«FetLife es la red social para la comunidad BDSM, fetichista y kinky. Igual que Facebook, pero dirigido por kinksters».

Antes de ponernos a explicar qué son los kinksters vamos a dejar claro lo que es el BDSM, porque igual estás leyendo este artículo pensando que vamos a hablar de juegos de mesa. Si es así, vas un poco desencaminado.

El BDSM es un término que abarca un conjunto de fantasías y prácticas eróticas poco convencionales. Sus siglas combinan los conceptos: Bondage y Disciplina, Dominación y Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Lo que antes se conocía como «sado» o «sadomasoquismo» (términos poco completos y mal utilizados) es un protocolo de juego consensuado por ambas partes y con infinitas posibilidades.

Actualmente en Fetlife, una red social exclusiva para los amantes del BDSM, hay casi seis millones de usuarios. El mundo BDSM está más presente en nuestra sociedad de lo que piensas. No hay más que observar el último videoclip de Miley Cyrus y su culto al látex rojo, uno de los fetiches más comunes.

¿Qué nos podemos encontrar en FetLife?

Antes de toparnos con cualquier contenido que pueda impactar a una persona vainilla (personas que sólo tienen relaciones sexuales convencionales), nos obligan a darnos de alta de una forma exhaustiva. La fecha de nacimiento, un apodo, el correo electrónico y el número de teléfono parecen casillas bastante fáciles de rellenar, pero cuando llegas a “orientación sexual”, “género” y “rol” es posible que te estalle la cabeza con la infinidad de opciones disponibles. Te recomendamos que tengas Google a mano, o este glosario de la comunidad Golfxs con principios.

Una vez superado este paso, entras a formar parte de la comunidad de erotismo alternativo más grande del mundo. Como hemos dicho antes, es muy parecido a Facebook, pero con ese toque que dan los kinksters, refiriéndose en este caso a los usuarios de esta red social. Un tipo de usuario distinto, que va de cara, sin aparentar y sin nada que esconder.

Hay post en los que estos kinksters cuentan sus experiencias, eventos a los que poder asistir según tu ubicación, un glosario de términos, categorías de fetiches, grupos y anuncios relacionados. Una interfaz como cualquier otra red social, pero que igual escandaliza un poco a las personas que te miran de reojo el móvil en el metro.

Si has pensado en darte de alta en FetLife, aunque sólo sea por curiosidad, te recomendamos que antes hagas un test BDSM para conocerte un poco más y entender mejor qué es lo que te vas a encontrar después.