María Rozalén nació en el año 86 en Albacete, hoy, 32 años después, se ha convertido en una fuente de inspiración para muchos por sus composiciones con causa social por bandera. Diversos colectivos utilizan sus canciones para luchar día a día por el respeto. Estudiante de psicología y musicoterapia, es consciente de la necesidad de entender las preocupaciones humanas para componer. La presencia de Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos que le acompaña en cada concierto, hace de su música algo accesible a todos. Y como ésta es una entrevista inclusiva, para los que prefieran escuchar, no solo os mostramos nuestra conversación con la cantante en forma de texto. Aquí va el podcast de los sonidos que inspiran a Rozalén:

En el mundo de la música desde los 14 años y ya muy centrada en las minorías y causas sociales. ¿Por qué crees que a una edad tan temprana ya eras consciente de que la música podía servir para cambiar tantas cosas?

Supongo que se nace con eso, pero si que creo que tiene mucho que ver la educación que he recibido. Es verdad que en mi casa y en mi colegio el tema social siempre era una prioridad. Así que supongo que será por eso.

Estudiante de Psicología y Musicoterapia ¿Qué te han aportado los conocimientos adquiridos esos años y como los vuelcas en la música?

El hecho de estudiar una carrera, estudiar, leer, informarte… todo eso te ayuda. En la vida y en todo. Y más si haces canciones. La psicología encima es el estudio del comportamiento humano, de la mente humana, estudia las emociones. A raíz de la musicoterapia, al componer soy más consciente de lo que sucede, de lo que yo siento, de lo que se puede transmitir. Entonces claro, todo conocimiento te ayuda en todo y más si eres compositor, (ríe y corrige), compositora.

Tu canción Comiéndote a besos marcó un antes y un después en el colectivo LGTBI y ahora es un himno para esta comunidad. ¿Cómo llegaste al resultado final y que supone para ti la repercusión que ha tenido y sigue teniendo?

La hice cuando aún estaba estudiando en la carrera. Porque nos pidieron de una asociación que trabajaba con seropositivos,¡ hacer canciones que hablaran sobre el VIH en el día de hoy, en la actualidad. Entonces nos informaron muchísimo de todo. Había muchas cosas que desconocía y lo que intenté hacer fue ponerme en la piel de alguien que se enamora de una persona con VIH. A mí también me ha sorprendido todo lo que ha pasado con esa canción y me alegra. Y sobre todo  estoy agradecida porque en el fondo la canción resume lo que el amor debe de ser. Que esté por encima de todo, de la enfermedad también, de las mochilas, del pasado, de todo eso.

De todas las reacciones a esa canción por parte del colectivo LGTBI ¿podrías destacar alguna que te hiciera especial ilusión?

Es que nos han escrito tantos y tantos mensajes preciosos y emocionantes… Hay tanta gente que la ha utilizado para sus historias de amor que no me podría quedar con ninguna. Lo que más me ha impactado son las historias que nos han llegado de gente que perdió a alguien por SIDA en el pasado. Eso siempre te deja tocaito porque la canción también les hace recordar a alguien especial. Pero bueno, sobre todo las muestras de amor que son muchas.

¿Cómo llega Beatriz Romero a tu vida?

Beatriz Romero, (que, por cierto, está a su lado mientras nos concede la entrevista), llegó a mi vida por casualidad. Como las cosas importantes de la vida. Nos conocimos en Bolivia haciendo cooperación y nos hicimos fans mutuas y fue tan fácil derribar una barrera como ponerla al lado mientras yo cantaba. Me di cuenta de que todo se multiplicaba, todo sumaba y que absolutamente todo el mundo podía venir a escucharnos así que lo absurdo habría sido el no ponerla ahí.

«Cuando no me escuchaba la gente, aprendí que tenía que ganarme su silencio haciéndolo cada vez mejor»

A la hora de componer una canción ¿Qué te inspira?

Me inspira lo que vivo y siento cada día, lo que veo alrededor, el amor y el desamor es lo que más. También me preocupa lo que ocurre en el mundo. Las causas sociales, la política, todo. En realidad si tienes una mente juguetona e imaginativa una pared en blanco te puede inspirar una gran canción también.

¿Podrías destacar alguna estrofa que sea especialmente importante para ti?

Eso es como decirle a un padre cual es su hijo favorito porque todas mis canciones han sido y son importantes en algún momento… lo primero que me viene a la cabeza es el estribillo de Saltan chispas, por ejemplo, si que fue la primera canción que hice cuando llegué a Madrid y la que me recuerda que las cosas cuestan trabajo. Porque ahí me sentía yo muy sola y no me salían las cosas y claro, cantarla así con el tiempo, me hace sentir mejor. Pero vamos, imposible elegir.

¿Qué hace María cuando no está dedicándose a la música?

Dedico mucho tiempo al hogar, a mis animales, al jardín, paseo mucho por el campo porque eso me sienta muy bien a la cabeza, cocino… y sobretodo dedico tiempo a mi gente y me voy por ahí a comer y a beber rico.

¿Cómo eran esos conciertos a los 17 años y que aprendiste de aquellos años?

Iba yo con mi guitarrita sola y tenía simplemente dos o tres canciones mías, lo demás eran versiones. Cantaba canciones de Fito y Fitipaldis, de Silvio, de Aute, de Shakira, de Reincidentes… un combo así muy divertido, muy diferente. Y bueno claro aprendí muchísimas cosas. Por ejemplo, cuando no me escuchaba la gente, aprendí que no me tenía que enfadar por eso, que la gente elegía lo que quería y que yo tenía que ganarme el silencio de la gente haciéndolo cada vez mejor.

En una sociedad como la nuestra sigue habiendo discriminaciones por motivos de sexo, condición sexual o raza. ¿Qué es lo que sigue fallando? ¿Hay discriminación en el mundo de la música hacia las mujeres o hacia la condición sexual?

La cosa sigue estando fea y sigue habiendo desigualdad y supongo que tiene que ver con el egoísmo de la condición humana, con la falta de empatía. En la música, aunque es verdad que estamos progresando adecuadamente, porque no me puedo comparar con las mujeres de hace unos pocos años, que gracias a ellas ahora tengo más posibilidades,  sigue habiendo un componente sexual y el tener que demostrar mucho más que vales. Entonces, aun queda muchísimo por hacer y evidentemente la cantidad de músicas es inferior a la de hombres. Hay que seguir.

¿Más de Cultura y menos de qué?

Más cultura y menos mirarse el ombligo, por ejemplo (risas).

A lo mejor le ha interesado lo que la artista tiene que decir, si es así, no debería dejar escapar la oportunidad de vivir lo que quiere cantar. Para seguirle la pista, el listado completo de sus próximos conciertos en este enlace.