Me va a costar mucho escribir este post, de hecho ayer simplemente no pude hacerlo. Los que creemos que el cine puede ser algo más que un simple entretenimiento de domingo tarde hemos recibido una fría ducha de realidad. Alta Films cierra.

He leído todo lo que se ha escrito sobre el tema estos dos días, he estado enganchada al Twitter, he escuchado tertulias en la radio y he hablado con multitud de compañeros, pero tengo la sensación que no todo el mundo es consciente de lo que está pasando.

La crisis está causando estragos, no es la primera ni la última empresa que echará el cierre, y probablemente a corto plazo nadie eche en falta la existencia de Alta Films. Pero veréis qué risa cuando quieras ver la próxima película de Michael Haneke o Danny Boyle, y resulte que no la ponen en ningún lado, o mejor, que sí la ponen pero que te la tienes que tragar doblada o a las doce de la noche.

Por los comentarios que leo, sobre todo en las redes sociales, parece que esto al gran público le da exactamente igual, que la gente lo único que quiere ver son pelis americanas de superhéroes o mundos mágicos en 3D para entretenerse. Yo creo que eso no es verdad, qué manía de pensar que somos borregos teledirigidos…¿un ejemplo? la gente se emocionó con pelis como «Los chicos del Coro» (2004), de Christophe Barratier, y las salas se llenaron durante semanas. Lo que ha hecho grande a Alta Films es la labor en pro del cine como arte y cultura, que durante décadas ha hecho que toda una generación de aficionados hayan podido disfrutar de algo más que pelis comerciales de palomitas y refrescos.

Pero lo peor está por llegar. Este cierre se notará y mucho en nuestro cine, ¿quién va a comprar ahora películas sin tsunamis o estrellas de Hollywood?¿ Quién va a exhibir en sus cines una «ópera prima» de algún director desconocido? ¿Quién se va a arriesgar ahora a coproducir con pequeñas productoras que sólo tienen su talento y calidad como producto?.

Muchos sabéis que yo pasé algunos de mis mejores años como productora ejecutiva en Alta Films, y que durante esa época pudimos hacer realidad algunas de las mejores películas que ha dado el cine español, como La noche de los girasoles (2006), de Jorge Sánchez-Cabezudo oTe doy mis ojos (2003), de lciar Bollain. Lo que no todo el mundo sabe es que años antes, gracias al apoyo de Enrique González Macho pude hacer realidad mi sueño de producir una película con mi propia productora Centuria Films , «Marta y Alrededores» (1999) , de Nacho Pérez de la Paz y Jesús Ruiz, y que también gracias a la buena distribución de Alta Films tuvo una buena acogida.

El cine español le debe mucho a Enrique González Macho, y me alegra ver que mis compañeros así se lo están demostrando. Lo que me apena son otro tipo de reacciones, los mismos de siempre hablando desde la ignorancia sobre subvenciones y cine. No deberían preocuparse tanto, a este paso nuestro cine simplemente desaparecerá si nadie hace nada por evitarlo.

Al principio os contaba que me estaba costando mucho escribir este post. ¿Sabéis por qué? no puedo parar de pensar en la ilusión que me hace poder ir algún día a los cines Renoir con mi hijo pequeño a ver una buena película. Estoy segura de que somos muchos los que compartimos la misma ilusión, por eso no me cabe la menor duda de que superaremos este momento. En ello estamos, aunque ahora lo tengamos más difícil sin Alta Films.

Sólo puedo terminar dándote las gracias, Enrique, has dejado una huella imborrable en nuestra industria, y sobre todo en los profesionales que hemos podido trabajar contigo. Y sin duda, créeme, este no es el final de camino.