¿Quién no se ha enganchado alguna vez jugando al comecocos o al tetrix? Las máquinas recreativas y el mundo del arcade iniciaron un legado cultural que dio paso a los actuales videojuegos y lo bueno de que lo retro esté de moda es que nos hace valorar el germen de lo que somos.

Eso pensó Mario-Paul Martínez cuando decidió homenajear la época dorada del arcade y explicar sus orígenes en el documental Arcadeología, del que ya os hablamos en Más de Cultura.

ARCADEOLOGÍA es un proyecto transmedia que busca profundizar en la historia de las máquinas recreativas y en la labor de preservación que se está haciendo en nuestro país con el videojuego retro y además, se encuentra en plena campaña de crowdfunding.

¿Cuándo nace tu interés por el mundo del arcade y cómo decides involucrarte en este proyecto?

Se puede decir que yo nací con dos pantallas. Me he dedicado a esto toda la vida, estudié bellas artes pero me interesé mucho por el mundo del cine y por el mundo técnico y artístico de los videojuegos y siempre me he movido en este campo. Además, he estado muy ligado a la cultura del videojuego porque por desgracia en España vamos un poco atrasados en este tema y, como la cultura de los cómics o del cine, poco a poco va ganando valor.

¿El documental funciona como homenaje a algo que te gusta?

Es un homenaje a un mundo que me gusta pero también es una defensa a una cultura que tenemos que exaltar. Es una declaración de principios tanto a  nivel de cultura como a nivel de negocios. Estamos muy retrasados en comparación con otros países y no porque no lo estemos haciendo bien sino porque nos falta dinero, no tenemos apoyo institucional.

«Es un homenaje a un mundo que me gusta pero también es una defensa a una cultura que tenemos que exaltar»

El documental es una defensa y un intento de emergerlo y hacer saber lo importante que es preservar la cultura del videojuego.

Si no lo hacemos puede pasar como con el cine, se han perdido millones de cintas de celuloide por no conservarlas. Tenemos que intentar que esto no pase con los videojuegos. No es lo mismo jugar en un ordenador a una versión del comecocos que jugar al comecocos original.

¿Es el arcade un mundo de nostálgicos?

«Cuando yo de pequeño leía los cómics de Lobezno me llamaban friki y ahora fíjate tú, dentro de 40 años pasará lo mismo con el mundo del videojuego»

Es evidente que este documental tiene un parte muy nostálgica pero hay más y yo intento evitar que caigamos solo en eso. Nosotros a las nuevas generaciones que vean el documental les vamos a hacer entender de donde viene toda la cultura del videojuego. Claro que hay nostalgia pero también un afán de recuperar arcade España.

La propia palabra de arcade viene de la arqueología. Tenemos que preservar esto, es una obligación moral como sociedad, los videojuegos no se pueden perder. Cuando yo de pequeño leía los cómics de Lobezno me llamaban friki y ahora fíjate tú, dentro de 40 años pasará lo mismo con el mundo del videojuego.

¿Cómo es el proceso creativo?

Es complicado. Hay mucha gente con la que hablar y dejarse a alguien fuera para mi es una falta de respeto porque hay personas muy buenas y muy interesadas, además, no<span»> están acostumbrados a hablar delante de las cámaras. Hay tomas de montaje muy chulas pero también una parte compleja del proceso de montaje que es intentar explicar al profano esa historia, todo lo que hay detrás.

¿Son mejores los videojuegos de antes que los de ahora?

«Necesitas entender por qué una cosa tan sencilla como el comecocos es tan adictiva, si lo entiendes vas a triunfar porque has entendido la esencia del videojuego»

Esta es una pregunta polémica en el documental, cada uno te dice una cosa pero en general los dos son necesarios. Es como el cine, tu no puedes entender el cine actual sin ver el cine clásico. Me parece que con los arcade ocurre lo mismo, necesitas entender por qué una cosa tan sencilla como el comecocos es tan adictiva, si lo entiendes vas a triunfar porque has entendido la esencia del videojuego.

El arcade es una forma de gestionar el videojuego mucho más sencilla, más directa. Los juegos a los que estamos jugando muchas veces en el móvil tienen más que ver con los arcade que con los videojuegos de hoy en día, por eso teneos que entender el papel.

El arcade es un concepto muy puro, evita grandes historias y va al meollo, es minimalista y lo que importa es el proceso de juego, crear adicción, no tener una gran historia detrás. En dos minutos has pillado la mecánica del juego. Sin embargo, el videojuego es otro concepto, implica historias mucho más largas, te hace sentir otras cosas y hay gente que no prefiere los videojuegos actuales porque implican mucho de ti como persona.

¿Está renaciendo el mundo retro del videojuego?

Está renaciendo todo lo retro y en el mundo del videojuego creo que es donde más fuerte está pegando. Aquí sí hay que usar la palabra nostalgia. Hay una generación que roza la cuarentena que está apostando por el videojuego y quieren que sus hijos entiendan el legado. En Europa ha habido un repunte y se nota mucho. Hay agentes que son esenciales como Stranger Things o la nueva película de Steven Spielberg que hablan de lo retro, los ochenta vuelven y vuelven a encantar.

¿Cuál es el legado del videojuego en España?

Hubo una época dorada en España en los años 80 que ahora se está empezando a recuperar. Yo he aprendido mucho, no sabía que había tantas empresas en España que fabricasen maquinas recreativas, eso es patrimonio español. En algún trastero de alguna señora mayor se han encontrado máquinas que parecía que no quedaban, es un movimiento muy fuerte y el documental está basado en eso.

¿Por qué la gente debería hacerse mecenas del proyecto?

Es un legado cultural que tenemos que proteger.

¿Más de cultura y menos de qué? 

Más de cultura y menos de fútbol.