Georgina Amorós (Barcelona, 1998) se dio a conocer al gran público interpretando a Cayetana en la popular serie Élite. Con el éxito de la producción de Netflix, se disparó la visibilidad, y los seguidores, de la joven actriz catalana. Por eso, es más que atractiva conocer su faceta sobre el escenario. Lejos del fenómeno global de streaming, Georgina Amorós se acaba de estrenar en el teatro con la obra La gaviota o Los hijos de. Una reinterpretación del clásico de Chejov en la que cuatro actores y un operador de cámara reflexionan sobre el peso de la fama y la corrupción de la juventud jugando con los límites del cine y del teatro.

La gaviota o Los hijos de está dirigida por Pablo Quijano y protagonizada por Georgina Amorós, Tábata Cerezo, Xoan Forneas, Alejandro Jato y Fede Col. La obra, una de las propuestas más interesantes de esta temporada teatral, se puede ver en el Teatro Galileo hasta el 18 de julio.

Desde Más de Cultura, hemos hablado con Georgina Amorós para entender cómo se ha creado la compañía, cómo ha sido el trabajo de creación y cómo se enfrenta a su primera experiencia sobre las tablas.

¿Cómo has llegado al proyecto de La gaviota?

Me uní porque conocía a los actores. Me dijo Tabata, que es otra de las actrices, que iban a hacer esto y que era una propuesta increíble. Que el director era muy joven. Hablé con el dramaturgo y al leerme la función me metí de cabeza. Ha sido muy guay el proceso porque ha sido como juntarnos amigos, gente joven, para hacer algo nuestro y desde nuestro punto de vista.

Es una versión muy libre de La gaviota de Chejov, que es algo más clásico. Creo que le hemos dado nosotros, y Pablo con su dramaturgia, un toque muy actual. Ha sido muy guay poder ir a ensayar cada día, a probar, a investigar, a no tener que ir a un resultado si no ir a ver que surge como experimento.

Algo muy característico de esta propuesta, de este montaje, es que hay en escena un cámara con una cámara que está todo el rato grabando. La historia son cuatro actores que están haciendo una película. Es como metateatro o metacine. Lo que queremos contar es que se pueden juntar todos los lenguajes, se puede juntar el lenguaje cinematográfico y el teatral y juntos se pueden contar más cosas.

¿Hasta qué punto los actores habéis participado en el proceso de creación? ¿Teníais libertad para incorporar vuestro mensaje o el guion estaba muy cerrado?

El texto estaba bastante cerrado por parte de Pablo. Sí que es verdad que, como el teatro es un proceso creativo muy diferente a la tele, está mucho más vivo. Hay improvisaciones, lecturas de guion, conversaciones que hemos tenido sobre los temas de la obra, o sobre los reality por ejemplo. De muchos debates sí que es verdad que se han retocado cosas y de las improvisaciones hemos añadido cosas nuestras. Pablo está super abierto a ver qué aportábamos cada uno. También es el primer montaje que hacemos como compañía. Ha habido mucha piña, mucho debate.

¿Con qué sensación os quedáis tras el estreno de la obra?

Orgullosos. Hemos tenido muy poco tiempo en el teatro para montar y todo pero aun así estoy orgullosísima. Le hemos metido muchísimo esfuerzo y muchísimas ganas y amor. Estábamos muy nerviosos, salimos todos con una adrenalina, no teníamos muchos recursos. Tanto el equipo de arte como el equipo de vestuario como nosotros, todo el mundo lo ha hecho por amor al arte y al proyecto. Orgullosos de haberlo sacado adelante.

«Conecto mucho no sentirte nunca suficiente»

La obra invita a reflexionar sobre lo que es el peso de la fama, la presión de la imagen sobre la mujer… ¿Con qué parte del mensaje de La gaviota te identificas más?

Mi personaje es una actriz que es hija de alguien famoso y algo que tocamos en la obra es como eso te influye. Como te marca porque ya la gente te mira con otros ojos. Yo personalmente conecto mucho con esto de no sentirte nunca suficiente. Como que todo el mundo espera algo de ti que igual no eres tú. Como vivir llenando un poco estas expectativas que tiene todo el mundo hacia ti pero que tu no tienes por qué cumplir porque igual no quieres cumplirlas. Creo que hay mucho de este tema, de satisfacer la mirada del otro pero también en la obra queremos contar la ruptura con eso y decir no. No quiero satisfacer tu mirada porque igual yo me quiero ver de otra forma, no me veo con los ojos con los que tu me ves. Creo que eso sería algo con lo que me quedo.

La gaviota o Los hijos de también hace mención al peso que tiene lo comercial. ¿Crees que las generaciones jóvenes estamos más abiertos a entender las fronteras entre arte comercial y arte de autor o seguimos siendo muy puristas?

Yo creo que lo seguimos diferenciando y que inevitablemente tenemos tantas ganas como generación de contar las cosas nuestras desde nuestro punto de vista que eso ya va a ser de autor. Tal y como somos los jóvenes de hoy en día, tenemos muchas ganas de hacer lo nuestro. Entonces creo que ya le vamos a dar un toque muy de autor. Creo que es muy novedoso el hecho de que nosotros queramos contar las cosas y que nos hayamos juntado como gente joven para experimentar en este sentido.

Hoy en día es muy fácil caer en lo comercial y en el resultado y en lo que vende y gusta. Por eso también puede ser revolucionario hacer lo que a ti te da la gana. Hacer cosas de autor o cosas más pequeñas. Contando cosas que se salen de la regla.

En tu caso, que has participado en un producto super comercial como es Élite, ¿notas prejuicios a la hora de desmarcarte de esta línea?

Sí que creo que puede ser algo que sorprenda a alguna gente pero la verdad es que tampoco mucho. Como actor te vas definiendo con los proyectos que vas haciendo. Élite ha marcado mucho mi carrera y obviamente me ha puesto en un lugar en el que antes no estaba a nivel visibilidad y exposición. Al final, ahora que estamos haciendo otros proyectos (los de Élite), estamos definiendo un poco por hacia donde queremos tirar.

También por lo que nos va llegando. Sí que llegan proyectos pero no llegan tampoco tantísimos. Tener la suerte de poder escoger como ahora mismo es mi caso y hacer lo que me gusta puede ser que sorprenda.

¿Notas diferencia entre la Georgina que trabaja con Netflix a la Georgina del escenario de La gaviota?

Como Georgina como tal no, como actriz sí que noto. Al final en Élite tienes unas marcas muy concretas, es tele y tienes que hacer esto y decir las frases tal cual están escritas. Como creadora tienes un papel más pequeño en eso. Te dejan contribuir muchas veces pero no tanto. en cambio, en el teatro tienes al público delante y sus reacciones. Hay una cosa del presente, del momento, que te cambia. Ayer yo me notaba con nervios pero también mucho más disfrutona y creativa. En Élite también pero nosotros como actores podemos contribuir poco en el proceso creativo.

En La gaviota interpretas a una actriz joven que a su vez interpreta el papel de Maru, una actriz que ha acabado participando en un reality, decisión por la que es juzgada. ¿Tú participarías en un reality?

Pues lo hemos debatido mucho en estos meses de ensayo porque es un tema que ronda bastante en la obra. Los prejuicios hacia los realities y todo este mundo. Yo la verdad no consumo realities. Igual si tuviera más tiempo los consumiría pero nunca me he enganchado. Debatíamos sobre esto y creo que a la gente le gustan porque se piensan que todo lo que ven es de verdad. Creo que no nos podemos olvidar de que muchos están guionizados.

Yo creo que yo no iría porque no me sentiría cómoda exponiendo mi vida personal. Al final como actriz hay algo que me gusta que es que me protejo detrás de unos personajes. No soy yo la que está delante de la cámara realmente ni en las tablas, es un personaje detrás del que yo me escudo. Es algo que me gusta y no me gusta mucho exponer mi vida privada. Ese sería el único motivo.

Recomendación artística de algo que te haya emocionado. 

Vi una película que me marcó muchísimo en el Festival de San Sebastián. Se llama ADN, es una peli francesa de Maïwenn, una directora que es fascinante. He intentado buscarla en España y no la van a estrenar en cines. Me da mucha rabia porque la vi sola y nadie de mi entorno la ha podido ver y me parece una joya. Es una película que habla de la familia, de donde vienes y yo conecté muchísimo con eso. Me siento muy conectada con mis raíces, con mi familia y mi tierra.

Más de cultura y menos de qué. 

Más de cultura y menos intolerancia.