En MDC hemos reivindicado la figura de Remedios Varo como artista pictórica, pero no hemos hablado de sus aproximaciones a la literatura. Su obra escrita había permanecido prácticamente oculta o dispersa durante años. Gracias a la edición de Isabel Castells Molina junto con la editorial Renacimiento, hoy podemos disfrutar de «El tejido de los sueños». Un material, en principio no concebido para su publicación pero que nos permite reconstruir su compleja personalidad más allá de las pinceladas.

Remedios Varo se enmarca dentro del grupo surrealista que trabajó desde el exilio al estallar la Guerra Civil. Remedios, viajó de Barcelona a París huyendo del conflicto, pero fue en México donde encontró la paz y donde residió hasta su muerte. Allí creó vínculos muy estrechos con otras artistas de la época pertenecientes al mismo movimiento, como fue el caso de Leonora Carrington, con quien mantuvo una gran amistad hasta su muerte. También con Benjamin Péret, Kati Horna, Gerardo Lizarraga, César Moro o Esteban Francés. Su aventura en el exilio le llevó a evolucionar también en su recorrido artístico más allá de las vanguardias europeas.

Remedios fue reconocida en sus inicios por una gran destreza técnica con el dibujo. De hecho, fue famosa por sus falsificaciones del autor italiano Giorgio de Chirico. Pero no sólo se dedicó a la pintura, también trabajó en la creación de atrezzo para teatro y plasmó sus influencias en la escritura.

Ese mundo onírico y alquímico que tanto representa la extensa producción pictórica de Remedios Varo, también está presente en cartas, relatos y sueños plasmados sobre papel. «El tejido de los sueños» se convierte así, en una oportunidad de acceder a ella desde otro prisma mucho más personal. Una forma de reconstruir el panorama colectivo de una generación pero también para hablar de temas universales como la creación, la amistad o la libertad.