Parece que todo aquel que se quiera dedicar al teatro está destinado a servir copas detrás de la barra de un bar antes de poder vivir de su trabajo, ¿cuántas cañas tiene que servir un actor antes de subirse a un escenario?

Eso pensaba Beatriz cuando trabajaba en el bar Pavón, la cafetería del madrileño Teatro Pavón y le servía cañas a los actores y dramaturgos que más tarde actuarían al lado. Mientras atendía detrás de la barra a sus compañeros de gremio decidió escribir todas las anécdotas que vivía y tres años después tenía entre manos la obra Toma tu puta caña.

Toma tu puta caña es la historia de Candela, una actriz andaluza residente en Madrid, que lucha por hacerse un hueco en el mundillo, mientras trabaja tras la barra del bar de un emergente teatro madrileño. Una mirada indiscreta al panorama teatral contada por la mujer que los emborracha. La obra está escrita y protagonizada por Beatriz Torres y está en escena desde noviembre. Se puede disfrutar los domingos del mes de marzo a las 19.30 horas en la sala de teatro Nuevo Norte Madrid.

La idea nos ha encantado y desde Más de Cultura hemos hablado con su creadora, Beatriz Torres, para conocer más detalles de esta curiosa, irónica y canalla pieza teatral.

¿Qué nos vamos a encontrar en Toma tu puta caña?

La obra va de una camarera actriz que trabaja en el bar de un teatro muy conocido y cada día le pone cañas a los actores que más tarde van a actuar a su lado. Es básicamente lo que me pasó a mi durante tres años. Estuve trabajando de camarera y nadie sabía que era actriz. Le ponía copas a los actores y dramaturgos que más tarde iban a estar en el teatro de al lado. Me dio para escribir mucho. Ves tu ámbito y tu entorno de otra manera. Tu escenario real pasa a ser la barra y ves ese mundo desde otra perspectiva.

¿Cómo inicias este proyecto teatral?

Yo cuento la cruda realidad pero siempre partiendo del humor y de la comedia. Soy sevillana gaditana. Salgo en carnaval y tengo una forma más burlesca de hacer parodia. Sentía que era la única forma de sacarlo, de llegar a la gente sin que hiciera daño. Solo el 8% de los actores vive de su profesión, el resto estamos tirando de trabajos basura para pagar nuestras facturas, hay tanta gente tan válida y tan brillante y nadie conoce su trabajo.

¿Crees que la obra le puede sacar los colores a alguno o animar a los que están empezando?

La mejor crítica que he tenido ha sido de una amiga del gremio. Me dio las gracias por ponerle voz. Yo creo que contesto un poco a la pregunta. Casi todo el mundo que viene flipa porque, no solo a nivel actoral, cualquier persona se siente identificado con la protagonista. Candela es una persona súper humana que cuenta sus miserias, habla de sus inseguridades, de la familia, del amor y es muy fácil identificarse con ella.

El gremio artístico y los actores se sienten muy identificados y les anima muchísimo. Candela deja las cañas, suelta el mandil, se lanza a la piscina y hace su proyecto. La obra empuja a los que están y a los que están empezando.

¿Qué es lo que falla en el panorama teatral actual?

Falta de iniciativa por parte del público. Yo creo que se ha creado un movimiento a raíz de la crisis que nos ha obligado a reinventarnos. Nos pasa a la mayoría de los gremios, no solo al mío. Hemos tenido que darle un giro de tuerca más a la mandanga. Ese movimiento ha hecho que nosotros nos activemos, se han abierto más salas off, coworkings… se han creado otras formas de recaudar dinero y hacer colectivo en el gremio. Pero es cierto que nos faltan subvenciones, nos falta ayuda. Todo eso está muy unido a la política. Nosotros hemos notado muchísimo el cambio de gobierno. No hay ayuda. Falta un organismo que mueva más el espacio off.

No podíamos acabar sin nuestra clásica pregunta, ¿más de cultura y menos de qué?

Más de cultura y menos faltas de respeto, menos combate, discusiones políticas y religiosas. Hay que hacer comunidad y hermandad.