Desde su fundación, en sus obras trabajan con un equipo mixto con actores con síndrome de Down

Los próximos 20 y 27 de junio, la compañía Polimetría 21 estrena «Calle de la Peseta 21» en la sala El Montacargas. Un montaje sobre situaciones cotidianas en una familia peculiar que podría ser como la familia de cualquier espectador. Una creación que se basa en la observación de las personas y los roles familiares. Un espectáculo en el que cualquiera se puede ver representado y además, en el que cualquiera, sin importar su diferencia, podría participar. Hablamos con esta compañía inclusiva de teatro.

Belén Padilla es la coordinadora de este proyecto que fue creado en el año 2014 por un grupo de personas preparadas para interpretar, dirigir, producir y disfrutar de las artes escénicas. Nos cuenta que el valor añadido de la compañía es que incluye a intérpretes con síndrome de Down. Desde la Fundación síndrome de Down de Madrid , los precursores de todas las actividades, consideran que «la formación en la cultura y en las artes escénicas o plásticas es uno de los pilares fundamentales para la formación de la persona«.

Por eso, entre sus actividades incluyen clases de baile, de pintura, historia del arte, radio, teatro… precisamente de esas clases surgió lo que es ahora Polimetría 21: «nos dimos cuenta de que había un grupo de chicos con una capacidad artística más allá del teatro amateur«. Así, les propusieron trabajar en grupos pequeños combinando personas con y sin discapacidad de donde salieron las primeras piezas que conformaron las primeras obras de la compañía. Piezas que surgen de la propia improvisación y los talleres que generan desde la Fundación donde el diálogo con los alumnos es fundamental.

«La sorpresa es que a lo mejor el personaje en el que te ves reflejado es una persona con discapacidad. Y nunca antes te habías visto en esa situación»

El propio nombre no es casual: «nosotros pensamos que hay muchas maneras de medir. No solamente por los cánones establecidos por la sociedad». La trisomía en el par genético 21 es la causa del síndrome de Down. Sin embargo, Belén Padilla comenta que su intención es que en la propia promoción de sus obras, no les interesa que se haga especial referencia a la discapacidad porque precisamente con su inclusividad buscan ser una «compañía como cualquier otra. Porque cuanto tú ves un cartel de una obra de teatro no te dice: ‘compañía integrada por personas altas, rubias o morenas'».

Cosechando las primeras buenas sensaciones, estrenaron «Mira hacia arriba» y con ello demostraron que «las personas con discapacidad deberían tener, por lo menos, las mismas oportunidades que el resto». Belén tampoco cree que la solución sea que todas las compañías incluyan a personas con discapacidad porque es consciente de que el mundo no puede regirse solo por la discapacidad. Son embargo, destaca fundamental que cuando se organiza un casting o se piensa en personajes, ellos tuvieran el acceso a esa oportunidad, que es su lucha actual.

Su reciente estreno es «Calle del la Peseta 21» que es un reflejo de una familia normal donde todo espectador encontrará las similitudes con la suya. Lo comprueban cuando el público observa los ensayos y comenta las situaciones concretas con las que se siente identificado «la sorpresa es que a lo mejor el personaje en el que te ves reflejado es una persona con discapacidad. Y nunca antes te habías visto en esa situación».

Orgullo y aumento de autoestima son los valores añadidos de esta iniciativa, tanto para ellos como para las familias: «a  lo mejor nunca se habían planteado que sus hijos pudieran ser actores».

Ya hemos hablado con alguno de los entrevistados en Más de Cultura sobre las dificultades para sacar adelante una compañía de teatro pequeña, como por ejemplo con Anaïs Bleda y Laura Esteban Araque de Los Martes, No   o Gracia y Sole Olayo sobre Las Cervantas. Pero como ya os adelantábamos en nuestra revista, existen salas alternativas en ciudades como Madrid que ofrecen una oportunidad a este tipo de compañías. En el caso de Polimetría 21, El Montacargas será la sala que les permitirá ofrecer su obra al público: «no es nada sencillo. Lo primero porque el panorama cultural que tenemos es difícil y lo segundo porque nos suelen dar horarios de infantiles, por la mañana y entre semana«. Belén comenta que tanto ella como el equipo encuentran más beneficioso actuar menos veces al año siempre y cuando sean en horarios de fin de semana a partir de las 19:00h. Sobre todo porque como bien destaca «no es una obra para público infantil. No por tener actores con discapacidad va a ser de menor calidad». Además, también destaca la «luz que desprenden» los chavales cuando visitan las salas donde actúan: «es muy raro que te mantengas indiferente a los chicos».

Otra obra para la colección de esta joven compañía que busca llenar El Montacargas el 20 y el 27 de junio con la representación de «Calle de la Peseta 21». Como metas, para Belén Padilla lo fundamental es seguir trabajando y mejorar la calidad artística del equipo para poder ofrecer al público una obra de calidad «que le guste, que le enganche y que le emocione».