En más de cultura somos unos amantes de las palabras, y por eso nos gusta cuidarlas. Empieza mayo y en Madrid hace más frío que el que hacía en octubre. Es el día del trabajador y hay becarios, sin beca, que tienen que trabajar porque hoy no es su día. Es 2018 y palabras como «muro» o «perfil», ya no han vuelto a significar lo mismo. En el muro ahora además de cuadros también puedes colgar vídeos y  es posible salir de frente en una foto de perfil.

Sin embargo, lo que más me preocupa son otros conceptos, como por ejemplo «Máster» que ha dejado de ser un título que obtienes por asistir a clase, examinarte y presentar un trabajo final ¿se les habrá quitado por eso la beca a los becarios, o no tendrá nada que ver? Al poner las noticias descubro que se puede ser refugiado sin tener refugio cuando, hasta donde yo entendía, era condición necesaria para tener ese calificativo. ¿Acaso estaré confundida y no conozco las palabras básicas del idioma que hablo?

Un tremendo terror por el olvido de las palabras me asalta y recuerdo que, antes de la era de Internet, las palabras se buscaban con el dedo en los libros. Para acordarse del orden había que saberse el abecedario. Me tranquiliza saber que la mayoría de ellas sigue significando lo mismo en el diccionario de la Real Academia Española, pero me horroriza darle la razón a todos aquellos que pronunciaban Almóndiga en lugar de Albóndiga o Albericoque en lugar de Albaricoque.

«Cultura: conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. Juicio: facultad por la que el ser humano puede distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso. Criterio: norma para conocer la verdad. Consultando el diccionario, en manada solo veo conjunto de animales de una misma especie pero no leo nada de abuso. Encuentro la palabra machismo y la de feminismo. La primera significa superioridad y la segunda igualdad«. 

Muchas cosas tienen ahora un segundo significado porque nosotros hemos buscado que así sea, se llama evolución. Sin embargo, otras, han dejado de tener el que tenían. Queremos que «Manada», «Máster» o «Refugiado» se ajusten a su verdadero significado y no tengamos que lamentar las nuevas connotaciones negativas. Más de cultura, por favor.