Han cambiado los tiempos, y con ellos el estilo de música en el cine. Para los que conozcan a la cantante, si han ido a ver ya El Grinch, habrán identificado la voz rasgada de Sia, que empieza a ser habitual en el mundo de las Bandas  Sonoras.

En este caso, forma parte de la extensa playlist del renovado y moderno Grinch, que ha cambiado la clásica animación de 1966 y los cutres efectos del cine que inauguraron los 2000 y ahora, en esta tercera edición, se nos presenta como un bicho verde adorable animado por los creadores de Los Minions, que, por cierto, para quién no lo sepa son invento español que se vendió a Estados Unidos porque «no había dinero para producirlos».

Pero este remake no sólo nos demuestra lo mucho que ha evolucionado la animación, también lo que han cambiado las bandas sonoras. Aunque en este caso la firme otro de los grandes: Danny Elfman, los fanáticos del cuento de 1957 ¡Cómo el Grinch robó la Navidad!, se acordarán de la orquesta que acompañaba y narraba sin palabras todo lo que ocurría en la película.

La partitura la firmaba el oscarizado James Roy Horner. Compositor de bandas sonoras y director de orquesta estadounidense. Entre las más de cien partituras para cine que creó destacan las de Titanic, que es la banda sonora más vendida de la historia y la de Avatar, que es la película más taquillera de todos los tiempos,​ ambos filmes del director James Cameron.

Ha sido nominado a los Premios Óscar diez veces, dos de ellas a Mejor Canción y ocho a la Mejor Banda Sonora: Aliens, el regreso (1986), Campo de sueños (1989), Braveheart (1995), Apolo 13 (1995), Titanic (1997), A Beautiful Mind (2001), Casa de arena y niebla (2003) y Avatar (2009).

Sin embargo, los grandes éxitos siempre acarrean críticas. Por eso Horner ha sido criticado en numerosas ocasiones por plagiarse a sí mismo y reutilizar sus partituras en las películas nuevas en las que ha ido trabajando. Por ejemplo, mucho se ha criticado que el tema de apertura de El hombre bicentenario se parezca al tema principal de Una mente maravillosa. El tema en cuestión es A Kaleidoscope of Mathematics, que Horner ya usó en El Hombre Bicentenario,

Y en esta última lo adereza con una voz femenina.

Hay, incluso, un movimiento en internet y un grupo en Facebook que lo critica por su característico Parabará, sintonía característica que comparten películas como Avatar, Troya, Enemy at the Gates, Willow y Cristiada.

Como ven, las bandas sonoras orquestadas han pasado a mejor vida, y han quedado  reducidas a escasos productos épicos del cine. La música clásica ya no está de moda y ahora las películas son el escaparate perfecto para que productos musicales de radiofórmula conformen una lista de reproducción que luego pueda ser escuchada en Spotify.

Así, de los creadores de «Cómo el Grinch robó la navidad» llega «Como Universal robó las Bandas Sonoras».