Si piensas en La Rioja es probable que lo primero que te venga a la mente sea una copa de vino. Es más, subo la apuesta y digo que si visitas esta comunidad autónoma es casi seguro que acabes visitando alguna de sus bodegas, paseando entre sus viñedos y haciéndote fotos con sus barricas. Puede que apuntes en tus planes la Batalla del Vino (si eres un turista que te va la fiesta) o la Cata del Barrio de la Estación (si prefieres planes más tranquilos).
Pues bien, este artículo viene a volar por los aires lo dicho en el párrafo anterior. Y es que La Rioja es mucho más que vino. En concreto, también hay queso. Porque Haro, no es sólo la CAPITAL DEL RIOJA (leed bien, DEL RIOJA, no de La Rioja), sino que es donde encontramos la quesería de Los Cameros, una empresa familiar que llevan ofreciendo los mejores productos desde 1961. Tanto es así que el pasado 2 de noviembre recibió ocho medallas en los Premios World Cheese Awards, los más prestigiosos del sector y en el que se medían a más de 3000 tipos de quesos de los cinco continentes.
Estos premios son otro motivo más por el que mirar hacia La Rioja y pensar en quesos. ¿Sabías que existe una Denominación de Origen Protegida específica para el Queso Camerano? Lo curioso no es que (lógicamente) los quesos de Los Cameros estén dentro de la D.O.P. de La Rioja, sino que en los textos de Gonzalo de Berceo, allá por el siglo XIII ya se hablaba de este producto. Podemos decir que tradición y modernidad aquí sí que se dan la mano.
En todos estos años, Los Cameros han ido evolucionando, creciendo, aprendiendo y cogiendo experiencia para ofrecer los mejores productos. Da gusto ver cómo explican su manera de trabajar, su visión de negocio, la exigencia con sus productos, la forma en la que lo elaboran, su compromiso con la proximidad… Por supuesto, da mayor gusto escucharles mientras estás comiendo alguno de sus quesos (aunque tengas que disfrazarte como para entrar a quirófano).
Así que si finalmente te decides a visitar La Rioja, nuestra recomendación es que conciertes una visita a la quesería de Los Cameros. Y después vas a una bodega. Que para disfrutar siempre hay tiempo.
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