Fotografía: Facebook Fernando Garín.

Fernando Garín es el autor de La Pluma y el Oeste: El fascinante viaje de la homosexualidad a través del Westernun libro que busca reflexionar sobre esta orientación sexual en un género cinematográfico lastrado por la censura y el patriarcado. 

El western ha sido, desde su origen, un género nutrido de estereotipos sobre la masculinidad. Identificado a menudo como un cine propagador de valores conservadores, el western ha podido resultar un medio hostil para las minorías sexuales. Sobre esto reflexiona Fernando Garín en el libro La Pluma y el Oeste. Con él escritor de estas páginas, tenemos el placer de hablar para Más de Cultura.

Descubrimos en este viaje historias fascinantes ocultas en el cine y otras, no tanto, como el rodaje de Andy Warhol en el que el FBI abrió una investigación por encontrar a demasiados hombres en actitudes gay o el romance entre Montgomery Clift y John Ireland en el rodaje de Río Rojo.

Me gusta mucho el punto de partida de tu presentación, en 2005 se estrenó Brokeback Mountain, pero afirmas que no fue el primer western gay.

El libro lo que trata de contar es que la historia de la homosexualidad en el oeste es algo que empezó  hace mucho tiempo.

La homosexualidad forma parte de la sociedad desde siempre y es verdad que Brokeback Mountain fue la película que para el gran público dio a conocer la historia de el amor de dos personas dentro de la iconografía típica del western. El que tenga la oportunidad de leer el libro descubrirá que muchísimo antes ya había habido películas, escenas, personajes, que han evocado la diversidad sexual.

En las películas siempre hay dos clásicos arquetípicos: el mariquita gracioso y el villano afeminado pero sin embargo tú ahondas en esas relaciones de amistad extrema que llevan a tintes que se podrían considerar homo-eróticos.

Escribiendo el libro me he dado cuenta de que a lo largo de la historia del cine se han ido fijando diferentes estereotipos del hombre gay. Y como bien comentas, es verdad que en los inicios se fijó mucho la figura del sissy, más o menos, el mariquita afeminado. Se utilizaba mucho en el cine mudo como un elemento cómico para causar la carcajada, porque era un cine muy hilarante.

«El cine nace en 1895 y hasta la actualidad la percepción social del homosexual ha cambiado muchísimo»

A medida que la historia del cine va avanzando se fueron fijando nuevos estereotipos como, por ejemplo, el del homosexual patológico que siempre iba asociado a una persona extremadamente maligna o que casi rozaba lo enfermizo, lo sádico.

Hay que esperar hasta mucho más tarde para encontrar por fin a un hombre homosexual realmente humanizado. Con sentimientos. Una persona como cualquier otra. Son los diferentes estereotipos que se han ido fijando y dan mucho el background de lo que ha sido la evolución de la percepción social de la homosexualidad.

«Esas sociedades exclusivamente masculinas dan lugar a unas relaciones muy ambiguas»

Hay que pensar que el cine nace en 1895 y hasta la actualidad, en este recorrido en las sociedades modernas, en Estados Unidos y también en España, la percepción social del homosexual ha cambiado muchísimo.

Es curioso porque en el subtítulo de La Pluma y el Oeste leemos homosexualidad, sin embargo muchas de las relaciones que analizas son bisexuales. 

La verdad que el western se mueve mucho en ese terreno ambiguo. El western está mayoritariamente protagonizado por hombres con cierta lógica, porque al final, las películas del oeste reflejan un episodio histórico que tiene que ver con la conquista del oeste y, como sabéis, la conquista del oeste la emprendieron en primer lugar los hombres. Fueron los que como pioneros se adentraron a colonizar los territorios desconocidos.

Claro, se crearon sociedades totalmente pobladas por hombres. Esa relación, esas sociedades exclusivamente masculinas dan lugar a unas relaciones muy ambiguas. Muchas veces la amistad entre hombres traspasa ciertos límites y puede dar lugar a pensar que hay un afecto mayor.

Cuando aparece el elemento femenino, es verdad que hay muchas películas en las que se destila cierta homosexualidad, bisexualidad o ambigüedad sexual, porque aunque está el elemento femenino, en muchas películas de las que cito en el libro el elemento femenino muchas veces es puramente instrumental o justificativo.

Es la manera que dos hombres encuentran de poder expresar sus afectos a través de un instrumento que en este caso suele ser la mujer. Es un elemento bastante interesante que en bastantes películas se puede ver.

«Una de las maravillas que tiene el cine es que el factor subjetivo tiene una importancia enorme»

El clásico ejemplo de esto sería Dos hombres y un destino la película protagonizada por Paul Newman y Robert Redford. Son una pareja entre la cual se sitúa una mujer, Katharine Ross, una maestra de escuela, que comparte afectos con ambos de una manera bastante poliamorosa. Los afectos fluyen de una manera bastante cómoda pero la lectura actual de la película te enseña y te muestra con claridad que la verdadera relación afectiva y amorosa es la que existe entre los dos hombres, entre ellos dos.

Sin embargo no es un libro que busque cambiar la historia sino reflexionar y reinterpretar sin adoctrinar ¿no?

No, por supuesto que no. Creo que una de las maravillas que tiene el cine es que el factor subjetivo tiene una importancia enorme. Hay una misma película que pueden ver diferentes espectadores y cada uno extraerá conclusiones diferentes.

Todos adaptamos el discurso cinematográfico según nuestra experiencia y nuestros valores. Entonces el libro lo que trata es de ofrecer. De proponer una mirada diferente sobre un género que es verdad que siempre ha estado impregnado de ese machismo. De esa característica tan típica del heteropatriarcado y lo que intenta es ofrecer ejemplos de cómo lanzando una mirada diferente, una mirada queer, que adopta la perspectiva de la diversidad sexual, se puede ver que dentro del género. También hay ejemplos de otras lecturas diferentes.

«el cine junto con la censura y la moral de la época sigue echando capas sobre una realidad»

Desde luego lo que es es una propuesta. Creo que al lector lo que se le dan son herramientas, se le propone que analice los diálogos que se le ofrecen, las imágenes el contexto histórico, lo que pasó detrás de la pantalla que a veces es tan importante como lo que pasa delante para que, precisamente, el lector pueda extraer sus propias conclusiones.

La Pluma y el Oeste es una reinterpretación a nuestra manera de pensar en la actualidad ¿Crees que evolucionará también con el tiempo a medida que nuestras propias percepciones sexuales siguan evolucionando?

Casi seguro. Cuando propongo analizar una película en el libro siempre se trata de dar mucho contexto histórico porque es muy importante siempre ver una película con los ojos de su tiempo. Incluso una película del cine mudo o de los años 60, vista desde hoy nos exige el esfuerzo de retrotraernos a su tiempo para llegar a entenderla. Otra cosa es que, con lo que sabemos ahora, extraemos conclusiones diferentes. Y eso es, de alguna manera, la magia de la mirada que puede lanzar cada uno.

Hablando de ese tema de la diversidad sexual hay una cosa en la que el libro también hace bastante hincapié y es que el libro hace análisis cinematográfico pero también hace cierto análisis histórico porque el western es un género que se diferencia de todos los demás en un aspecto fundamental: refleja la realidad de un episodio histórico. La conquista del oeste en en el siglo XIX.

En el libro se habla mucho de censura pero también se hace hincapié en que el relato histórico del western ya está lastrado por la ocultación. Porque realmente nosotros conocemos la historia de la conquista del oeste a través de las películas y pensamos que fue así, pero como sabemos las películas y el cine tienden a idealizar mucho la realidad.

En el caso del oeste ya hay estudios que han demostrado que las relaciones sexuales entre hombres eran bastante frecuentes en el siglo XIX. Se ha demostrado que era habitual la inversión de roles en la comunidades exclusivamente masculinas.

Por ejemplo, en el famoso baile de los parches donde la mitad de hombres hacían de hombre y la otra mitad de hombres hacían de mujer colocándose un parche en la entrepierna. O por ejemplo, la realidad histórica de los indios que dentro de su tribus nativas contemplaban el tercer género. De hecho, contemplaban más de cuatro géneros y entre ellos estaba el hombre de dos espíritus el berdache o badea, que era un hombre con características masculinas y femeninas y que además era completamente tolerado e incluso respetado dentro de sus propias comunidades. Se le reservaban funciones muy importantes. Lo que quiero decir con esto es que de partida el relato histórico ya está muy ocultado. por eso el cine junto con la censura y la moral de la época sigue echando capas y capas de tierra sobre una realidad que probablemente era mucho más diversa sexualmente de lo que nos hemos creído.

Fotografía: Facebook Fernando Garín.

Fotografía: Facebook Fernando Garín.

¿Hay algo que te haya sorprendido especialmente durante la documentación?

El libro ha requerido de bastantes años de ver películas y ha dado lugar a descubrir muchísimas anécdotas que yo desconocía. Algunas de ellas bastante interesantes. Siempre me quedo con Río Rojo. Película que pertenece a la época dorada del cine del oeste y es super interesante conocer la historia de Montgomery Clift.

Era un actor ciertamente peculiar, una persona difícil y muy torturada. Era una persona homosexual que había tenido ya relaciones con hombres y prácticamente toda su vida las tuvo. Tuvo también muchos problemas con adicciones, con la droga o con el alcohol y que cuando entra en ese rodaje, en esa película se encuentra por un reparto formado por John Wayne y Walter Brennan. Dos personas extremadamente conservadoras y él se enfrenta a una especie de choque que de alguna manera se vive en la pantalla porque el personaje de John Wayne y el de él se contraponen mucho.

Ofrecen masculinidades muy diferentes pero detrás de las cámaras ellos también vivieron ese enfrentamiento de masculinidades. Se detestaban mutuamente y de hecho hay relatos que hablan de que Montgomery Clift tuvo experiencias sexuales con un compañero de reparto, con John Ireland, mientras discutía con John Wayne… él realmente lo pasó fatal porque tuvo muchos problemas de adaptación y fue una persona que le imprimió un carácter a su personaje que probablemente sin él no podría entenderse.

También son muy anecdóticas y divertidas las experiencias en el cine del oeste de Andy Warhol que llegó a rodar una película del oeste muy desconocida para la mayoría dentro de su clásico cine experimental. Una película que se llama Lonesome Cowboys. Está hecha a la estela de todo el fenómeno Stonewall y él le imprimió de alguna manera su personalidad a un cine tan estereotipado como es el del oeste.

Generó tanta controversia que incluso el rodaje fue investigado. El estreno y la promoción posterior de la película fue investigado por el FBI durante muchos años. Es muy interesante leer esos informes del FBI de agentes que van a ver las proyecciones y se quedan escandalizados transcribiendo lo que están viendo de hombres que actúan de alguna manera muy gay… Son anécdotas muy interesantes. La verdad es que el libro está bastante plagado de ellas porque intenta que el lector también se entretenga.

 Acabamos de descubrir un libro muy interesante ¿Alguna recomendación de alguien que también merezca un altavoz?

Un escritor granadino que se llama Francisco Javier Olivas que tuvo bastante éxito con su primera novela: El tercer lobo. Y acaba de estrenar su nueva novela que se llama La memoria prestada.

Escribe ficción. Novela LGTB, pero me parece que da un enfoque muy diferente a la clásica novela LGTB. Siempre relacionado con temas que tienen que ver con lo mental el psicoanálisis y creo que sería una entrevista muy interesante porque su novela sale ahora y la verdad es que es un escritor con muy buena mano.

¿Más de cultura y menos de qué?

Menos de política. Estamos un poco hartos de política. Una de la cosas de las que mi libro habla mucho es de que una de las cosas por las que tiene que luchar siempre el arte y el cine es porque la política no meta las narices dentro.

Lo más valioso que tiene la expresión artística en general, de cualquier tipo, es la libertad para poder crear con el respeto a las leyes y tratando de no ofender. Pero sobretodo hay que salvaguardar esa libertad que me parece muy importante.

En La Pluma y el Oeste se habla de la lucha contra la censura, es verdad que hoy también vivimos un momento diferente de lucha. A veces contra lo políticamente correcto lo cual nos trae un poco a todos de cabeza y a veces hay que recolocarse para preservar la libre creación artística, que es lo que mantendrá vivas todas las expresiones de los creadores.