En esta segunda entrega de la Guía de Producción de Cine quiero ir al grano. Y probablemente en este capítulo esté la clave para buscar las causas y soluciones para la actual crisis en nuestro sector, más allá de la criminal persecución que el Cine esté sufriendo por parte de nuestro Gobierno (véase el siguiente artículo en la web de la APPA, por ejemplo), o lo mal que nos hayamos sabido adaptar a lo que nos pide el público, que todo puede ser.

La base de la industria cinematográfica es la explotación de los derechos de las obras en las diferentes plataformas existentes, lo que se denomina en el sector, las ventanas de explotación.

Precisamente el conocimiento de las diferentes ventanas de explotación y sus mecanismos son fundamentales a la hora de concebir un proyecto cinematográfico, no solo desde un punto de vista artístico sino también empresarial. Teniendo en cuenta las diferentes ventanas disponibles y sus características, dimensionamos el proyecto e ideamos diferentes escenarios de explotación, uniendo así claramente las dos caras del cine, la cultural y la industrial. Las cantidades obtenidas por la venta de los derechos para las diferentes ventanas de explotación de una película, nos marcan no solo los posibles beneficios sino, que con parte de estas, financiamos la película.

Las ventanas de explotación serían las siguientes:

1.Exhibición en Salas (de cine, claro).

2.DVD / VOD (Vídeo bajo demanda): alquiler y compra de DVD, y descargas y visionados (legales) en plataformas audiovisuales en internet.

3.PPV (pago por visión en una cadena): pagar por ver una película en concreto en canales de televisión de pago como Canal+, ONO, Imagenio…

4.Televisión de pago: Canal+, ejemplo perfecto.

5.Televisión en abierto: TVE, Mediaset y A3Media y autonómicas.

6. Transactional VOD / SVOD (suscripción vídeo bajo demanda): Youzee, Wuaky.tv, Filmotech, Filmin.

Las ventanas de explotación se pueden entender entonces, como un recorrido lineal de la explotación de los diferentes derechos de una obra cinematográfica. Tienen su punto de partida en el estreno en salas de cine, y va pasando por el resto de ventanas de explotación en el «orden» que he expuesto en el listado anterior. También tiene una línea de recorrido por territorio de explotación. Esto quiere decir que, mientras una película se está explotando en España, se puede estar iniciando en cualquier momento ese recorrido de explotación en otros países, encargándose de ello el agente de ventas internacionales bajo el mandato del productor.

Lo cierto es que cada vez se está extendiendo entre la gente que conformamos la industria, la idea y sobre todo, el deseo de que estas ventanas de explotación sean más versátiles y menos rígidas. La realidad ha cambiado, y los espectadores/consumidores de cine están pidiendo a gritos desde hace tiempo poder disfrutar de las películas en las diferentes plataformas, pero en el momento que más le interese, que suele ser cuanto antes, claro. La evolución del consumo de productos audiovisuales en internet tiene mucha culpa de ello, ya que los usos y costumbres respecto al ocio están cambiando muy rápido.

Pero las razones fundamentales para querer acortar los tiempos de las diferentes ventanas de explotación y conseguir hacerlas más flexibles, son la brutal caída de los ingresos en cine español, tanto en taquilla como en video, así como la piratería, que además afecta en mayor medida a la última ventana de explotación que es la televisión en abierto. Cuando les llega a ellos la película, ya la ha visto una gran mayoría de gente de manera ilegal. Consecuencia: si nadie va a ver la película en mi cadena, o por lo menos no le voy a sacar la rentabilidad que esperaba con ella, pues no la compro o pago menos. Hala, ya nos hemos quedado sin una vía de financiación importante.

De momento, la primera ventana que es la exhibición en salas se mantiene inmóvil, sobre todo por el empeño del sector de la exhibición, muy reacios a acortar su tiempo marcado por ley. De hecho esta ventana y la del lanzamiento en DVD, son las únicas regidas por un imperativo legal. La ventana del DVD no puede comenzar antes de tres meses del estreno, a menos que la película en cuestión no llegue a los 10.000 espectadores. Esa ventana también por ley ocupa los cuatro meses siguientes. A partir de este momento todo queda en manos de las negociaciones entre las partes interesadas, productores, distribuidores y televisiones. De hecho, estos acuerdos han llevado a que la segunda ventana no sea solo para el DVD, negocio que ha caído en picado en los últimos años, y se comercialice la explotación como video bajo demanda en plataformas de pago legales de internet tipo Filmin. Así mismo la cada vez mayor importancia de internet en el cambio en los hábitos de consumo de ocio y contenidos, han hecho que las cadenas de televisión de pago y abierto tengan el ánimo de ofrecer al espectador todas las opciones posibles para visionar una película comprada por ellos, por lo que la suelen ofrecer en sus propias plataformas digitales, ampliando así por tanto su oferta y sus ingresos.

Todo va cambiando muy rápidamente, y aunque los ingresos por la explotación en internet no son algo muy significativo en la cadena de explotación, sí ayuda a la visibilidad de la película. Lo mismo está ocurriendo con el estreno en salas, que en ciertas ocasiones se convierte más en una operación de marketing y visibilidad que en una verdadera operación económicamente rentable.

Aunque se trata de una excepción, y sin entrar en debates de si estamos hablando o no de una película profesional, low cost, o lo que sea, no quería acabar este capítulo sin explicar el caso de «Carmina o revienta» de Paco León, cuya distribución se saltó el sistema de ventanas de explotación estrenando simultáneamente en salas, DVD e internet. En realidad pudieron hacerlo basados en la alegalidad en la que estaba enmarcada la producción, ya que no contaba con subvenciones o ayudas públicas, lo que le daba más libertad a la hora de distribuir su contendido como quisieran. Tuvieron en contra a los exhibidores de salas, y muchos de ellos quisieron boicotear el estreno (sin conseguirlo) por miedo, seguramente, a esta nueva posibilidad que surgía, sin tenerles en cuenta. Fue un experimento muy interesante en el que las diferentes plataformas ganaron mucho, sobre todo en visibilidad y promoción. Y es que promoción es la palabra clave, ya que esta película tenía todo para lograr un buen lanzamiento: presupuesto ajustado, con lo que la amortización llegaba rápido, el mismo Paco León, persona muy conocida y querida por el público, y una buena estrategia de marketing online detrás. Lo que habría que plantearse es si este experimento hubiese funcionado con una película de directores y protagonistas anónimos. No creo, y de hecho últimamente salen como churros películas «low cost» que no van a ningún lado.

Los que no conocen el funcionamiento de la industria cinematográfica y andan criticándonos a diario, suelen decir que «vendemos la piel del oso antes de matarlo», pero es que un producto audiovisual no es una camiseta que fabricas a 2€ y vendes a 20€. Una producción cinematográfica resulta imposible de producir si antes no tienes el dinero que cuesta su producción, y si quien nos va a comprar no confía en que haremos un buen producto. No se gana dinero solo haciendo una película. Consigues la financiación para rodarla, montarla y estrenarla, y sólo después, si consigues el éxito entre el público ganas dinero, como cualquier empresario.

Todo esto si hablamos desde el punto de vista como industria, y considerando una película un producto. Pero una obra cinematográfica es también cultura. Eso debería contar algo ¿no?.

GUÍA DE PRODUCCIÓN DE CINE

  1. La industria del cine o lo que queda de ella: producción, distribución y exhibición.
  2. Las ventanas de explotación y sus plataformas.
  3. Las Empresas Productoras: Funcionamiento de una productora:
  4. Definición de Productor, Productor Ejecutivo y Director de Producción.
  5. Fases de una producción: Desarrollo, Producción, Explotación
  6. Los equipos de una producción.
  7. La Distribución cinematográfica: Funcionamiento de la empresa distribuidora
  8. La exhibición y análisis de sus diferentes plataformas.
  9. Panorama del sector audiovisual y sus instituciones en España
  10. Un cuarto subsector: El espectador/consumidor.