“Soy Jorge Santos y he vivido toda mi vida con TDAH”. Así nos presenta su autor ¡Estate quieto, niño!, un monólogo basado en la experiencia y ejecutado desde la comedia que trata la salud mental desde un prisma muy original. Una forma amena de entender y empatizar con las personas que padecen TDAH en primera persona.

Jorge produce, escribe, dirige e interpreta este repaso de su vida, enfocado en su infancia y adolescencia, para que la gente que no sabe nada del TDAH conozca qué implica padecer este trastorno.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) comprende una serie de problemas crónicos tales como la dificultad para mantener la atención, la hiperactividad o los comportamientos impulsivos. Y según nos cuenta Jorge, en la obra habla de estos síntomas cuando eres pequeño y te conocen por esa expresión de “ser un culo inquieto”. Cuando de repente haces trastadas sin querer, como “quemar a tu hermano con una barra de hierro incandescente o decirle a tu madre que te has tomado unas pastillas que había en su bolso”.

También habla sobre cómo es vivir con la ansiedad que te provoca toda esta situación. Las notas, los suspensos en el colegio, los psicólogos, los psiquiatras… Y de cómo a raíz de ese diagnóstico a los 17 años, su vida cambió. No es una historia de superación, ni busca la lágrima fácil, Jorge habla de la vida misma.

En ¡Estate quieto, niño! encontrarás mucha comedia pero también te emocionarán algunos momentos más sentidos y verás hasta números musicales. Desde MDC te recomendamos que pases por La Escalera de Jacob durante los miércoles de diciembre para disfrutar del teatro y de la cultura segura. Y si os quedáis con ganas de más espectáculo, también podéis dejaros caer por Café 1907 para ver Los 30 son los nuevos ¡Vete a la mierda!