El terrorismo parece leer las novelas de Stephen King
«Miles de personas en la calle. De improviso, un conductor solitario se abre paso entre la multitud en un Mercedes robado, atropellando a los inocentes, retrocediendo y arremetiendo de nuevo. Ocho personas mueren y quince resultan heridas. El asesino escapa». Podríamos estar leyendo unas líneas referidas al atentado terrorista de Barcelona del pasado 17 agosto 2017. Pero hoy, en su aniversario, los lectores del maestro del terror Stephen King, no podemos olvidar las macabras coincidencias entre los atentados terroristas que azotaron Europa el año pasado y su novela «[amazon_textlink asin=’8490627665′ text=’Mr. Mercedes‘ template=’ProductLink’ store=’masdecultura-21′ marketplace=’ES’ link_id=’042f9c52-9563-11e8-b293-4349bc690fa5′]«.
Cada vez que un periodista le pregunta a la familia del terrorista implicado en una célula, contestan lo mismo «era una persona buena que se dejó llevar por ideas radicales», en esa etapa ¿también le dio por leer a Stephen King». La novela policíaca se publicó en junio de 2014, es decir, antes incluso de ese 7 de enero de 2015 cuando un atentado en la sede del diario Charlie Hebdo sentaba las bases de una nueva etapa del terrorismo más atroz.
No es la primera vez que Stephen King nos sorprende con predicciones en la historia de sus novelas. Acostumbrado a jugar con la psicología de sus personajes, es un experto en sacar a relucir lo peor del ser humano. Sus placeres y sus secretos más ocultos. Sus novelas se erigen siempre con ese toque a experimento sociológico que nos hace replantearnos «hasta donde llegaríamos si…»
En este caso, el paralelismo está claro. El modus operandi de este «Mr Mercedes», se asemeja demasiado al de Mohamed Lahouaiej-Bouhlel. El tunecino que el 14 de julio de 2016 arrollaba con su camión a la multitud que celebraba el Día de la Bastilla en Niza. Un procedimiento que imitaron sus colegas posteriormente en otras capitales como Berlín, Londres o Barcelona.
Pero si seguimos avanzando en la novela, su personaje tramaba algo más, mucho más macabro y mucho más terrorífico si el lector de 2014 supiera que iba a ser noticia el 22 de mayo de 2017. Una estrella del pop adolescente organiza un concierto multitudinario en el cual todo joven quiere estar. Lo que no saben es que una persona está planeando convertirse en una bomba humana y volar todo por los aires en plena actuación. ¿Les suena? Es lo que alguien planeó también 2 años después en Manchester, la estrella se llamó Ariana Grande.
El libro también nos regala frases magníficas de su autor, como por ejemplo reflexiones como esta: “A la mayoría de las personas les ponen unas botas de plomo en la niñez y tienen que llevarlas ya siempre. Esas botas de plomo se llaman conciencia.” o “Su ordenador no es solo una nueva clase de televisor. Quítese eso de la cabeza. Cada vez que lo encienda, está abriendo una ventana de acceso a su propia vida. Si es que alguien quiere mirar, claro.”
Sin embargo, King no ha entrado en tanta polémica como si lo hizo , Michel Houellebecq, el autor de «[amazon_textlink asin=’843397923X’ text=’Sumisión‘ template=’ProductLink’ store=’masdecultura-21′ marketplace=’ES’ link_id=’6bd8c788-9563-11e8-8554-b7db08d1ca6f’]» que tuvo que retrasar el estreno de su novela por el atentado terrorista de Charlie Hebdo porque la trama de ésta gira entorno a un futuro distópico en el que el mundo está dominado por los musulmanes y los franceses quedan reducidos a la nada. También fue acusado de islamofobia y de apoyar a la extrema derecha.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de ciudades que inventó la literatura, pero a veces la creatividad de un escritor va más allá de una simple invención. La realidad supera siempre a la ficción. ¿estará en los libros el futuro de la humanidad? Lo que si está claro es que no nos vendría mal leer un poco más.
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