En algunos idiomas el negar dos veces está mal visto. Sin embargo, cuando no se entiende que el «no» es «no», conviene repetirlo. Durante los jueves de mayo y junio, la Sala Intemperie acoge la obra de teatro «Yo, NUNCA» de la Compañía del Krisol. Bajo el subtítulo «la violación más oculta» se reestrena esta obra que tuvo una gran acogida a principios de año en Madrid.

Ambos directores, Alba Navarro y Manuel Campos coinciden en un a cosa: la intención de hablar sobre la liberación de la mujer en todos los aspectos de la sociedad. Para ello, se rodean de un elenco compuesto por nombres como Sergio San Millán, Ferri Ballester, Jesús Redondo y Sara Ruíz Sardón para guiar al espectador por un viaje a las raíces de la terrorífica «cultura de la violación«.  

¿Por qué un tema tan peliagudo? Sara Ruiz Sardón y Jesús Redondo, autores del guión, pretenden esclarecer las causas y consecuencias de este terrible problema social que se evidencia en sentencias como la del caso de La Manada. De hecho, ese suceso real es el punto de partida desde el cual se desarrolla «yo, NUNCA», con los testimonios de los actores, que buscan concienciar sobre lo arraigados que están en nuestro subconscientes todo tipo de pensamientos y comportamientos relacionados con el machismo.

Pero quizá más interesante es el punto de vista de la obra, que indaga en otro tipo de violaciones que no tienen tanto que ver con las que ocupan los titulares. Éstas se encuentran en el interior de la pareja y de ellas, no se habla tanto. El equipo pretende mostrar que este tipo de abusos están socialmente aceptados por producirse en un entorno aparentemente afectivo.

Por eso, el espectador verá cómo todo lo que se gesta en una discoteca, puede conllevar un desenlace de lo más terrífico. Un montaje creado para impactar y hacer reflexionar al espectador sobre el género y la sexualidad.

Con una puesta en escena destacable, los directores se sirven de acciones paralelas, mimo, pequeños sketches, monólogos e incluso flashbacks para construir una historia coherente y necesaria. Para gritar alto y claro que no, es no, y nada más.