Decía Graham Dixon que la técnica de Mijaíl Chéjov, también conocido como Michael Chekhov, «se puede comparar a una habitación con diferentes puertas, entrando por cualquiera de ellas te encontraras a ti mismo en el espacio de una actuación inspirada».

Y es que este actor, director de teatro, escritor, director y actor de cine creó un método para la actuación que a día de hoy sigue siendo objeto de estudio y ha sido utilizado por actores muy reconocidos. Se convirtió así en una de las personalidades del mundo del teatro más significativas del siglo XX.

La técnica Chechow se basa en la creación de imágenes interiores, que suelen ser abstractas, en la mente del actor para conseguir crear las emociones que requiere cada papel. Según sus teorías, creía en la imaginación y en la concentración como los motores más potentes de la individualidad creativa de los actores y por eso centró su método en potenciarlas.

Técnicas que hoy se aplican en las escuelas de teatro para el trabajo en la caracterización del personaje. Para ello, los ejercicios físicos con el cuerpo son fundamentales, así como los estímulos externos e internos.

Sin saberlo, este sobrino del famoso autor ruso, Anton Chejov, estaba revolucionando las técnicas de interpretación de la época. Todo con el objetivo de provocar en el actor la máxima verdad y sinceridad al interpretar su personaje. Con toda la fuerza emotiva del intérprete, la repetición e interiorización del papel comenzó a romper la distancia entre éste y el espectador.

Fue precisamente uno de los mejores alumnos de Stanislavski, quien también tiene su propio método. Desarrolló su propia técnica de interpretación tras su exilio de Rusia que lo llevó primero a vivir en Europa y luego a Estados Unidos a finales de los años 20. Fue el primero en ofrecer una visión psico-física para la actuación centrada en la mente y los sentidos. Una técnica de la que han aprendido muchos como Clint Eastwood, Anthony Hopkins, Helen Hunt y Jack Nicholson.

Se suma a la lista de técnicas y métodos aplicados en teatro diseñados por los mejores. Como por ejemplo el Sistema Stanislavski, El Método de Lee Strasberg, el de Stella Adler o la Técnica Meisner,