Fotografía: Ana Hurtado con el equipo de Herencia. 

La Habana sigue viva. Su gente está en las calles, en las plazas, en las iglesias, en los parques, en las salas de baile, en las escuelas. Y continúa transmitiendo una herencia hecha de risas antiguas, de ritmos africanos y de tintes fuertes. Es la premisa de Herencia, la película documental que llega a los cines de la mano de Begin Again Films el próximo 14 de mayo. 

Ana Hurtado dirige esta aventura. 15 días en Cuba rodando con sus gentes, le granjeraron esta historia sobre las raíces. Lo que iba a ser un documental televisivo sobre la música cubana, terminó convirtiéndose en una película sobre la presencia de África en Cuba, las raíces múltiples de los habitantes de la isla y sobre la gente que, como ella dice, hace la historia de los lugares: la gente anónima. Ana Hurtado se toma un descanso para charlar con Más de Cultura sobre el proyecto.

¿De dónde surge este proyecto?

A mi siempre me interesó mucho el sistema cultural y social cubano. Desde que estudié periodismo en la universidad. Había algo que me atraía.

En 2017 decidí irme sola a Cuba. Quería ir sola porque no quería que nadie intercediera en lo que era mi visión de la isla, su gente. Al ir allí, la verdad es que me sorprendí bastante. Se me cayeron muchos esquemas que tenía con respecto a la cultura y la forma de vivir allí.

Lo que más me llamó la atención fue la gran influencia africana que hay en la isla, que es de dónde surge Herencia.

Pensaba que la influencia española era fuerte y me llamó mucho la atención que, como dice Miguel Barnet en el documental: «Africa no es que sea un encuentro en Cuba es que África ya vive en Cuba». Fue a partir de ahí cuando me planteé contarlo.

Entonces, ¿Cambió la línea del documental que tenías en la cabeza?

En un principio me gustaba mucho la música de la trova, Silvio Rodríguez y demás. Quería hacer un documental más de cantautores cubanos, de trovadores… quería conocer gente allí, ver qué me encontraba. Un poco sobre esa canción cubana que ha influido mucho también aquí en España.

Fue una sorpresa ver lo que había detrás porque es una cultura muy fuerte y dije «tengo que contar esto que se me está imponiendo».

Cuando se trata de historias basadas en la gente, hay veces que el metraje es lo que es, ¿Se quedaron cosas fuera? 

Sí, tenemos horas y horas de rodaje. Fueron 15 días súper intensos donde grabamos todo. Al principio quería entrevistar a gente más conocida y al final me di cuenta de que la historia de los lugares la hace la gente de a pie, la que no sale en los libros o en la prensa. La gente anónima.

Por eso fue súper difícil a la hora de montar el proyecto reducirlo a 60 minutos. Hay material con cosas interesantes que podrían servir para más proyectos. Es un material histórico porque no sabemos cómo estará cuba dentro de unos años. Lo que si se es que la afrocubanía va a estar siempre presente.

Para alguien que estudió Periodismo Cultural por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona ¿Cómo ves la situación actual de la cultura tras la covid-19?

No me gusta ser negativa pero lo veo bastante mal en España. Veo que la cultura está restringida a unos pocos, no se si decir a una élite, pero se han parado todas las subvenciones y ayudas. Las pocas que hay pienso que no se las dan a gente nueva sino que muchas veces se las llevan los mismos de siempre. No es una situación abierta para gente novel o que quiere entrar en este mundo a contar cosas.

El Covid lo ha frenado todo. Si ya antes iba poca gente al cine ahora con los aforos limitados es más difícil pero bueno, aún así no hay que perder nunca la esperanza y esto es algo temporal, pasará y esperemos que se reactiven las subvenciones a la cultura no solo en el cine, sino en todo.

¿Da energías poder estrenar una película en salas a pesar de eso?

Sí, yo estoy súper contenta porque el documental lo hicimos pensando en un formato televisivo pero gracias a Begin Again Films, la distribuidora, esto se ha hecho posible.

No pensé jamás que fuéramos a ir a cines, es muy difícil que un documental vaya a cines, son muy pocas salas las que emiten documentales y siendo una persona anónima y el primer trabajo que hago me da mucha satisfacción y me siento muy agradecida de haber podido tener la oportunidad de que vaya a cines y de que pueda verlo la gente. Estoy muy contenta, la verdad.

¿Próximos proyectos?

Me gustaría hacer un segundo proyecto en la línea de Herencia. Me gusta mucho esta temática y es un mundo por descubrir. Relacionado con las raíces, la afro descendencia, la afro feminidad, con la negritud, que se usa mucho ese término en Cuba, pero también necesito un tiempo para recuperarme de todo lo que ha sido Herencia.

Quizá en el entretiempo entre uno y otro me gustaría hacer un corto documental sobre minorías de mujeres inmigrantes, para darles voz.