estadounidenses para sus teléfonos móviles está trayendo de cabeza a todos los que poseen un móvil de esta marca china. Aunque existen otros navegadores además de Google, lo cierto es que todo el ecosistema de los aparatos está conectado al gigante de las búsquedas y Estados Unidos es consciente de su poder. Aquí ha sido trending topic, allí lo sería si las redes sociales en China no estuviesen censuradas.
El presidente lo hace, según él, por razones de seguridad nacional, pero lo cierto es que esta prohibición también tiene que ver con el liderazgo en ventas, puesto que además de Huawei, los fabricantes chinos Xiaomi y Oppo están creciendo a velocidades sorprendentes. Solo cinco fabricantes ostentan el título de líderes en el mercado mundial de smartphones: Samsung, Huawei, Apple, Xiaomi y Oppo. Es decir, que de cinco, tres son chinos.
¿Por qué esta medida de Google no afecta a los propios chinos? Porque el país no trabaja con ninguna de las redes sociales que nosotros conocemos. Dentro de las redes sociales en China no encontraremos ni a Google, Facebook, Youtube, Twitter, Instagram o Wikipedia. La censura bloquea el acceso a ellas y otorga a los ciudadanos unas redes soiales propias que imitan a las anteriores pero sin «mensajes peligrosos».
Así, tenemos un Wechat que hace las veces de Whatsapp y que además de poder mandar mensajes de texto o de voz, ofrece todo tipo de funciones al usuario. Por ejemplo, vincular la app a una cuenta bancaria, pagar en cualquier comercio con un código QR, incluso pagar la luz y el agua. Es la aplicación más popular en China.
Para comentar a tiempo real está Weibo, un servicio similar a Twitter o Facebook que cuenta con una cifra de abonados de casi 500 millones. Y la razón de por qué la prohibición de Google no le importa demasiado a su creador es Baidu, la alternativa para búsquedas del país.
Ofrece los mismos servicios: mapas, traductor, música, películas y una enciclopedia como Wikipedia. Para el correo electrónico cuentan con QQ y para alojar vídeos, Youku, que también encuentra su razón de ser en la censura aplicada a sus contenidos que bloquean, por ejemplo, toda crítica al régimen.
Hay quien compara las armas de destrucción masiva con la tecnología para narrar la guerra interna entre Estados Unidos y China por el liderazgo, la siguiente fase bélica, la lucha por el 5G cuyo artífice le daría las bases para el control mundial de los datos gracias a la tecnología.
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