Es evidente que cada vez hay más interés en saber si esto del Branded Content puede finalmente ser una verdadera vía de financiación para el cine y el audiovisual en general. Estamos en un momento crítico, en el que los actuales éxitos del cine español son tan sólo un espejismo, ya que nunca ha costado tanto levantar un proyecto como hoy en día.

Parece que contar con la inversión de alguna televisión privada, o tener la suerte (o lo que sea…) de recibir una subvención pública es la única manera de hacer cine en España. Por eso todo el mundo está buscando ya a la desesperada nuevas vías de financiación privada para poder seguir haciendo películas.

Hemos hablado de ello ya muchas veces en nuestro blog, pero esta vez ha sido Aisge (Artistas Intérpretes, Sociedad de Gestión) quien se ha interesado por este tema, y ha contado con la colaboración de nuestras compañeras Gloria Bretones y Belén Bernuy, como especialistas en la creación de contenidos de marca desde ArteGB, y promoción y produccion de cine desde Centuria Films, para hacer un retrato de la situación actual del branded content en España, y su futuro como fuente de financiación privada para el cine español.

Como siempre comentan nuestras compañeras, por ahora los que hacemos cine tenemos poco que ofrecer a una marca, a no ser que nuestro proyecto sea muy comercial, y aún así no podemos asegurar el éxito. Probablemente esto cambie si invertir en cine en este país tiene algún tipo de ventaja fiscal, porque poner 2 millones de euros en una película que tardará más de un año en estrenarse, y simplemente para mejorar tu branding (por ejemplo), a día de hoy no es rentable para ninguna empresa. Es normal que prefieran gastarse ese dinero en otro tipo de promoción, que además les funciona.

En esto siguen teniendo la sartén por el mango los que hacen las leyes, y por ahora parece que no están por la labor de ayudar. Sin ir más lejos hoy hemos tenido que leer que los responsables de «Juego de Tronos» no volverán a España en las mismas condiciones. Les resulta caro. Realmente una pena.

De esto y de mucho más se habla en el artículo de la web de Aisge. Podéis leerlo aquí: