¿Recuerdas esos libros de portadas rojas con los que podías tomar decisiones e ir saltando de página en página dependiendo de tus gustos? Como niña en los noventa que fui, pude leer muchos de esos libros de “Elige tu propia aventura” y debo admitir que me gustaban mucho. Lo que no recuerdo es si por aquel entonces tenía esa necesidad que tengo ahora de controlarlo todo y de querer “cerrar” cualquier circulo (también narrativo) que se abra.

Por ello, cuando leí que Black Mirror se atrevía con un capítulo a la línea de este tipo de libros, mi felicidad fue máxima. Y como tantos, Bandersnatch se convirtió en un tema de conversación durante las Navidades. Pero empecemos por el principio.

Si hay alguien que no conoce Black Mirror (supongo que porque ha estado en un bunker durante los últimos años), tiene que saber que se trata de una serie de televisión que nos muestra cómo la tecnología tiene un lado oscuro que puede afectarnos y acabar con consecuencias terribles.

Black Mirror es una serie de Ciencia Ficción que lo que asusta es lo real que puede llegar a ser las tramas y las historias. Y es que en Black Mirror se han atrevido a hablar de la influencia de las redes sociales en nuestro día a día, de implantes tecnológicos en nuestro cuerpo, la monitorización de nuestros movimientos, el amor a través de las plataformas online y hasta de la relación que tiene la tecnología con la vida después de la muerte. Y todo ello con una manera de narrar diferente en cada capítulo, alguno de ellos ganadores de premios Emmys. Ahí es nada.

Por eso cuando salta la noticia de este nuevo capítulo de Black Mirror, muchos nos ponemos a aplaudir. ¿Y qué es lo que nos ha traído la Navidad, Netflix y Black Mirror? Se trata de Bandersnatch, un capítulo especial de la serie en la que conocemos la historia de un joven programador que quiere adaptar una novela de fantasía a un videojuego. Donde encontramos la diferencia es que se trata de un capítulo interactivo, en el que según las decisiones que el espectador tome, el rumbo de la historia se verá alterado.

Esta posibilidad de que el espectador no sea un sujeto pasivo abre una nueva manera de narrar y de interactuar con el contenido audiovisual. Puede que como capítulo Bandersnatch no sea el mejor de Black Mirror (en mi top está San Junipero, White Bear y Hated in the Nation), pero sí que es una nueva manera de interactuar con el espectador, tanto en la trama como en su desarrollo.

No hay spoilers en este artículo, por lo que, si quieres ver por ti mismo de lo que te hablo, resérvate una hora y pico, porque estoy convencida de que querrás seguir viendo más de   Bandersnatch e intentar conocer los diferentes finales posibles.