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Acabo de volver de Sevilla, en donde he tenido el placer de participar en la mesa sobre cine y redes sociales de las Jornadas #CulturAPP, organizadas por la agencia de comunicación Edere, a quién agradezco enormemente que haya contado conmigo para una breve ponencia.

Compartía mesa con destacados profesionales del sector audiovisual como Gervasio Iglesias, productor de la Isla Mínima, Jordi Costa, crítico de cine, José Antonio Pérez, creador de la estupenda webserie “Niña repelente”, y Paco Casado, crítico y coordinador del blog cineenserio.com.

El tema de la jornada era analizar y debatir sobre las oportunidades y desafíos que internet brinda al sector audiovisual y al cine en particular. Tema en el que por nuestro trabajo diario en ArteGB y Centuria Films nos hemos especializado, trabajando no sólo en películas (propias y ajenas), sino en otros sectores con máxima competencia como moda, gastronomía o deporte. Así nació Marketing de Cine y el MOAv (Jornadas de Marketing Online para el Audiovisual), con la intención última de que todo el sector cinematográfico pudiera beneficiarse de lo que nosotros ya hemos aprendido sobre marketing digital, y que sabemos que funciona.

Es curioso sin embargo comprobar una vez más el rechazo que seguimos sufriendo los que apostamos por internet y las nuevas tecnologías dentro de la industria cinematográfica. Parte de lo que sucedió ayer es una nueva prueba de ello.

Como es natural, los ponentes hablaron fundamentalmente desde su propia experiencia personal en internet (para algunos no siempre positiva), y me llamó mucho la atención comprobar que entre alguno de mis compañeros la red y las redes sociales se siguen viendo como algo novedoso y desconocido (peligroso incluso), lo que en mi opinión no es tan cierto, teniendo en cuenta que las redes sociales llevan con nosotros ya más de 10 años.

Por supuesto se hizo alusión a ese rechazo que comentaba antes que históricamente el sector audiovisual ha tenido hacia internet, aunque afortunadamente contábamos con las conciliadoras palabras del moderador Miguel Ángel Parra, prestigioso periodista multimedia y guionista (no le perdáis la pista), que aunque parecía que se empezaban a entender la importante oportunidad que representa internet para el audiovisual, recalcó en varias ocasiones la falta de formación y profesionalización del sector en estas materias. A este respecto, tenemos que agradecer a Miguel Ángel que comentara en varias ocasiones que nos veía como pioneras (en alusión también a mi socia Gloria Bretones) dentro del cine, con la dificultad que lleva ser siempre el primero en hacer algo.

Desde luego mi ponencia no podía ser otra cosa que un nuevo intento de exponer claramente las ventajas que internet tiene para el audiovisual, fundamentalmente desde dos vertientes: la promoción y la distribución online (aquí os dejo la presentación de mi ponencia, y nuestro video «La revolución en el audiovisual empieza en tu mano»).

En cuanto a la promoción, en la mesa se habló mucho de redes sociales, blogs y webs, pero me sorprendió muy negativamente, que en pocas ocasiones se hablara de estrategias de marketing, planes de comunicación, acciones social media…, sino que más bien se hablara en términos de “ensayo y error”, “autopromoción”, “aprender sobre la marcha”…, está claro que urge hacer entender que una campaña de promoción de una película, un profesional o un medio digital no puede estar fundamentada en “vamos a ver qué se me ocurre hoy”, es necesario contar con profesionales preparados, gente de marketing con experiencia que además esté especializada en el online, y conozca las herramientas que Internet nos ofrece para llegar a nuestro público objetivo. Porque no, abrir una fanpage en Facebook, un perfil en Twitter y un blog no es suficiente por mucho talento que tengas o por muy bueno que sea tu contenido. ¿A alguien le suena el término SEO…?

Me daba la sensación que había un claro desconocimiento de lo que los profesionales del social media pueden hacer por nosotros, el marketing online es una ciencia, que aunque no sea exacta tiene años de experiencia acumuladas, que en muchos otros sectores, aplicando las técnicas correctas y una gran dosis de creatividad “dirigida”, generan beneficios y éxito, incluso a pequeños negocios con menos recursos.

Por tanto creo que ya es hora de que el sector se conciencie de que el becario no es la persona adecuada para promocionar nuestras películas, y en ocasiones tampoco nosotros mismos, si no sabemos lo que estamos haciendo. Así que no me vale el típico discurso de “las redes sociales no sirven para nada”, si quien te las gestiona no son profesionales con experiencia contrastada. Urge la profesionalización de la promoción digital en nuestro cine.

En cuanto a la otra vertiente que nos interesaba, la distribución online, nuevamente compruebo que mi mensaje no es entendido ni siquiera por los medios tradicionales. Ayer salió un artículo en el Diario de Sevilla escrito por Carlos Rocha, quien estuvo presente en el encuentro, en el que se comentaba que uno de mis compañeros, en contestación a mi afirmación de que es necesario dinamizar las actuales ventanas de explotación para llegar en menos tiempo a más público, dijo que por ahora no es posible financiar las películas sólo con la explotación en internet.

¿Quién estaba hablando de financiar nuestro cine con la explotación en internet?. Evidentemente yo no creo que en este momento se pueda financiar, ni siquiera tener grandes beneficios, con la explotación de contenidos online. Si hice alusión a la financiación, fue para explicar por qué no llegan las películas antes a internet, algo que continuamente me preguntan, pero de lo que yo estaba hablando era distribución y promoción online.

Mi análisis hacía énfasis en la necesidad de dinamizar las actuales plataformas de exhibición, ahora muy rígidas por el modelo de financiación del cine basado en la preventa de derechos a las diferentes plataformas de explotación, incluido internet, y así poder buscar estrategias de explotación personalizadas para cada obra audiovisual, pues no todas las películas son iguales, y en la mayoría de los casos sólo es posible una explotación en la red, que sorprendentemente no acaba de llegar, limitando las posibilidades de promoción online que muchos proyectos independientes podrían tener, y lo que es peor, limitando el acceso de ese producto a quien quiere consumirlo ya, pero no en una sala de cine ni en una televisión.

Por supuesto una solución a este problema sería buscar otras formas de financiar el cine, como puede ser animar la inversión privada mediante los famosos incentivos fiscales de los que tanto se oye hablar últimamente, u otras fórmulas, que las hay, y en las que estamos trabajando algunos desde hace tiempo. Intentar que sobre todo el cine independiente no dependa tanto de ayudas y ventas a televisiones que no siempre llegan. De esta manera habría más libertad a la hora de hacer el plan de explotación y seguramente podríamos ofrecer nuestras películas en internet antes de forma legal.

Pero quizás lo que más me sorprendió es que varios de mis compañeros de mesa me dijeran que soy “muy optimista” cuando hablo de lo que la distribución en internet y el marketing online pueden aportar a nuestro cine. Bueno, más optimista me parece creer que una industria como la nuestra se puede seguir manteniendo sólo con la distribución en cines y la venta de derechos de emisión a las televisiones. Sobre todo cuando la mayoría de las películas que se producen al año ni se estrenan, y ni se venden a una tele.

Por eso fue revelador oír a José Antonio Pérez, hablando del innegable éxito de público de “Niña repelente”, distribuido en Youtube, y promocionado gracias a las redes sociales. Evidentemente no es el mismo producto que una película, pero estoy segura de que dentro de no tanto veremos un éxito similar dentro de nuestro cine. Y se que esta afirmación molesta a muchos porque creen que el cine está hecho para disfrutarlo en una sala, y no les falta razón, pero hay que asumir que buena parte de nuestro público objetivo quiere ver esa película en internet, es que no les vamos a convencer de ir al cine. Es ridículo no estar ahí lo antes posible. Y ya que hacemos películas que por lo menos se vean ¿no?.

De hecho incluso se escucharon comentarios muy negativos acerca de la democratización de la información sobre cine que nos ha traído la red. Por supuesto que gracias a la facilidad para crear un blog y promocionarse en redes sociales han surgido miles de webs de crítica cinematográfica. Si no fuera así, no hubiésemos tenido la oportunidad de conocer las opiniones que sobre nuestras películas tienen los críticos de Cine en Serio, por ejemplo. Yo lo aplaudo, a mi me ha resultado muy enriquecedor leer otras opiniones desde medios digitales independientes, y no sólo las de las firmas que tenemos en papel.

Iniciativas como nuestro MOAv y este CulturApp de Edere, son hoy en día más necesarias de lo que el sector audiovisual está dispuesto a reconocer. Un sector al que le cuesta aceptar lo nuevos hábitos de consumo. Mi enhorabuena a ellos por sus jornadas, y mil gracias a Edere por el trato recibido.

Una buena estrategia de marketing online y social media funciona, y lo que es mejor, no supone gastarse cantidades de las que no disponemos en la promoción de nuestra película. Lo hemos demostrado con nuestro documental “La Pantalla Herida, y lo seguiremos demostrando con nuestros próximos proyectos. Y es que Einstein lo tenía claro: “si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. En ello estamos.