Obsequiado con un cotillón y a ritmo de música que le incita a uno a bailar, llega el espectador a la sala 4 de los Teatros Luchana dispuesto a ver lo que podría ser «La noche del año« para tres protagonistas. Amigos, compañeros de piso y con ganas de celebrar el nuevo año Lucía, Noe y Lito solo quieren pasarlo bien, pero sus conflictos personales en una noche mítica les harán vivir experiencias un tanto extremas. Ger (@gersanc_), que interpreta a Lito, ya domina el humor en redes sociales. Se hizo viral durante la cuarentena con sus pequeñas piezas en formato vídeo en las que el público se identificaba fácilmente. Así lo avalan sus 118K seguidores en Instagram.

Charlamos con él de su primera incursión en las artes escénicas en una obra en la que, precisamente, el plato fuerte es el formato, con una ruptura clara de la cuarta pared en la que los actores interpelan directamente al espectador.

Mucha gente te conocerá por redes sociales pero ¿Quién es Germán Sánchez?

Hacía vídeos para Youtube desde hace mucho. Soy una persona que no está muy bien de la cabeza. Tenía tiempo libre y me apetecía hacerme el gracioso en Internet.

Con el trabajo lo dejé un poco, porque no tenía tiempo suficiente. Pero a raíz de la cuarentena empecé a subir vídeos cortos, de unos 2 minutos, a Twitter y a Instagram y se empezó a viralizar un montón.

Hasta el nivel de llegar a gente como Ana Milán, Paula Gonu… Entonces me empezaron a explotar las redes. A partir de ahí, se me van abriendo más proyectos y oportunidades y me empezó a cambiar un poco la vida en ese sentido.

¿Cómo llegas a «La noche del año»?

Se puso en contacto conmigo Víctor (Páez), el director de la obra, y me dijo que tenía un texto con un personaje que le recordaba mucho a mí y mis vídeos y al tipo de humor que yo hago. Que visualizaba mucho a ese personaje como yo.

La verdad es que a mi el teatro siempre me ha gustado un montón. He hecho teatro a nivel aficionado en el instituto y las oportunidades que me surgían. Cuando vi el texto me enamoré de la obra. Era un humor muy como el mío y como siempre me había hecho muchísima ilusión pensé que era ahora o nunca.

Me daba un poco de miedo porque no sabía cómo iba a enfrentarme a actuar en directo porque nunca lo había hecho. Siempre lo había hecho en cámara pero no ahí con la gente mirándote a los ojos. Estoy muy contento. Es una experiencia impresionante.

Será todo un cambio pasar de hacer vídeos, que al final tienen una edición detrás, a salir  y enfrentarte al público en directo. 

Primero por eso, porque una cosa es en directo y la otra no. Eso ya hace muchísimo. En una tienes a la gente delante y en otra no. El hecho de que se estén riendo con lo que has hecho o no…tienes que aprender a gestionarlo. Porque al final en el vídeo tú lo subes ya te desvinculas. Ahí no, tienes que responder.

En un vídeo tienes mucho margen de error porque puedes editar, revisar un montón para ver qué cuadra y qué no. Pero en teatro ya interpretas a un personaje. Hemos hecho un montón de ensayos. En mi caso, un trabajo mental para controlar los nervios, para enfrentarme al directo y creo que el trabajo al final da sus frutos.

En tus videos lo que aparece son expresiones tuyas pero cuando a uno le viene un texto impuesto es diferente ¿Has matizado algo para adaptarlo más a ti?

Ya lo dije cuando empecé a leer los textos: «¿Tienen que ser literales?» (risas). Porque había cosas que sentía que podían quedar más orgánicas de otra forma.

Haciendo los ensayos a veces surgían cosas. Alguna frase no prevista o alguna reacción que Víctor también estaba de acuerdo en que quedaba mejor. Entonces sí, hay modificaciones del texto original que creo que lo hacen más orgánico y que han aportado a la obra.

Entre las cosas que destacan, el formato monólogo y la ruptura de la cuarta pared dirigiéndoos directamente al público.

Hace que tengas que tener todo el rato muy presente al público y no puedas evadirte o meterte en el personaje. Tienes que mirarles a los ojos, hablar con ellos y hacerles que se involucren en la obra.

Al principio daba un poco de miedo añadido a la obra, pero es verdad que se corresponde con la situación en la que estamos:  al final es sobre celebrar la nochevieja, con muchas músicas, muchas risas… etc.

Nuestra experiencia hasta ahora es que el público también es muy agradecido. Tiene ganas de involucrarse y de pasárselo bien. Para mi ha sido muchísimo mejor el traspasar la cuarta pared y sentir que podamos conectar más con ellos y que todo el mundo se va con la sensación de que ha vivido la obra.

¿Cómo son los fin de año de Ger? ¿Llegas a estos niveles?

Los míos son un poco más tranquilitos, la verdad (risas). Lo que me encanta de esta obra es que son tres personajes muy distintos pero a los tres al final se les va la cabeza. Creo que es verdad que fin de año siempre es la excusa para poder ir más allá. La única noche del año especial. Creo que todos pecamos de beber o desfasar más. Pero estos personajes van muy fuerte… para mi gusto, demasiado.

El humor tiene mucho de identificación con los personajes. A la hora de crear contenido, ¿Te inspiran tus propias situaciones o situaciones cercanas que hayas vivido?

El 80% de los videos son así y surgen por una situación concreta. Por ejemplo, el último vídeo que he subido sobre no soportar a alguien. Me pasó, literal, de estar aguantando y conteniendo lo que yo estaba pensando sobre una persona y dije «voy a hacer un vídeo de estos sentimientos.

https://www.instagram.com/p/CHyEWhYKcI6/

Por eso creo que la clave de mis vídeos o de que hayan llegado a tanta gente es esa, que la gente conecta con ellos fácilmente porque están basados en experiencias que al final, de una forma u otra, nos pasan a todos.

Esto genera muchos comentarios. ¿Alguno que te haya tocado especialmente?

Sí, sobre todo me han llegado algunos comentarios de gente que a lo mejor estaba en una situación difícil e incluso con tema de depresión o alguna pérdida de algún familiar importante que han dedicado un tiempo a darme las gracias por haber hecho que se sacasen unas risas o que pudiesen desconectar durante un momento.

En ese momento todo tiene ya otra dimensión. Ya no es que estés haciendo una gracia, sino que sientes que estás aportando algo que merece la pena. Que haya gente a la que le ayuda a un nivel más allá de una risa. Entonces, en ese momento te sientes especial y que lo que haces importa.

No ocurre tanto con el drama. Pero a veces es más fácil llegar a hablar de ciertos temas importantes a través del humor. Como por ejemplo el video de la plumofobia.

No se si es más fácil el hecho de hablar de esos temas en ese punto pero sí que es más fácil conectar con la gente desde el humor.

La gente, cuando conecta con el humor, conecta ya con mucha parte del mensaje y está mucho más proclive a escuchar lo que estás diciendo. Hay temas tabú que si los tratas desde esa forma puedes llegar a muchísima más gente. Al desdramatizar la gente está más proclive a escucharlo.


¿Nuevos proyectos en mente?

Tengo proyectos en mente y pactados. De hecho, yo tenía un trabajo de oficina que he dejado porque no puedo abarcar ya todos los proyectos con ese trabajo. Estoy muy ilusionado.

A la gente le gusta consumir tu contenido pero ¿Qué contenido te gusta consumir a ti?

Yo soy un consumidor a tope de redes sociales, de Youtube, internet en general… realmente tengo demasiada gente pero, por ejemplo, conecto mucho más con mujeres haciendo comedia. Me encantan Victoria Martín (@livinpostureo), Carolina Iglesias, Lalachus, que además es amiga y es una crack, Inés Hernán, Andrea Compton, Samantha Hudson… muchísima gente.

¿Más de Cultura y menos de qué?

Y menos de hate. De mal rollo todo el rato. Más disfrutar de la cultura y menos estar buscando la negatividad en todo. Y desconectar de este año horrible. Menos 2020.