Ilustración de Pablo Guadarrama Garza
La menstruación es tabú. La sangre menstrual es un obstáculo en el día a día de muchas personas. El miedo, la exclusión, la falta de información y educación sexual, la vergüenza y el desconocimiento son características intrínsecas del periodo para muchos grupos. Con el objetivo de acabar con el estigma de la menstruación y la misión de mejorar la vida de niñas y adolescentes sin recursos a través de un programa de educación sexual y reproductiva que distribuye la copa menstrual nace la asociación Cromosomos X.
¿Sabías que 500 millones de mujeres no tienen recursos para gestionar su menstruación? La marginación y el repudio a la menstruación va mucho más allá de frases que conocemos como “que asco, tienes la regla”, “no te acerques que me manchas”… El dejar de ir al colegio cuando una está menstruando, el sentimiento de suciedad, la discriminación de tus allegados… son realidades a las que todavía nos enfrentamos.
Qué es Cromosomos X
Cromosomos X es una ONG fundada en 2019 con la misión de frenar la discriminación derivada de la menstruación. A través de programas educativos, pretenden visibilizar la regla, romper los tabúes que la rodean y desestigmatizar bajo una mirada feminista. Entender la menstruación como lo que es, un proceso natural del cuerpo, del que nadie se tiene que avergonzar.
¿Te imaginas no poder ir al colegio porque tienes la regla? ¿O no tener ningún método de higiene menstrual a tu alcance?
Cromosomos X pretende introducir la copa menstrual como una solución sostenible y segura para que el periodo menstrual deje de ser un problema. En Más de Cultura ya os hablamos de la copa como una alternativa ecológica de higiene menstrual, más allá de los beneficios que pueda tener para el planeta, es una opción barata, segura, limpia y sostenible que puede favorecer a romper prejuicios relacionados con la mentruación.
Mariña Escariz es una de las responsables del proyecto. Fue en un viaje a Tanzania con su madre cuando se dio cuenta de la desigualdad que derivaba de la menstruación.
«Es increíble lo invisibilizado que está. Hasta que no la tienes enfrente no te das cuenta. Yo creo que es un problema que ni se ve, ni se intuye. Viajaba con mi madre, me vino la regla y necesité comprar tampones, esto con la copa no me habría pasado, pero entonces aún no la usaba. Fui a un supermercado y los tampones costaban 9 dólares, las compresas 5. En Tanzania esto es absolutamente prohibitivo. Le pregunté al señor del supermercado cómo hacían las niñas de allí y contestó que se quedaban en sus casas, mi madre dice que también nos aclaró que los árboles tenían hojas, pero supongo que me quedé tan atrapada en la primera parte de la explicación que no recuerdo la segunda. Y ahí empezó todo. Un factor de desigual tremendo, de los más graves y además, completamente velado. Después te fijas, tiras del hilo y te das cuenta de que aquí también es un factor de desigualdad. A otros niveles, por supuesto, pero la vergüenza, el miedo a manchar o que te infravaloren con frases del tipo «¿tú no tendrás la regla?» son otras grietas de la misma falla», nos explica.
El poder de la copa menstrual
Con la distribución de la copa menstrual, un recipiente reutilizable fabricado con silicona médica para recoger el flujo menstrual, se procura reducir los casos de niñas con recursos económicos limitados que dejan de ir al colegio los días que dura el periodo. Cromosomos x pretende hacer alianzas con ongs locales, conocedoras del terreno, para poder llevar la copa a esos territorios.
«La solución de la copa menstrual para corregir esta desigualdad de género que impide a las niñas incluso ir al cole, me pareció la mejor, y bastante evidente. Entonces, yo estaba haciendo un máster de cooperación al Desarrollo y lo que hoy es nuestra ONG empezó siendo el proyecto final de máster. Marta Paz, que hoy es la responsable de salud de Cromosomos X, me animó mucho. Esto no se podía quedar en el papel y tenía que hacerse realidad», asegura Mariña Escariz.
La copa menstrual tiene una vida útil de 10 años y es la solución más sostenible y la más accesible para familias sin recursos. La copa proporciona hasta 12 horas de protección, lo que refuerza positivamente la seguridad y la confianza de los cuerpos menstruantes. Junto a un programa educativo, la copa es una de las herramientas que propone Cromosomos X para eliminar las violencias que tienen como origen la menstruación y que aumentan la desigualdad.
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