Lo primero de todo es que este titular es mentira, nunca vas a ser dueño de tu gato, y eso es algo que debes tener en cuenta desde el primer día. Asume que tus pelos en el baño no van a ser nada en comparación con los que va a haber repartidos por la casa. Que las cortinas, mantas, tapicerías y todo lo que pueda ser susceptible de ser arañado, lo va a estar en unos meses, y que tu ropa negra no volverá a ser la misma.
Con esta introducción tan desesperante parece que te estoy quitando la idea de adoptar. Todo lo contrario, te estoy diciendo que a pesar del párrafo anterior, por supuesto que merece la pena compartir tu vida con estos peludos. Esa frase de “no sabes lo que se puede llegar a querer a un gato hasta que vives con uno” es totalmente cierta. Todas esas personas que dicen que el cariño de un perro no te lo da un felino, mienten. El vínculo que se establece con este animal es muy especial, porque no parte de la sumisión, si no del tu a tu (tu me das de comer y yo te cedo mi lomo para que me hagas mimitos).
Dicho esto, aquí van unas recomendaciones, desde la experiencia y la sinceridad, para haceros la vida más fácil y práctica a tu gato y a ti (en ese orden, claro).
La comida
Debemos empezar avisando que cada gato es un mundo, y que aunque por regla general se deba combinar una dieta húmeda con pienso, hay casos y casos. Lo normal es que a diario se alimenten a base de pienso y que de vez en cuando como premio, reciban una latita (sentirás los maullidos martilleando tus tímpanos). En mi caso, las marcas que más me han aconsejado han sido Schesir y Applaws, pero depende mucho de la dieta y la edad del animal.
La comida es muy importante y un indicador bastante fiable de que si tu gato deja de alimentarse bruscamente, es que algo le pasa.
En cuanto al soporte en el que colocar la comida, es recomendable utilizar cuencos de cerámica o de acero inoxidable, mejor que el plástico. Si tu amiguito tiene un apetito voraz y necesitas regularle la cantidad, existen unos maravillosos comederos automáticos que suministran la dosis adecuada de pienso diario.
Con el agua pasa lo mismo, hay fuentes automáticas que mantienen el líquido en movimiento para que a tu mascota le resulte más atractivo y beba más. Generalmente los gatos no son animales que beban mucho, así que tampoco te preocupes si ves que el nivel no baja a pasos agigantados. Y como pasa con todo lo que les compres, puede que les guste o que no. Si eres primerizo, empezaría con un cuenco, cambiando el agua con regularidad para que la encuentre limpia y de su agrado, y más adelante me plantearía hacer la inversión en una fuente.
Dormir
Las horas en las que descansa un gato suelen ser diferentes a tus horas de sueño, así que acostúmbrate a escuchar ruidos mientras estás en la cama, y hasta a que te salten de improvisto de vez en cuando. Hay gatos que, sobretodo en invierno, duermen en la cama con sus dueños (algunos incluso debajo del edredón). Y otros prefieren su independencia en el sofá o en su propio cojín.
Que no te sorprenda si decides comprar la cama más mullidita del mundo y el gato de repente prefiere dormir en la caja donde va envuelta. Poco a poco se irá acostumbrando.
Los pelos
Como cualquier animal peludo que se precie, el gato suelta pelo. Dependiendo de la raza lo hará más o menos, pero siempre vienen bien unos consejos en cuando a la limpieza.
El aspirador va a ser tu mejor aliado cuando te de ese venazo de pulcritud, pero para el día a día nada como una bayeta húmeda y el rodillo adhesivo.
La caca
La parte escatológica tenía que aparecer en algún momento. Si vives en un piso, te recomiendo que la caja de arena tenga tapa. Algunas hasta vienen con puertecita.
Por la salubridad de los animales, es recomendable una limpieza constante combinada con una arena efectiva. Y cuando digo efectiva, me refiero a que atrape bien los malos olores.
Mi favorita es la arena aglomerante, porque tanto el pis como las heces se compactan en forma de grumos y es mucho más fácil recogerlos. Puedes retirarlo cómodamente a diario mientras el resto de la arena se mantiene limpia más tiempo.
Los juegos
Aunque no lo catalogaría como un juego, los rascadores son esenciales en una casa. Primero para evitar que te destrocen la tapicería del sofá, y segundo, que es necesario para que se afilen las uñas. En cuanto a los juguetes puros y duros hay un montón de posibilidades: interactivos, de caza, con sonido, los KONG… Eso si, yo nunca he conocido a un gato que pudiera resistirse a los ratoncitos de toda la vida.
Ahora están muy de moda los juguetes con catnip (menta para gatos) o con valeriana, que proporcionan un olor que les encanta. Algunos se ponen a jugar como locos y otros pasan olímpicamente, la cuestión es probar.
Generalmente, las plantas son un reclamo. Se sienten más a gusto en un hogar verde (como todos). Tienes que mirar bien si lo que compras es tóxico para ellos o no, pero mientras tanto, existe hierba gatuna que viene con su recipiente y sus semillas. La puedes colocar en un lugar accesible para ellos y no te preocupes si la muerden y se la comen, se están purgando para una buena digestión.
Como he dicho, cada felino es un mundo, y los gatos, como las personas, tienen sus personalidades, a las que tendrás que adaptarte para descubrir lo valiosos que pueden llegar a ser.
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