En MDC tenemos devoción por las técnicas japonesas, pero este artículo no va a ser una segunda parte del Kokigami, lo sentimos. Con la llegada de estas fechas complicadas como son las Navidades y sus correspondientes regalos, os proponemos una solución económica, antiestrés y muy decorativa.
El arte floral del Kokedama es una técnica japonesa pariente de los Bonsais que nació en Japón hace más de cinco siglos. Su peculiaridad es que permite a las plantas crecer sin necesidad de una maceta y en ocasiones, suspendidas en el aire. Otras ventajas de tener un Kokedama en tu casa son que purifica el ambiente, reduce el estrés y hasta hidrata la piel, o eso dicen. Absorbe los contaminantes que haya en el ambiente, disminuye el ruido, ¡y es muy fácil de regar!
Su aspecto es bastante llamativo, pues consiste en una planta cuya base es una bola compuesta normalmente por Turba Akadama, un tipo de arcilla japonesa. Arlita, ácido cerámico para oxigenar la raíz. Perlita, vidrio volcánico para aumentar la retención de humedad. Fibra de coco, para aumentar la capacidad de retención del agua, y sustrato universal. Esta bola también puede aparecer recubierta de musgo, pero a no ser que te dediques a cultivarlo en un invernadero debes saber que la compra de musgo en España es ilegal y las multas por arrancarlo pueden llegar a los 200.000 euros. Podría decirse que el musgo es el cemento a partir del que se crea un bosque. Evita la erosión del suelo y sirve de abrigo para que los microorganismos cumplan su función y fertilicen el suelo. Arrancarlo no sólo afecta a tu bolsillo, también a todo un ecosistema.
Muchos tipos de plantas pueden funcionar como Kokedamas, pero hay especies particularmente recomendadas. Sobretodo plantas resistentes y duraderas. Las cintas son una especie pequeña y fácil de cuidar, y muy estéticas. Las hiedras son perfectas para Kokedamas colgantes y te sirven tanto para interior como para exterior. Las suculentas son también plantas muy resistentes y no necesitan demasiada agua, perfectas para aquellos despistados que se olvidan de regar de vez en cuando. Aunque los más decorativos sean los helechos, esta redactora tiene predilección por el ginseng, una planta que proviene de las zonas tropicales de Asia. Sus raíces son bastante deformes y no están completamente ocultas en el suelo, lo que la convierte en toda una rareza muy parecida a la mitológica mandrágora.
Existen muchas tiendas que venden este tipo de plantas. En Madrid por ejemplo, está Kokedamas Rubio. Pero hacer los Kokedamas en casa o con nuestros familiares y amigos es más entretenido y barato, además de la relajación que genera el contacto con la tierra. Esta técnica se utiliza en ocasiones como terapia en lugar de un ejercicio de jardinería convencional.
Si quieres iniciarte en el mundo de los Kokedamas, el día 30 de noviembre tienes una cita en el Espacio Ephimera de Madrid de la mano de Ecoembes, que organiza talleres de todo tipo en el #Recyclingmarket. Y si al apuntarte te has quedado sin plaza, Rojomenta es una jardinería ecológica que también organiza talleres durante todo el año, de Kokedamas y mucho más.
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